Morales Box busca alcanzar diez gimnasios y dos millones de euros en 2022

Morales Box amplía su ring de gimnasios. La cadena de gimnasios boutiques de boxeo, fundada en 2016 por Cristian Morales, doble campeón de España de peso ligero, abrirá tres centros en 2022, tras haber empezado el año abriendo un nuevo gimnasio en Pozuelo (Madrid), alcanzando un total de siete centros. La cadena prevé ampliar su presencia en Madrid, donde estudia ubicaciones en los barrios de Salamanca, Goya y el centro de la capital, cerca de Chueca o Atocha, y otro en Málaga. Otra región en la que estudia ampliar su presencia es en el País Vasco. Para 2023, la cadena prevé otras seis aperturas, mientras que en 2024 espera poder sumar otros ocho locales, para rozar los 25 centros en el país.

Actualmente, tres de los locales son propios y cuatro son franquiciados y entre sus planes de expansión está previsto que uno de los centros ubicados en la capital sea propio. Para la compañía, abrir un centro de 450 metros cuadrados supone una inversión de entre 200.000 euros y 300.000 euros, en función de las obras en insonorización que se tengan que hacer. 

La cadena, que cuenta con alrededor de cincuenta empleados, ha cerrado 2021 con una cifra de negocio de más de 1,5 millones de euros, importe parecido al año del Covid-19, mientras que para 2022, espera superar los dos millones de euros de ingresos, gracias a la inyección que supondrá la apertura de nuevos centros.

Morales Box estudia abrir centros en Madrid, País Vasco y Málaga

La cadena ha terminado 2021 en número negros, igual que el año del Covid-19, tras haber realizado “muchos ajustes y muchas reducciones”, explica Cristian Morales, a Palco23. “Esperemos que para 2022 aumente el beneficio, que sea un curso sólido con el que se pueda hacer un plan de expansión real y precisiones, porque actualmente, con el coronavirus, no se puede hacer planes más allá de un mes o de quince días, y quien lo haya hecho es absurdo porque todo es muy volátil y cambia”, asegura.

Morales Box ha cerrado 2021 con entre 4.000 y 4.800 clientes activos, igual que en el año del Covid-19, pero por debajo de los entre 6.500 y 6.800 clientes que tenía por antes de la pandemia. “En septiembre de 2020 cogimos velocidad de crucero pero la evolución ha dependido de la incidencia del virus y del momento del año”, asegura.

En este contexto, el directivo afirma, que pese a que diciembre “no ha sido un buen mes” a causa de la variante ómicron, espera que entre el segundo y el tercer trimestre del año se puedan alcanzar los números pre pandemia. “Entre septiembre y noviembre de 2021 hemos rozado números prepandemia pero con la última ola y la Navidad, no se ha podido cumplir”, afirma.

La cadena invirtió en máquinas de renovación de aire y filtración de partículas para recuperar a los clientes que tenían dudas para volver a entrenar

Para poder lograr esta recuperación, la cadena ha invertido en máquinas de renovación de aire y filtración de partículas en todos sus locales, con el objetivo de “recuperar a aquellos clientes dudoso”. También mantiene las restricciones de aforo. Además, considera que “los clientes están más a gusto si sienten que todo el mundo está vacunado” por lo que no ve un impedimento en el certificado Covid-19, aunque “sigue habiendo un pequeño porcentaje que tiene miedo”.

El directivo asegura que lo que más ha afectado a la rentabilidad de negocio han sido las restricciones de movilidad y las limitaciones de aforo que en algunos casos, en 2021, llegaron a ser del 50%. “En Valencia, donde nos cerraron mucho tiempo, fue horrible, porque ni tan solo nos dieron un poder judicial para negociar un alquiler y te tienes que buscar la vida”, remarca. En esta línea, la cadena apostó por no cobrar ni cánones ni cuotas a sus franquiciados mientras había restricciones.