Los gimnasios alemanes estudian acciones legales ante el cierre obligatorio

Los gimnasios alemanes se resisten al nuevo cierre. Los centros deportivos privados estudian acciones legales contra el Gobierno alemán, tras el cierre anunciado ayer por Angela Merkel como medida de prevención ante el coronavirus.

El cierre afecta a “todos aquellos equipamientos que puedan ser considerados de ocio”, señala el documento elaborado por el Gobierno y acorado con los líderes federales, que son los que legalmente deben tomar la decisión final sobre el cierre, según publica hoy HCM.

El cierre, que afecta a gimnasios y piscinas, entrará en vigor el 2 de noviembre y se mantendrá durante un mes. Para compensar a las empresas afectadas por las pérdidas que se deriven del cierre, se prevé una partida especial de 10.000 millones de euros.

Los datos del martes en Alemania mostraron que los casos aumentaron en 11.409, hasta 449.275 infectados, cuando Merkel advirtió que el sistema de salud alemán podría llegar a un punto de inflexión si las infecciones de coronavirus continúan aumentando.

La mayor potencia europea fue uno de los países europeos que mejor logró contener la primera ola del coronavirus. La vida pública en Alemania, que consiguió evitar el confinamiento total, comenzó a reactivarse a partir del 3 de mayo, comenzando por las escuelas.