Fitness

El capital riesgo aviva la batalla por el liderazgo del gimnasio ‘low cost’ en España

Tres de las cuatro mayores cadenas del segmento apoyan su negocio en las firmas de inversión o en la empresa matriz, que ayudan a compensar pérdidas en la carrera por lograr el liderazgo. Actualmente, el mercado suma más de 200 clubes de bajo coste.

Patricia López

15 ene 2018 - 04:58

Mientras que AltaFit negocia la entrada del capital riesgo, el negocio de McFit y Basic-Fit dependen de la matriz para conseguir liquidez o compensar pérdidas

 

 

Ampliaciones de capital desde la central y fondos de inversión que se aventuran a entrar en el sector del fitness. Así es como algunas de principales cadenas de gimnasios de bajo coste fortalecen su balance para crecer y seguir operando en una industria cada vez más competitiva, y que al cierre de 2017 sumaba al menos 226 gimnasios, según el índice elaborado por Palco23.  Mientras que los players internacionales se encomiendan a la matriz para crecer, algunas cadenas españolas han abierto su accionariado a las firmas de inversión para no quedarse atrás. En definitiva, se trata de facilitadores de capital que buscan un mismo objetivo: retorno económico.

 

Viva Gym ha sido la última en apoyarse en el capital riesgo para convertirse en la cadena de gimnasios líder del mercado ibérico. La británica Bridges Ventures, junto a Hermes PGE, ha sido el trampolín que le ha permitido adquirir la portuguesa Fitness Hut y crear un hólding, Viva Gym Group, que se ha convertido en el principal operador de la península en implantación, con 48 gimnasios. “Bridges hace inversiones buscando el impacto mercantil, pero también social. Ha invertido en cadenas como The Gym o Pure Gym, que como Viva Gym facilita el acceso al fitness a la sociedad”, explica a este diario Juan del Río, consejero delegado del grupo

 

Este impacto económico es el que también espera McFit de su filial ibérica. “Pronto estaremos en disposición de generar cash a la matriz”, aseguró a este diario en agosto Rafael Lirio, director general de McFit en España. Junto a DreamFit fue la primera cadena que introdujo el concepto de gimnasio de bajo coste en España en 2009 y, desde entonces, se ha apoyado en la central para equilibrar su balance, realizando tres ampliaciones de capital por valor de 1,1 millones de euros.

 

 

 

 

La central ha garantizado la operativa de su filial, pero ahora espera que ésta alcance el breakeven que le permita caminar sola o incluso reportarle beneficios. Esta búsqueda de la rentabilidad provocó que McFit, la segunda cadena con mayor número de centros low cost en España, aumentara la tarifa un 20%. En definitiva, modificó su modelo de negocio para adaptarse a un mercado que no está acostumbrado a pagar de más por el servicio de ducha o por las clases dirigidas presenciales. De este modo, la compañía intenta atajar los números rojos y abrazar los beneficios.

 

Basic-Fit, la tercera empresa low cost en implantación, sí optó por variar sensiblemente su modelo para poder competir con las empresas españolas. La multinacional es líder indiscutible en número de centros en Europa, especialmente en la zona del Benelux. Aunque en 2016 la filial ibérica creció a un ritmo de 55%, los números rojos de la multinacional fueron de 32,4 millones. Además, el año pasado cerró dos centros que la empresa ya no consideraba tan estratégicos en España e inauguró cinco más, la mitad de los que tenía previsto al inicio del ejercicio.

 

Los planes para 2018 se desconocen, pero la compañía dirigida por René Moos ha dado un giro a la expansión en los últimos meses para poner el foco en Francia. La importancia que ha cobrado el mercado galo es algo que la compañía ya admitió en su memoria semestral de cuentas, donde se recoge que “Francia está en la senda para convertirse en el mercado más grande de Basic-Fit”. Se trata de una región atomizada en la que a pesar de que L’Orange Bleue tiene el dominio en implantación, no ha sabido copar todo el país. De ahí que la cadena holandesa abriera 62 centros entre enero y septiembre de 2017.

 

 

 

 

Al igual que The Gym, operador británico de bajo coste, la cadena holandesa empezó a cotizar en Bolsa para conseguir liquidez y cancelar parte de su pasivo, una alternativa que de momento ningún operador español ha puesto en práctica. En cuanto a AltaFit, la compañía española sigue en lo más alto del podio en España en número de centros de bajo coste, pero en los dos últimos años ha sido de las compañías que más ha levantado el pie del acelerador.

 

Si en 2014 abrió catorce clubes pese a la aún incipiente recuperación económica, en 2017 sólo ha realizado dos aperturas, una de ellas de la marca Myst. Ahora la cadena liderada por José Antonio Sevilla quiere volver a crecer, motivo por el que está negociado su venta parcial al fondo MCH. ¿El motivo? Reducir su excesivo apalancamiento y plantar cara a sus rivales en un momento en que Viva Gym se ha convertido en el líder en número de gimnasios en la Península Ibérica.

 

El pulmón financiero de Bridges y Magenta sitúa a Viva Gym Group en una posición preponderante y AltaFit, que hasta ahora ha operado sin ayuda de un fondo, se plantea empezar a hacerlo.

Tras un 2017 en que varias cadenas del segmento han aprovechado para asimilar las inversiones pasadas, rastrear el mercado y batallar por las mejores ubicaciones, ¿cómo queda el mapa del low cost en España? El liderazgo en implantación sigue siendo de AltaFit con cuarenta clubes, pero McFit (36) le pisa los talones y ha conseguido rebasar a Basic-Fit (34).

 

 

 

Viva Gym, que fue la cadena de bajo coste que más centros abrió en 2017, cerró el año con 21, seguida de Fitness Place y DreamFit. Esta cadena espera igualar a Fitness Place con tres aperturas en cartera para 2018, tras un año en que abrió dos clubes en Segovia y Sevilla. Con una facturación en 2016 de 18,54 millones y un ebitda superior al 40%, el operador presidido por Rafael Cecilio por el momento ha crecido con recursos propios.

 

Una de las empresas que más ha acelerado en el segmento es Duet Fit, que con ocho instalaciones iguala a la madrileña FitUp. Mientras que el grupo liderado por Anselmo Méndez ha inaugurado cuatro centros en los últimos seis meses aprovechando la menor competencia del segmento en Barcelona, FitUp ha decidido crear una nueva marca de gimnasios para abrir clubes más pequeños y acelerar su crecimiento en la Comunidad de Madrid.

 

 

 

 

Precisamente la capital madrileña es la región que más ha atraído al bajo coste. Según el informe del low cost elaborado por la consultora Valgo, Madrid copó el 40% de la oferta de gimnasios. Barcelona es la segunda ciudad donde mayor implantación hay, lo que demuestra que las principales urbes del país han sido tradicionalmente un polo de atracción de este tipo de clubes.

 

Con todo, en los dos últimos años ciudades como Valencia y Zaragoza han despertado el interés de las cadenas que buscan nuevos mercados para expandirse. ¿Las claves? Conseguir las mejores ubicaciones antes que la competencia, seducir a la demanda insatisfecha, y explotar regiones inexploradas.