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El renacer de Hydra: inversión de medio millón para renovar su club de Bilbao

La cadena de gimnasios llegó a operar siete gimnasios en el País Vasco y Pamplona, pero se vio obligada a replegarse por falta de rentabilidad, y ahora aspira a volver a crecer modernizando sus instalaciones.

P. López

22 feb 2018 - 04:57

El renacer de Hydra: inversión de medio millón para renovar su club de Bilbao

 

 

Hydra se prepara para crecer tras años de repliegue. La cadena de clubes premium ha dejado atrás los efectos de la crisis económica y ha fijado los pilares de su negocio para los próximos años. Tras modernizar sus instalaciones, la compañía se plantea dar entrada al segmento boutique. Es así como planea actualizar su oferta tras años sufriendo el aumento de la competencia, que le ha llevado a cerrar un centro en Bilbao.

 

Fundada en 1985, la compañía llegó a tejer una red de siete clubes en el País Vasco y Navarra. Sin embargo, las dificultades económicas también la llevaron a no renovar una concesión en San Sebastián, abandonar un espacio de wellness que gestionaba en el hotel de lujo de la capital guipuzcoana, y cerrar en Bilbao.

 

“Allí abrimos en 2003 y los once primeros años fueron muy buenos, pero el aumento de la competencia nos perjudicó”, rememora Telmo Casla, director general y máximo accionista del club que opera el Centro Comercial de Artea (Bilbao). “Este negocio es como andar en bicicleta: si no pedaleas, te caes. Es un negocio tan intenso en inversión que tuvimos que cerrar”, argumenta, sobre la entrada de nuevos players en el País Vasco, como Metropolitan.

 

 

 

 

En la actualidad la marca opera en Pamplona, Vitoria y Bilbao con centros propios. Mientras que los dos primeros están gestionados por una sociedad dirigida por el empresario Jorge García, el de Bilbao pertenece a Casla, como accionista mayoritario, junto a otros tres socios.

 

Los tres centros operaron juntos a través de una misma empresa matriz, pero en 2011 se llevó a cabo una reestructuración societaria que supuso la segregación del negocio. En la actualidad, las tres instalaciones operan bajo la misma marca, Hydra, pero pertenecen a compañías diferentes.

 

Como parte del plan de renovación del gimnasio de Artea, se ha apostado por la gamificación acuática. Se ha desarrollado un sistema de luces en la piscina, que marcan la velocidad a la que debe nadar el usuario. “Hemos desarrollado este sistema porque muchos de nuestros clientes lo utilizan para preparar el triatlón, y queríamos ofrecerles un valor añadido”, justifica.

 

 

 

 

Tras facturar 1,6 millones de euros y crecer en torno a un 8%, ahora prevé invertir 500.000 euros en renovar el equipamiento deportivo, habilitar una zona boutique y pistas de pádel indoor en Bilbao. “Lo estamos estudiando con sumo cuidado porque la rentabilidad es clave. El concepto boutique lo planteamos como un córner, que ofrece un servicio más personalizado, con un precio adicional. La rentabilidad no se resiente tanto porque compartes los costes”, señala el directivo.

 

En lo que concierne a los servicios prestados, la compañía espera seguir dando relevancia a la natación. “Hacemos rehabilitación en el agua y clases para embarazadas. Es clave hacerlo porque así garantizas que no se den de baja y que, cuando den a luz, sigan inscritas para hacer natación junto al bebé”, indica.

 

Una de la batalla en la que están participando la mayoría de operadores del sector es la búsqueda de la ubicación ideal para abrir. Por ejemplo, Hydra ha optado por operar dos de sus gimnasios en centros comerciales, aprovechando que cuentan con espacio suficiente para inaugurar clubes de grandes dimensiones. “Decidimos dar el salto a Getxo comprando el terreno y construyendo el club junto al centro comercial, en una zona de tránsito cercana a Bilbao. La ubicación es clave”, afirma Casla.