Fitness

Rafael Cecilio (DreamFit): “Si el sector hubiera estado unido, se hubiera conseguido la rebaja del IVA”

El presidente de la compañía analiza con Palco23 la evolución del gimnasio de bajo coste y augura que “tiene su techo de cristal en la tarifa a 30 euros”.

Patricia López

30 oct 2017 - 04:59

“Las low cost necesitan una cartera de clientes amplia para sobrevivir”

 

 

Si hay una cadena de gimnasios española pionera en el fitness low cost esa es DreamFit. Fundada en 2010 por Rafael Cecilio, fue la primera compañía local en empezar a operar en un segmento inspirado en las aerolíneas de bajo coste. Con el paso de los años, el precio de la cuota ha ido aumentando y la tarifa de 19,90 euros ya es cosa del pasado. Ante esta tendencia, el presidente de la compañía advierte sobre el techo de cristal que suponen los 30 euros para este tipo de gimnasios.

 

¿El low cost en España es un segmento hecho a sí mismo?

 

Es distinto al bajo coste de Europa o Estados Unidos. Es un segmento que si bien se ha inspirado en el modelo alemán de McFit, lo ha ido adaptando a su demanda. En DreamFit creímos que si no impartíamos clases dirigidas no atraeríamos al público femenino y no tendríamos futuro. Nacimos en 2010 y fuimos el primer low cost en ofrecer más servicio a los clientes, desde clases presenciales hasta sauna y solárium. No tiene nada que ver con el bajo coste de otros países.

 

¿Por qué sí que se da en España?

 

Creo que el resto de cadenas se inspiraron en DreamFit del mismo modo que DreamFit copió a McFit. El resto de empresas que surgieron después entendieron que tenían que ofrecer algo más que máquinas de fitness. Lo bueno de la oferta de bajo coste de aquí es que es superior a la del resto de países con precios ajustados, pero también tiene su parte negativa.

 

 

¿Se refiere al reto de garantizar la rentabilidad?

 

Sí. La parte negativa es que creo que algunas compañías no van a poder sobrevivir porque, cuando incorporas tantos servicios y una plantilla amplia de al menos diez empleados, necesitas una gran cartera de clientes para ser rentable. Para ser rentables, en DreamFit necesitamos un mínimo de 4.000 clientes por club.

 

¿El aumento de precio ha ido servido para no comprometer esa rentabilidad?

 

Si el precio ha ido aumentando del 19,90 a los 28 euros ha sido porque los números no daban. No se puede dar el mensaje al abonado de que por 19 euros al mes puede asistir a un gimnasio con estas prestaciones. Se está subiendo precio por necesidad y porque se da mucho servicio. El problema es la barrera de los 30 euros; si la superas perderás clientes porque entras en el segmento medio, donde se encuentran los centros concesionales con cuyas instalaciones no podemos competir.  

 

¿Teme a esa barrera?

 

Aún nos queda margen hasta llegar a tocar ese techo de cristal. Soy de los que piensan que hasta que lleguemos a ese momento, aún nos quedan cinco años. Creo que el segmento medio también irá subiendo el precio al ritmo de lo que marque el IPC.

 

 

El IVA cultural ha bajado, incluido el de los cines. ¿El sector fitness ha perdido su oportunidad de lograr la rebaja?

 

Sin duda. Hay políticos que nos han admitido que a estas alturas ya tendríamos el IVA bajado si lo hubiéramos reclamado más. Si los consistorios hubieran hecho mociones a favor de la reducción y la industria hubiera trabajado unido, ya lo hubiéramos conseguido. De los quince sectores a los que se aumentó el IVA en el año 2012, trece han logrado una rebaja. Ahora estamos más unidos y creo que podremos reconducir la situación y conseguir una reducción en dos o tres años. Por otro lado, tenemos que convencer a Bruselas de que el IVA sobre las empresas deportivas debe reducirse, porque esta tasa no es un hecho aislado en España. También ocurre en Francia, Italia o Alemania.

 

¿Qué otras vías existen para lograrlo?

 

En Alemania se permite desgravaciones en el IRPF a aquellas personas que asisten al gimnasio financiado por su empresa. Es una idea muy interesante porque provocaría que mucha más gente practicara deporte y viera un incentivo personal.

 

¿Qué valoración hace de la madurez que está asumiendo el sector?

 

En la última década había pocos operadores con poca intervención del mundo financiero. Hoy día tanto el segmento low cost, como el medio y el premium tienen empresas muy consolidadas. Actualmente hay cantidad de empresas, con un nivel de inversión en la última década por encima de los cien millones de euros entre las concesionales. La compra de Virgin Active por parte de Holmes Place es un reflejo de esa madurez.

 

¿Ese crecimiento del sector les lleva a decidir mejor en qué emplazamientos abrir?


Sin duda. La competencia en algunas regiones, tanto en el ámbito de los precios como en cuanto a la ocupación de espacios, nos ha llevado a crecer mediante adquisiciones. Ahora tenemos que ‘robar’ espacios y pelearnos por el mismo público. El que mejor lo hace es el que sobrevive.