Fitness
Las cadenas de gimnasios se preparan para el cierre de sus clubes por el coronavirus
Los directivos del sector del fitness confiesan que, a pesar de la inestabilidad del contexto actual, tendrán que cerrar los complejos deportivos, sean municipales o privados, por el brote de covid-19.
13 mar 2020 - 04:59
La crisis del coronavirus pone en jaque el negocio de las cadenas de gimnasios. Los directivos de las compañías del sector asumen que, más pronto que tarde, tendrán que cerrar sus instalaciones para contribuir al control de la ya considerada pandemia del covid-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Estamos a la espera de que nos notifiquen que debemos cerrar; creemos que es lo correcto, pero no podemos hacerlo hasta que lo decida el Gobierno porque, sino, ¿cómo justifico el cierre?”, explica el director general de una de las principales cadenas de gimnasios.
Es una impresión compartida por varios operadores que, por el momento, no han decidido cerrar sus instalaciones de manera unilateral porque prefieren que sea la Administración la que decrete el protocolo. “No queremos tomar decisiones unilateralmente porque no somos dueños de las concesiones; entendemos que cerrar es lo correcto, pero la decisión debe venir de los ayuntamientos”, explica a Palco23 el consejero delegado de Servicio-BeOne, Roberto Ramos. La compañía opera 35 instalaciones y cuatro de ellas han cerrado en la Comunidad de Madrid por petición del consistorio.
Son numerosos los empresarios que apuntan a la necesidad de que haya una fuerza mayor que obligue al cierre. Esta es una cuestión de gran relevancia, en tanto que, si el cierre por “causa mayor” lo ordena la administración pública, no procede la devolución del importe de la cuota o abono, que es algo que no deja de preocupar a las cadenas. Algunos centros ya se han resentido y han tenido bajas por el temor de los clientes a entrenar, o porque creen que su club acabará cerrando.
Se estima que el sector de los gimnasios privados y en régimen de concesión cerró 2019 con unas ventas agregadas de 1.075 millones de euros en España, un 5% más, según Observatorio Sectorial DBK de Informa. La previsión para 2020 es mejorar las ventas entre un 3% y un 4%, una estimación realizada antes de que la crisis del coronavirus llegara a España.
El gerente de la patronal de los gimnasios Fneid, Alberto García, afirma que “entendemos que si estamos ante una emergencia sanitaria hay que tomar medidas drásticas como el cierre de las instalaciones, y las apoyaremos, pero necesitamos el apoyo de las administraciones”. Es por ello que, a través de la patronal Ceoe, han hecho llegar una serie de peticiones como medidas para agilizar y facilitar los Ertes (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y considerar que todos estos procedimientos provocados por el coronavirus sean considerados como causa de fuerza mayor para contar con la necesaria ayuda del sistema público.
También se pide el aplazamiento del pago del IVA, entre otros impuestos, líneas de créditos con condiciones extraordinarias para las Pymes para dar liquidez a los empresarios y una medida a nivel colectivo, como es la exención del pago de la renta cuando la actividad que se desarrolla en un local deba cesar como consecuencia del covid-19. Desde la patronal de los gimnasios admiten que la situación se alargará a meses y que el sector está ante la peor crisis que ha vivido.
Fneid pide al Gobierno líneas de créditros para los empresarios y que el sistema público cubra todos los Ertes firmados como consecuencia de la pandemia
Otras cadenas, como GO fit, Metropolitan y Brooklyn Fitboxing, se han anticipado a la Administración y han decidido no abrir sus instalaciones, exponiéndose a una caída en su negocio que no saben si podrán recuperar. “No lo hacemos obligados, lo hacemos de forma voluntaria”, recuerdan desde la cadena de clubes premium, que ha clausurado de forma temporal sus cuatro complejos de la capital española.
“La medida se ha tomado anteponiendo la seguridad de los clientes y el personal de los centros a cualquier otra consideración empresarial”, comentan desde Brooklyn Fitboxing, que opera 53 centros en la Comunidad de Madrid y tres más en el País Vasco, las dos comunidades autónomas donde ha decidido cerrar.
GO fit, por su parte, defiende el cierre de manera indefinida al entender que “por encima de cualquier circunstancia o interés está la vida y la seguridad de nuestros clientes y empleados”. En palabras de Gabriel Sáez, presidente ejecutivo de la compañía, “queremos aportar nuestro grano de arena a la solución de un problema grave y complejo como es el control de una pandemia”.
El resto de las compañías ha cerrado las instalaciones municipales por decisión de los ayuntamientos, como ha ocurrido con cuatro instalaciones de Serviocio-BeOne y con dos complejos de Enjoy Wellness en Madrid y Móstoles. A estas se han sumado Claror, CET10, Duet Sports, Eurofitness y Holmes Place, entre otras, que mantendrán inoperativas sus centros municipales de Barcelona tras la petición del consistorio de la capital catalana.
Al margen de los tres centros municipales que cerrará durante al menos dos semanas, Holmes Place planea mantener abiertos los otros trece clubes propios que tiene en Barcelona, Madrid, Valencia, Granada y Zaragoza. “De momento seguirán operativos, pendientes de si el equipo que tenemos operativo puede dar un servicio seguro y de calidad”, explica Josep Viladot, consejero delegado de la filial española del grupo británico.
GO fit y Brooklyn Fitboxing se han anticipado a la Administración y han decidido no abrir sus instalaciones
Las cadenas han reforzado las labores de limpieza y desinfección de los centros deportivos y otras, como Fitup, también han reducido un 30% el aforo de todos sus centros para evitar que la pandemia se expanda. “Llevaremos a cabo todos los protocolos y recomendaciones que dé Sanidad”, afirma su director general, Carlos Castañeda, que tiene trece instalaciones en la Comunidad de Madrid, una de las regiones más afectadas por el coronavirus.
Todas las compañías asumen que tarde o temprano España acabará tomando medidas como las que se han llevado a cabo en Italia, donde el pasado domingo se decretó el cierre de todos los gimnasios, teatros, discotecas y museos del país hasta el 3 de abril. “Tenemos todo preparado para actuar en consecuencia; de momento, sigue habiendo afluencia de clientes, manifiestamente inferior a lo que es habitual, a los que estamos obligados a dar servicio hasta que las autoridades nos indiquen otra cosa”, explican desde la gallega Supera.
De momento no se puede cuantificar el impacto que tendría esta medida en España porque depende de durante cuánto tiempo se mantengan cerrados los centros, aunque un directivo del sector afirma que “un cierre de un mes de duración dejaría muy tocado nuestro negocio”. De ahí que la mayoría de las cadenas contemplen pedir indemnizaciones a la Administración para, a su vez, compensar a los abonados y amortiguar el efecto del cierre. “Aún estamos valorando la situación, pero no descartamos pedir compensaciones”, apunta Roberto Ramos, de BeOne.
Madrid y Barcelona han anunciado el cierre de sus instalaciones deportivas municipales
Fuentes del sector afirman que no es descartable que las gestoras de centros municipales dialoguen para alinear las estrategias, sobre todo entre aquellas que operan en las mismas regiones, con el fin de pedir a la Administración local o autonómica dicha compensación. Otras cadenas de centros propios apuntan a que “si es una situación de emergencia y el cierre es por fuerza mayor, esta industria como tantas otras necesitará de esas ayudas”, afirma.
Entre las medidas que ya ha comunicado el Gobierno de Pedro Sánchez está el aplazamiento y fraccionamiento del pago de impuestos hasta seis meses, así como una batería de medidas económicas y sociales que supondrán una inyección de 18.225 millones de euros, de los cuales 14.400 millones se destinarán a pymes y autónomos. Asimismo, se lanzará una línea del Instituto de Crédito Oficial (ICO) dotada de 400 millones de euros con crédito para empresas y autónomos del sector del transporte, turismo y hostelería, en el que no se enmarca la industria deportiva.