Fitness

Smartfit aprovecha el cierre de L’Orange Bleue para crecer en Cataluña

La cadena ha firmado un contrato a veinte años con la propiedad del local donde operaba un franquiciado de la compañía francesa. Con esta operación, SmartFit convierte Cataluña en su área de mayor influencia.

Patricia López

31 ene 2020 - 04:58

SmartFit opera desde principios de enero el primer club que L’Orange Bleue inauguró en España

 

 

SmartFit entra en Barcelona con la apertura de un gimnasio en el antiguo L’Orange Bleue de Arco del Triunfo. La compañía ha firmado un contrato a veinte años con la propiedad del local que en su día alquiló el espacio a un franquiciado de la cadena francesa, con el que abrió su primer club en España en mayo de 2017. Dos años y medio después, los inversores han decidido echar el cierre tras estar al borde del desahucio, una oportunidad que ha aprovechado SmartFit para incorporar su primer club en la capital catalana.

 

La cadena se ha comprometido a contratar a todos los empleados del club, que en el momento del cierre tenía en torno a 600 socios. “El objetivo es cerrar 2020 con 1.500 abonados y, en dos años, alcanzar 2.200 inscritos”, explica a Palco23 el director general y fundador de la compañía, Ignacio Usera.

 

La compañía no realizará una obra integral en la instalación, puesto que se inauguró hace menos de tres años, pero invertirá 500.000 euros en realizar una pequeña remodelación. Los cambios se llevarán a cabo en agosto, de conseguir a tiempo la licencia, y se buscará adaptar espacios, completar el cambio de imagen y adquirir equipamiento de Technogym, que es el fabricante que utiliza en el resto de los centros.

 

El medio millón de euros que se destinarán es la mitad de lo que suele invertir la compañía en remodelar un gimnasio. El motivo es que el local, de 1.000 metros cuadrados, es de menor tamaño al que acostumbran a tener los clubes SmartFit. “Además, la instalación está en buenas condiciones, por lo que no es necesario hacer una obra integral”, afirma Usera.

 

 

 

 

El club se encuentra en el Eixample de Barcelona, entre Plaza Urquinaona y Arco del Triunfo. Es una zona de gran tránsito de población y en la que confluyen edificios de oficinas y área residencial. De ahí que en los últimos cinco años hayan sido varias las cadenas que han decidido abrir centros en esta zona, como Duet Fit o Snap Fitness, que se sumaron a la oferta de Holmes Place y DiR. En los próximos meses Altafit abrirá otro club en Paseo de Sant Joan.

 

Hace tan solo un año, la cadena dirigida por Ignacio Usera no tenía presencia en Cataluña. Fue en abril cuando anunció la compra de tres clubes Perfect Gym en Girona, Terrassa y Mollet del Vallès (Barcelona), en una operación que le permitió entrar en la región. Desde el dos de enero también opera el club de Arco del Triunfo, el primero en la ciudad, y con el que ha elevado su presencia en la comunidad autónoma hasta cuatro centros.

 

Además, también opera tres instalaciones en Madrid y su área metropolitana, Málaga y Cádiz, para un total de nueve gimnasios en España. SmartFit facturó 4,8 millones de euros en 2019, un 37% más que el año anterior, gracias a la incorporación de los tres clubes catalanes y a que los otros que ya tenía operativos también aumentaron sus ventas. “Hemos crecido incluso en el barrio del Pilar donde en 2018 abrió un GO fit; en ese momento perdimos clientes, pero los hemos recuperado”, explica Usera, que asegura que los clubes que abren asumen el objetivo de abonados y negocio a los dos años de inaugurarlos.

 

 

 

 

También se ha diversificado los ingresos de la cadena, que en 2019 abrió SmartBox, un estudio de cross-training de 350 metros cuadrados en el centro comercial Rivas Centro. “Allí operamos un club y teníamos un local disponible y no utilizado; decidimos abrir el box pero, aunque ha dado buenos resultados, no prevemos replicar el modelo”, explica Usera. La compañía invirtió 80.000 euros en adecuar el local y adquirir el equipamiento necesario.

 

El buen funcionamiento del estudio se apoyó durante los primeros meses en la base de clientes de SmartFit, que opera en ese mismo centro comercial. “El 70% de los clientes eran usuarios del gimnasio, pero ahora es un 40%; es un box con identidad propia, y lo único que comparten son los vestuarios”, describe.

 

Para el directivo, ha sido clave dar con un profesional de garantías, que es el que está al frente del establecimiento y el que ha fidelizado a los clientes, ya que el cross-training es un área que SmartFit no había explorado como modelo de negocio. “Sí que tenemos espacios para este tipo de entrenamiento en nuestros gimnasios, pero eso era todo; lo hicimos para dar uso a un local que teníamos sin aprovechar”, explica.

 

De cara a 2020, los retos de la cadena pasan por consolidar las cuatro aperturas realizadas en Cataluña durante el último año y seguir trabajando en el plan de expansión. “Nuestra estrategia pasa por crecer en las comunidades autónomas donde estamos presentes”, apunta, sobre una hoja de ruta pensada para reforzar la imagen de marca y facilitar la logística. “Los clientes identifican marcas ya conocidas como Nike o Adidas, pero en el sector de los gimnasios no existe esa identificación; hay abonados que no conocen la marca del gimnasio en el que entrenan”, explica.