Fitness

La gallega Dos Deporte sale de compras y adquiere un gimnasio a Díaz Ferrán en Fuenlabrada

La cadena ganó la puja por la gestión de una instalación anteriormente explotada por Trapsa, la sociedad del expresidente de la patronal Ceoe. Tras años en situación concursal, la nueva adjudicataria plantea un lavado de cara con una inversión de 500.000 euros.

Patricia López

23 mar 2018 - 04:59

Con esta concesión, Dos Deporte suma tres centros municipales, dos de ellos en Madrid y uno en A Coruña

 

 

Dos Deporte vuelve a apostar por las adquisiciones para crecer en Madrid. La cadena gallega abrió su primer club en la capital en 2013 al hacerse con la explotación de un gimnasio gestionado por el colegio Sagrada Familia. Según ha sabido Palco23, ahora la compañía ha comprado la concesión de Fitness Naranjo, un centro deportivo municipal de Fuenlabrada, al que destinará 500.000 euros para renovar los espacios y el equipamiento.

 

Se trata de una instalación construida por Trapsa, la sociedad que Gerardo Díaz Ferrán, fundador de Viajes Marsans y expresidente de la patronal Ceoe, creó para gestionar centros municipales. El precio de adjudicación ronda el millón de euros, aunque según el acta de la subasta al que ha accedido este diario el valor de la concesión administrativa era de 2,36 millones de euros, incluida la instalación, el equipamiento y el pago de la deuda que existía con Abanca.

 

En 2003 se hizo con el contrato de obra y explotación por un plazo de cincuenta años, pero con el estallido de la crisis económica la sociedad entró en concurso de acreedores y posterior liquidación en julio de 2017. En octubre Dos Deporte se sumó a la puja por la compra de la concesión, de la que resultó ganadora a finales de año. El administrador concursal también ofreció la concesión a Forus, Enjoy Wellness, Supera, BeOne y Ferrovial, pero Dos Deporte fue la única que presentó oferta.

 

 

 

 

Sin embargo no ha sido hasta las últimas semanas cuando la compañía ha empezado a gestionar el complejo. En Semana Santa echará el cierre temporalmente para acometer las renovaciones que ha planeado, y que pasan por realizar el rebranding, pintar la instalación, mejorar el mantenimiento de la piscina y renovar todo el equipamiento con la marca Life Fitness.

 

Fuentes de la compañía han asegurado a este diario que absorberá la plantilla de treinta personas y que no descartan ampliarla en un futuro en el caso de que sea necesario. “Vamos a formarles en los programas de Les Mills y en cursos de agua para mejorar el servicio”, explica el director del gimnasio, Jaime Rosado.

 

También se ha suprimido uno de los abonos más económicos, pero se han mantenido los precios de la cuota estándar y familiar. “Al estar en situación concursal, no había dirección técnica ni operativa; las decisiones que se tomaban afectaban a la contabilidad, y se decidió reducir los precios. Ahora tenemos que explicar a los usuarios cada ajuste para que lo entiendan”, comenta.

 

Esta operación ha permitido a la cadena asumir una cartera de 2.500 clientes, con la aspiración de ampliarla a 3.500 abonados a partir de septiembre. “Es un objetivo que creemos que podemos conseguir si mejoramos el servicio y hacemos un lavado de imagen”, asegura. No es un desafío nuevo para la empresa, que en 2013 se hizo con la gestión del club que explota junto al Colegio Sagrada Familia, en el madrileño barrio de Moratalaz. “Cuando entramos estaba en pérdidas y dábamos servicio a 700 clientes, y ahora tenemos más de 3.500 socios”, explica.

 

 

El último activo de Trapsa, adjudicado

 

A través de esta Trapsa, Gerardo Díaz creó diversas sociedades que se adjudicaron concesiones de centros deportivos en épica de bonanza. Una de ellas fue Prosport, concesionaria del centro de Fuenlabrada en el que ya opera Dos Deporte. Este ha sido el último activo adjudicado mediante subasta, después de que en los últimos meses Forus se hiciera con los centros de El Saladillo (Huelva) y de Jerez Sur. BeOne fue una de las primeras empresas que aprovechó la oportunidad de recuperar uno de los centros que Trapsa dejó en desuso. La empresa gallega compró la concesión de un club en Boadilla en noviembre de 2016, dos años después de que la sociedad de Díaz Ferrán entrara en concurso.