Fitness

Los gimnasios Town Sports entran en pérdidas por la presión del ‘low cost’

La cadena, que opera en el área de Nueva York, prepara un plan de choque, que incluye compra de cadenas y algunas desinversiones, tras perder 2,8 millones hasta junio.

Palco23

1 ago 2017 - 09:18

Town Sports no acaba de recuperar la forma. La cadena estadounidense de gimnasios ha anunciado unas pérdidas de 3,4 millones de dólares (2,8 millones de euros) durante los seis primeros meses de 2017, que contrastan con el beneficio de 13,8 millones de dólares (11,8 millones de euros) que ganó en el mismo período del año anterior. Los números rojos, según la compañía, responden a la presión del bajo coste y la política que siguieron para combatirla en años anteriores.

 

“La estrategia previa de convertirse en un gimnasio low cost resultó una presión adicional sobre los ingresos durante los últimos años”, explica la empresa, cuyas ventas en la primera mitad del ejercicio cayeron 1,6%, hasta 199 millones de dólares (170 millones de euros). Para mitigar este retroceso y la ausencia de extraordinarios fiscales, los costes operativos se recortaron un 5,7%, hasta 195,67 millones de dólares (167,16 millones de euros).

 

El problema para Town Sports es que “los nuevos abonados se unieron a tarifas mensuales más bajas y las cancelaciones de miembros que pagaban tarifas más altas impactaron negativamente los resultados de la compañía y la liquidez”, ya que representan el 77% de los ingresos. De ahí el plan de acción que se viene aplicando desde 2015 para recuperar la rentabilidad y la confianza de los inversores, ya que su valor en Bolsa se ha desplomado casi un 30% en estos tres años.

 

La dirección admite que los costes de haberse pasado al low cost siguen ahí y “la compañía continúa recuperándose de su estrategia previa de convertirse en un gimnasio de bajo coste”. De ahí que el foco de la nueva estrategia sea aumentar la base de clientes, además de buscar adquisiciones puntuales de cadenas como Lucille Roberts, cerrar aquellos centros que no sean rentables una vez venzan los contratos de alquiler y abrir pequeños puntos de venta de terceros en el interior de sus gimnasios.

 

El grupo, que suma 149 clubes y 551.000 abonados, admite en su presentación a inversores que su viabilidad futura depende del éxito de estas medidas, a las que podrían sumarse nuevas como la reducción de la plantilla y la venta de más activos que de entrada no estén a la venta. Su objetivo último, como admiten, es poder cumplir con sus acreedores e ir amortizando el crédito sindicado de 194,34 millones de dólares (166 millones de euros) y que, de no mediar refinanciación, debe amortizar en 2020.