Fitness

Máis que Auga tantea diversificar con centros propios y prevé facturar 5,8 millones en 2017

La cadena gallega, que opera en el modelo concesional, está buscando ubicaciones para abrir centros propios bajo el concepto de proximidad para aumentar su presencia en el mercado español.

P. López

29 nov 2017 - 04:58

Máis que Auga, que facturó 5,5 millones de euros en 2016 con un ebitda de 1,2 millones de euros, prevé crecer un 6% en 2017

 

 

Máis que Auga quiere salir de su zona de confort. La compañía gallega, que desde 2010 opera en el modelo concesional, quiere expandirse por España y, sin renunciar a la gestión de centros municipales, tantea la diversificación hacia clubes propios. Según ha podido saber Palco23, la cadena no pretende replicar su modelo en Vigo, su área de influencia, sino crecer con instalaciones más pequeñas bajo el concepto de proximidad en el mercado gallego y español.

 

“No estamos cerrados al modelo concesional. Exploramos oportunidades en este segmento, pero ahora que estamos consolidados en Vigo, también queremos crecer con clubes propios”, explica a este diario Francisco Cortegoso, director de operaciones. Los motivos que han convencido a la cadena para dar el salto son la reducción de la inversión y la flexibilidad.

 

“No nos planteamos abrir centros multiservicios por la vía privada, porque implicaría una inversión muy amplia”, explica el directivo de la empresa, que ha invertido 28 millones de euros en los tres centros que opera en Vigo. “El club de proximidad no necesita instalaciones muy grandes ni zona de aguas, por lo que la inversión es más controlada y el alquiler te permite realizar una salida más rápida si el desarrollo del negocio no marcha bien”, afirma.

 

 

 

 

Esta estrategia de crecimiento llega siete años después de la puesta en marcha de su primer gimnasio en Coia (Vigo), al que cuatro meses después le siguió el de Barreiro. Sin embargo, los inicios de la compañía se remontan a 2008, cuando la UTE formada por la constructora Civis Global y Gaia ganaron el concurso. Esta asociación finalizó en 2014, cuando la empresa dedicada a la construcción compró el 50% del capital a la gestora gallega.

 

“Para la apertura del centro de Navia ya estábamos solos y contábamos con la experiencia en gestión”, indica. De hecho, desde la inauguración de esta instalación en 2015 la compañía disparó sus ingresos, que en 2016 fueron de 5,5 millones de euros, un 34,1% más que el año anterior y su cartera de clientes. “Hemos aumentado la cifra de abonados, superando los 29.000 socios y cursillistas de natación”, recalca sobre un aumento del 7% respecto a 2016. La compañía planea cerrar el año con una facturación de 5,8 millones de euros, un 6% más.

 

“Estamos satisfechos porque hemos sobrevivido a la llegada de nuevos operadores y a la batalla de precios. Hemos invertido en torno a 300.000 euros anuales en renovar equipamiento, realizar el rebranding, y llevar a cabo una venta más activa de abonos”, manifiesta. Según explica el directivo, la toma de decisiones vino precedida por un largo estudio sobre la oferta que existía en el mercado gallego.

 

 

 

 

Si bien los precios vienen fijados por la Administración, las cadenas en régimen de concesión pueden lanzar promociones, una alternativa que Máis que Auga desestimó. “Empezamos a notar la entrada del low cost, estudiamos otros casos en España y, tras debatir el modelo, decidimos dejar de lanzar promociones y centrarnos en el servicio”, comenta. De ahí que incorporaran servicios no incluidos en la cuota para generar ingresos atípicos, como el uso del spa. La compañía logró no perder clientes por este cambio de política porque optó por cobrar estos servicios a las nuevas altas, una estrategia que según Cortegoso sirvió para fidelizar.

 

La retención es uno de los desafíos de la compañía. “Cuando llegamos al sector en Vigo había una amplia demanda insatisfecha y poca penetración del fitness, pero cuando empezamos a operar tuvimos lista de espera”, recuerda. “En Vigo no existía una oferta amplia, de gimnasio, piscina, spa y pádel por un precio tan ajustado, eso generó un boom. Ahora están empezando a llegar más operadores”, avisa.

 

Ante esta situación, la compañía ha reforzado la formación continua de su plantilla. “Nos hemos adaptado a las amenazas del entorno poniendo el valor el servicio que ofrecemos a través de la implicación del equipo porque no queremos tener una actitud pasiva ante la gente”, recalca.

 

Actualmente, la compañía, de capital 100% gallego, gestiona tres instalaciones concesionales en Vigo, cuenta con más de 29.000 socios y 1,1 millones de accesos al año. Este año cerrará el ejercicio con una plantilla de 120 trabajadores, un 9% más que en 2016.