Fitness

Las cadenas se anticipan al BOE: ¿qué habrá de nuevo en los gimnasios?

Medición de temperatura, implantación de mamparas en la sala de fitness, luces ultravioleta purificadores de aire y alfombrillas higienizadas son algunos de las medidas que los gimnasios españoles esperan incorporar para garantizar la seguridad de sus clientes y trabajadores durante la reapertura.

Patricia López

5 may 2020 - 04:59

El Gobierno permitirá abrir instalaciones deportivas al aire libre a partir del 11 de mayo, pero los gimnasios aseguran que no operarán hasta que la seguridad esté garantizada

 

 

El Covid-19 se ha convertido en sinónimo de incertidumbre. Negocios que desconocen las condiciones de reapertura hasta horas antes de llevarla a cabo y protocolos a la espera de recibir el visto bueno definitivo de las autoridades han motivado a las empresas deportivas a preparar su vuelta a la actividad, en la mayoría de casos, consensuando medidas con sus competidores. En ese punto están los gimnasios españoles, que preparan su regreso anticipando acciones y pensando medidas adicionales para garantizar la seguridad de sus públicos.

 

Y todo ello, mientras se espera que el BOE aclare las condiciones y mientras algunos gobiernos autonómicos mueven ficha para anticiparse a los acontecimientos y dar margen a que se ejecuten las inversiones antes de abrir. Por ejemplo, un borrador de la Comunidad de Madrid marca las condiciones mínimas para la reapertura de gimnasios, mientras que la Secretaria General de l’Esport, el organismo del deporte de la Generalitat de Catalunya, apoyó implícitamente el protocolo diseñado por la cadena catalana DiR.

 

La mayoría de cadenas, sin embargo, afirman que seguirán las directrices marcadas por la patronal Fneid una vez el protocolo que presentó de manera proactiva al Consejo Superior de Deportes cuente con la aprobación de Sanidad.  “Luego, cada modelo de gimnasio o empresa generará sus medidas complementarias”, apunta un alto directivo de una de las principales cadenas de gimnasios del país. Y la consigna de muchos ellos es clara: “Midamos bien en qué invertimos y en qué no, porque muchas medidas deberían ser temporales”.

 

 

 

 

“Entendemos que los mínimos los marcará Sanidad, pero es todo muy confuso y me temo que no sabremos la realidad hasta horas antes”, apunta Carlos Leal, responsable de Inacua, la gestora de instalaciones deportivas de Ferrovial. El precedente más cercano son las órdenes ministeriales que se publicaron el pasado domingo en referencia a la reapertura del pequeño comercio programada para el día siguiente.

 

De ahí que las cadenas de gimnasios ya estén trabajando para poner a punto los centros. “Nos preocupa que no se pueda hacer uso de los vestuarios y que se limite el aforo al 30%; creo y confío en que con el tiempo se vayan suavizando las medidas restrictivas, ya que queremos volver con seguridad, pero teniendo capacidad de ser viables”, explica Alberto García, gerente de Fneid.

 

Las pautas presentadas por la patronal están siendo la referencia a seguir, pero algunas compañías han reforzado ese protocolo base. La gestora de centros deportivos municipales Claror y la gallega Serviocio-BeOne, entre otras, se plantean contratar a una empresa especializada en desinfección para reforzar este tipo de acciones, pero a groso modo seguirán contando con sus equipos de mantenimiento que intensificarán estas tareas.

 

Gabriel Domingo, director general de Claror, afirma que “antes de la apertura valoraremos la contratación de un servicio para hacer una gran desinfección en los centros, especialmente en el pabellón de Claror Marítim”, ubicado junto al Hospital del Mar y donde se ubicaron 72 camas para acoger pacientes con Covid-19. Superada esta fase, la idea es garantizar la desinfección con recursos propios “haciéndola extensiva a todo el equipo, no sólo al personal de mantenimiento”, añade.

 

 

 

 

Otra de las medidas adicionales es la medición de temperatura a la entrada del club. Tanto DiR como el boutique Veevo lo exigirán, y el borrador del Gobierno de la Comunidad de Madrid también lo establece. “Supongo que Sanidad establecerá unos mínimos y cada gobierno autonómico establecerá los suyos según la situación de cada región”, sospecha el directivo de una gestora de centros municipales que prefiere mantenerse en el anonimato. Aquí las tecnologías son diversas, y hay desde quien aboga por tomar la temperatura de forma manual, a quien apuesta por el uso de arcos que miden la temperatura corporal de forma automática con cámaras térmicas.

 

Otra de las cadenas con mayor número de abonados del sector afirma que apostará por medidas menos invasivas, como un arco que mida la temperatura de los clientes, purificadores de aire que acaben con el virus y alfombrillas higienizada para desinfectar el calzado de los clientes al acceder al club.

 

También se planea incidir en el desplazamiento de los clientes, de modo que se habiliten carriles unidireccionales con señalética para orientar a los abonados y garantizando dos metros de distancia física entre ellos, que es lo que ha dictado el Gobierno en el deporte profesional, en lugar de 1,5 metros, que es la distancia mínima propuesta por la Fneid. En cuanto al uso de vestuarios, algunas gestoras estudian incluso la implantación de mamparas en la zona de taquillas y la sustitución de los bancos por taburetes para reducir el riesgo de posible contagio.

 

Otras cadenas han contratado tecnología de luz ultravioleta para desinfectar las instalaciones. “En cinco minutos desinfecta con 99,9% de efectividad cualquier superficie seca o mojada de 11 metros cuadrados”, explica Pablo Viñaspre, que cofundador de los estudios boutique Veevo. También se habilitarán kits de desinfección en la entrada del club y se modificarán las sesiones de entrenamiento, que en este centro se apoyan en el contacto entre clientes. En este sentido, se ampliará a al menos dos metros la distancia física y no se organizará entrenamientos con contacto.

 

Una de las condiciones que no exige Fneid y que algunos centros están planteando es la instalación de mamparas protectoras entre los puestos de cardio, mientras que en la zona de musculación se señalizarán las distancias. Si bien la patronal sí que aboga por instalar mamparas en la recepción o en zonas donde no se pueda garantizar una distancia mínima de seguridad, algunas cadenas estudian adquirir separadores fenólicos. “Pueden dejar residuos y requerirá mucha limpieza”, advierte Leal, que se muestra más a favor de adoptar las recomendaciones de Fneid y establecer pautar de uso alterno de máquinas.

 

 

 

Es precisamente esta una de las medidas que más está obligando a los clubes a reorganizar sus espacios. Por ejemplo, Claror aprovechará las zonas de entrenamiento cubierto y al aire libre que dejará de utilizar por la cancelación del deporte escolar para reubicar espacios. “Adaptaremos la propuesta de actividad para que en el momento pico podamos doblar algunas sesiones o distanciarlas para evitar aglomeraciones, y redistribuiremos las máquinas de fitness, teniendo en cuenta la dirección de la exhalación del abonado”, apunta Domingo. 

 

Donde no hay unanimidad es el uso de mascarillas y guantes en el club. DiR ha decidido que sea obligatorio, aunque otros operadores se muestran escépticos. “Hemos visto que en China algunos usuarios las usan, y no dudo que se utilicen para desplazarse por el club, pero no es viable correr con la mascarilla puesta”, apunta Rafa Cecilio, presidente de DreamFit. Así lo considera Viñaspre, aunque ambos aseguran que el sector seguirá las pautas de lo que establezca Sanidad.

 

La patronal está pendiente de recibir el visto bueno de este organismo, pero de entrada pide reducir el aforo un 30% y hasta un 50% en los vestuarios, y garantizar el distanciamiento mínimo, entre otras medidas. Asimismo, aboga por facilitar EPIs obligatorios establecidos por las autoridades sanitarias a cada trabajador, aunque a diferencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid de momento no se ha pronunciado sobre el sistema de acceso al club.

 

También se pide evitar el acceso al club tecleando o un código o con la huella dactilar, por lo que los gimnasios que usen por otras opciones, como el de la tarjeta o la pulsera Rfid, ofrecen un sistema más seguro. El plus de los sistemas de acceso tecnológicos es que permiten garantizar el control de accesos, saber si se ha alcanzado el aforo permitido y bloquear la entrada hasta que otros clientes abandonen la instalación.

 

“Es un sistema que ya utilizamos para acceder al club y a las clases dirigidas mediante reserva, y estamos estudiando si lo implantamos en la sala de fitness”, explica Gustavo Rodríguez, director comercial y de márketing de BeOne. El directivo reconoce que lo más importante es “evitar la frustración se pueda generarse si el cliente llega al club y no puede acceder”. Algunos operadores contemplan que el sistema de reserva se haga extensivo a todo el club, de modo que cada cliente pida cita previa para poder acceder. Es algo que ya contempla el plan de desescalada del Gobierno. “Si lo hace y luego no viene, se liberaría automáticamente ese espacio y podría ser utilizado por otro abonado, como ocurre con las clases dirigidas”, añade. DiR, por su parte, ha detallado que los usuarios deberán hacer cola para acceder al club cuando este haya alcanzado el aforo máximo permitido.

 

Desde la industria del fitness insisten en posicionarse en la sociedad como el entorno más seguro para practicar deporte y combatir el Covid-19, por la experiencia que estos equipamientos tienen la limpieza de instalaciones y los protocolos de control de accesos con los que llevan tiempo operando. “Somos espacios donde poder hacer ejercicio físico con seguridad y donde fortalecer el sistema inmunológico, que es una de las mejores armas que tenemos hasta que llegue la vacuna”, apunta Josep Viladot, consejero delegado de Holmes Place.