Fitness

El ‘cycling’, de la rutina al espectáculo para reinar en el gimnasio

El ciclo-indoor se ha convertido en una de las actividades dirigidas que más ha evolucionado en el fitness español, impulsada por la digitalización y la formación continua de los instructores. 

P. López

14 dic 2017 - 04:59

El cycling actual se mueve entre la experiencia y la profesionalización, tras abandonar las prácticas lesivas que prevalecieron durante los años noventa

 

 

El ciclismo fue el deporte más practicado en España en 2015, con una penetración del 38,7% de la población. Así se desprende de los datos facilitados por la Encuesta de Hábitos Deportivos en España en 2015, elaborada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Se trata de una realidad de la que el sector del fitness no es ajeno y que trata de explotar a través de clases dirigidas que generan bienestar físico y engagement. Por algo sigue siéndola clase dirigida por excelencia, pero ¿cuál es su futuro?

 

“El cycling ha dejado de ser aeróbic encima de la bicicleta para convertirse en un entrenamiento más controlado y conectado”, define Eva García, responsable para España y Portugal del programa Spinning, pionero en España. “Antes, en la sesión se pedía a los usuarios realizar movimientos que nada tenían que ver con el ciclismo, como hacer flexiones en el manillar o pedalear con una sola pierna”, admite Matías Gago, uno de los coordinadores técnicos de BeOne. “Ahora prevalece mantener una buena posición sobre la bicicleta para evitar cualquier tipo de lesión”, añade.

 

“El ciclismo indoor es la actividad dirigida más utilizada en España y una de las que más ha evolucionado en los últimos años”, subraya Álex Ruiz, experto en ciclo-indoor de AltaFit. La disciplina, que llegó a España en el año 2000 de la mano de DiR, se ha adaptado a los nuevos tiempos y a las nuevas reivindicaciones de un guion que exige mayor profesionalidad y más protocolos que quince años atrás.

 

 

 

 

La evolución del ciclo-indoor también ha estado marcada por la incorporación del entrenamiento por vatios en lugar de por cadencia. “Está a la orden del día. Es el presente y el futuro de esta disciplina, porque permite que el entrenamiento sea mucho más eficaz y optimizado, lo que ha provocado que se mejoren los resultados”, indica García.

 

“El entrenamiento por vatios ha sido una gran influencia del outdoor. En los medidores de calidad por potencia las bicicletas no exigen llevar banda, tienen potenciómetros, que a diferencia de la banda de frecuencia cardiaca son más estables y fiables”, manifiesta Francisco Laguna, responsable del desarrollo de negocio de Indoor Cycling Group (ICG), propiedad de Life Fitness.

 

De ahí que las salas de ciclo de los gimnasios atraigan, cada vez más, a triatletas y ciclistas profesionales. De hecho, esta actividad ha ayudado a atraer al gimnasio a atletas y ciclistas que tradicionalmente entrenaban al aire libre. En este sentido, Laguna asegura que “la incorporación en los últimos años de cuantificadores de intensidad ha permitido que la parte lúdica y de entrenamiento de esta actividad encuentren un punto de encuentro por primera vez”.

 

 

 

 

Los directivos del sector afirman que más allá de la experiencia del usuario que asiste a la clase, lo que más ha evolucionado ha sido la práctica de la disciplina. “Antes estaba muy enfocado a la diversión y la música. Se llevaban a cabo técnicas un poco lesivas e inadecuadas, pero ahora tenemos más información sobre esta actividad, y las cadenas la hemos enfocado más al entrenamiento más controlado”, admite Roberto Vidal responsable del desarrollo de ADAPTIV bike, el programa de cycling de Go Fit.

 

Esta profesionalización ha empujado a las cadenas a crear sus propios programas de formación de instructores o a ponerse en manos de los fabricantes, como Spinning, Life Fitness o Technogym, que a través de un equipo de master trainers facilitan la formación a los técnicos para garantizar que las sesiones se realizan en condiciones de seguridad para todo tipo de usuarios.

 

“Hay muchas escuelas de formación distintas y creíamos que nosotros teníamos que posicionarnos, ofrecer un buen entrenamiento y seguridad en la práctica, para intentar que algún clientes se lesionara. Ese era el primer punto y el más importante”, aclara el responsable en ciclo-indoor de AltaFit.

 

 

 

 

La gamificación es un punto clave en este sentido, ya que “la conectividad y la visualización de las métricas de cada usuario permiten al instructor premiar a los que mejor cumplen el entrenamiento fijado. Es interesante porque estimulas a que el abonado a realizar el ejercicio correctamente y generas engagement”, comenta Vidal.

 

Pese a que García considera que el cycling actual se ha alejado del “show de música y luces” que prevaleció durante los años 2000, algunos operadores consideran que este factor sigue siendo de vital importancia. “Las salas se han ido especializando, pasando de ser una sala sencilla con bicicletas a ser salas temáticas, con proyecciones, luces y un equipo de música potente”, comenta Daniel Serrano, director técnico grupo Duet. El ejecutivo asegura que “el 80% de sus abonados buscan una experiencia”, motivo por el que le da “más importancia a la espectacularidad y el clima de la sala que al entreno en sí”.

 

Es el recorrido que han hecho numerosas cadenas, que han actualizado esta disciplina para hacer frente a la competencia de centros boutique que explotan un concepto de un concepto de cycling experiencial, de gran éxito en Estados Unidos de la mano de Soulcycle o Flyweel. Este modelo está empezando a penetrar en España con marcas como Lovecycle, que han empujado a los gimnasios tradicionales a mejorar su oferta.

 

Algunos directivos de gimnasios admiten empresas como Peloton, que fabrica bicicletas estáticas para el hogar que incorporan una pantalla para que el usuario participe en clases dirigidas, rivalizan de lleno con el club tradicional. No es de extrañar que, en este contexto, las cadenas hayan intensificado su pedaleo para mejorar la experiencia del usuario que acude al club.