Fitness

Entre la especialización y el entrenamiento 'Hiit': las claves del gimnasio femenino

Patricia López

29 mar 2017 - 04:55

El deporte no deja de aumentar su tasa de penetración entre el público femenino. Según datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la práctica deportiva entre las mujeres ha crecido 17 puntos porcentuales en la última década, hecho que ha provocado que el segmento femenino se haya convertido en un auténtico filón para el sector del fitness.

 

Prueba de ello es que los centros exclusivos para mujeres han proliferado en los últimos años. Arsenal Femenino fue pionero en 1995, cuando creó en Barcelona su primer gimnasio dirigido a este público y, en el año 2000, Curves aterrizó en la península con su primer estudio en Guadalajara. Desde entonces, la cadena ha tejido una red de setenta centros y otras compañías, como Be You Woman, Giveme5 y B3B Woman Studio, han entrado en el negocio. Pero, ¿qué en qué se diferencian del club multiservicio y por qué se han convertido en un concepto de éxito?

 

Lisi Romeo, fundadora de los gimnasios Arsenal Femenino, señala que la clave está en la especialización. “Hemos detectado las tendencias que buscan, por eso les ofrecemos sesiones de boxeo y defensa personal que les hacen disminuir el estrés y sentirse seguras, así como entrenamiento funcional, CrossFit, clases de abdominales hipopresivos y total barre para cuidar figura”, detalla la directiva.

 

GIVEME5 650 maquinas
Los clubs femeninos ven en la personalización de su método de entrenamiento la clave de su éxito. / Giveme5

 

Es una visión que comparte Juan Garaizar, fundador de B3B Woman Studio, que para diferenciarse de la competencia se ha empapado de las tendencias que reinan en Estados Unidos y Reino Unido, y ha desarrollado un método de entrenamiento adaptado a las mujeres que combina cycling, boxeo y ballet. "La oportunidad de negocio depende del valor diferencial que aporte. Ser un club femenino sin más es arriesgado porque la barrera de entrenada de un competidor es muy baja", explica.

 

"Al observar el mercado vi que había una demanda no cubierta porque no existía ninguna actividad de alta intensidad exclusivamente dirigida a mujeres. A partir de ahí desarrollamos el programa adaptado a sus características físicas y objetivos", comenta el ejecutivo al definir el nicho de mercado en el que opera. En cambio, un club que no supo adaptarse a las nuevas tendencias fue el Arsenal Iradier, motivo por el que finalmente cerró y Metropolitan pasó a gestionar la instalación bajo su marca.

 

La especialización y la diferenciación son dos de los objetivos que persigue Francisco Murcia, consejero delegado de Giveme5. "El cuerpo de  una mujer no es igual al del hombre, y por lo tanto exigen unos requerimientos y unas necesidades diferentes. Funcionamos como otro gimnasio al uso, con la diferencia de que todas nuestras clientas pasan por una serie de test que nos permiten adaptar todo el proceso de entrenamiento a sus características y objetivos", comenta.

 

Desde Curves insisten en que para captar y fidelizar a sus socias llevan a cabo una campaña de concienciación sobre la importancia del deporte para estar sana. Este factor, unido a que "algunas mujeres rehuyen los gimnasios mixtos porque les resultan intimidantes", ha dado lugar al crecimiento de la cadena, detalla Lorena Martín, directora de ventas de la filial ibérica.

 

"Apostamos por máquinas de resistencia hidráulica en lugar de otros equipamientos que no son aptos para todo tipo de cuerpos, fomentamos un entorno íntimo y amistoso en lugar de operar en instalaciones grandes y frías y hemos diseñado un circuito de 30 minutos de duración para que se ejerciten de manera segura y eficiente", comenta la directiva.

 

Más allá del tipo de entrenamiento, el crecimiento de los estudios femeninos responde a una búsqueda de la comodidad que algunas mujeres no han logrado encontrar en los clubs mixtos.  “Tratamos de ofrecerle, en un mismo club, servicios hechos a su medida. Por eso contamos con sala de fitness, actividades dirigidas, servicios de estética y restaurante", detalla Lisi Romeo. “Lo que buscan es alejarse de su día a día y dedicarse tiempo a sí mismas, por eso les ofrecemos un entorno de tranquilidad, relajación y privacidad”, concluye la responsable, cuyos clientas pagan 150 euros al mes.

 

"Muchas no quieren entrenar con hombres porque se sienten observadas o incómodas. La plantilla está formada íntegramente por entrenadoras para que las clientas hagan ejercicio sin complejos", añade Murcia sobre la importancia de generar un entorno cómodo para las usuarias.

 

El deporte, cada vez más cerca del público femenino

 

Los éxitos del deporte femenino español y la creciente preocupación de las instituciones públicas para fomentar la práctica deportiva entre las mujeres ha favorecido el aumento del número de practicantes en este segmento.

 

Sin ir más lejos, en los últimos diez años el número de fichas femeninas de federaciones deportivas han crecido un 2,5% y en casi 200.000 licencias, mientras que el porcentaje de mujeres que practican deporte ha crecido del 30% en 2005 al 47,5% en 2015, según la encuesta de hábitos deportivos elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

 

Llama especialmente la atención que la población femenina conforma una masa crítica para los gimnasios. Según este estudio, mientras que el 79% de los hombres prefieren hacer ejercicio al aire libre, por el 60% de las mujeres, el 44,6% de ellas realizó ejercicio en un gimnasio público o privado, por el 29,3% del público masculino.