El ‘gym’ público resiste al privado: el 61,3% de los abonados de Barcelona elige el CEM

El gimnasio público sigue dominando el sector del fitness en Barcelona. En un momento de incipiente crecimiento de la oferta low cost y de los clubes 24 horas, los centros públicos resisten en la competencia y siguen siendo la opción preferida de la mayoría de los usuarios inscritos en un gimnasio. Según una encuesta realizada por el Ayuntamiento de Barcelona, el 61,3% de los abonados de la ciudad elige el Centro Deportivo Municipal (CEM).

Este tipo de instalaciones destacan por ser un punto de encuentro para la práctica deportiva para los grupos de edad más jóvenes y más veteranos. El informe, al que ha tenido acceso Palco23, refleja que las franjas de edad que más se decantan por los clubes públicos son las que comprenden los 25 y los 34 años, y los 55 y 64 años, con un 67,3% y 65,3%, respectivamente. Los gimnasios privados, por su parte, gustan especialmente a la población de entre 45 y 54 años, pero incluso en este grupo de edad el gym público tiene mayor penetración.

No obstante, el nivel de satisfacción hacia el gimnasio privado es ligeramente superior que hacia el público. De hecho, la única franja de edad que valora mejor los CEM son los de la franja de 55-64 años. Con todo, la sociedad barcelonesa aprueba con nota a sus centros, puesto que presentan un nivel de satisfacción medio de ocho sobre diez. Por género, los hombres valoran mejor las instalaciones privadas con una nota de 8,2, mientras que las mujeres se decantan por las públicas, con un resultado medio de 8,1.

Los 39 centros deportivos municipales de la ciudad ingresaron 93,29 millones en 2016, con un beneficio de y 3,7 millones de euros

En cuanto al nivel de uso de las instalaciones, casi seis de cada diez barceloneses no asistió al club pese a estar inscrito, un dato que aumentó hasta el 70,1% entre el público femenino, según refleja la encuesta, elaborada durante el mes el pasado marzo a 1.000 personas. Aunque los hombres fueron más constantes a la hora de acudir al gimnasio, el 56,7% no asistió durante el último mes. El informe no explica a qué se debe esta tasa de ausencia, pero podría deberse a que los barceloneses prefieren practicar deportes que no necesariamente requieren estar inscritos en un gimnasio.

Entre las principales compañías que explotan los CEM de Barcelona están la Fundació Claror, Eurofitness, Holmes Place y CET10, que operan en régimen de concesión administrativa. Hasta abril, Barcelona contaba con 193.611 abonados a un centro público, una cifra que superaba el umbral de los mejores niveles precrisis.

La tendencia alcista del número de clientes que reciben estas instalaciones provocó que los gimnasios públicos se reconciliaran con la rentabilidad. Los 39 centros municipales que operan en la ciudad cerraron 2016 con unos ingresos de 93,29 millones de euros y un resultado neto de 3,7 millones de euros.

Sin embargo, no todas estas instalaciones fueron rentables. De hecho, el 76,93% obtuvieron beneficios, mientras que el 23,07% restante fueron deficitarias. La buena noticia es que este porcentaje ha caído siete puntos porcentuales respecto a 2015.