Fitness

El flamenco y el ballet pugnan por subir al podio de las dirigidas del gimnasio

Los operadores indican que la especialización y la retención de usuarios son las claves que explican por qué la danza se ha hecho un hueco en el gimnasio, frente a fórmulas consolidadas como el zumba.

Patricia López

26 sep 2017 - 04:59

El flamenco y el ballet aspiran al podio de las dirigidas del gimnasio

 

Que el baile se ha asentado en el gimnasio es una realidad, pero igual que cada verano tiene su canción, los usuarios empiezan a pedir más variedad. Un estudio elaborado por Life Fitness señala que el 59% de los abonados asiste normalmente a entre una y tres clases dirigidas. De ahí que las cadenas estén diversificando su parrilla con vistas a retener al público que ha encontrado en esa oferta su gran aliciente para asistir al club. Los proveedores de programas de ejercicios han detectado las disciplinas emergentes con el fin de modernizar su oferta y ampliar sus ventas, ante el aviso que empieza a suponer el auge de los centros boutique de ballet: o se adaptan, o el cliente buscará fuera del club lo que el centro no le ofrece.

 

DiR fue una de las primeras cadenas de gimnasios que incorporó Ballet Fit, una disciplina creada por la bailarina Gloria Morales dirigida a un “público que busca notificar y corrección postural”, explica Robert Herráez, codirector de fitness de DiR. “La añadimos a la parrilla porque buscábamos un nicho de mercado diferente”, detalla. Dadas las perspectivas de la marca, la agencia de márketing You First Sports creó una joint venture con Morales para explotar la licencia y llevar la disciplina a otros centros.

 

Pero, ¿por qué la danza empieza a tener presencia en el gym?El fitness español no pierde de vista las tendencias en Estados Unidos, y hemos detectado que allí el ballet tiene mucho éxito, así que decidimos formar parte del negocio”, explica Anna Arranz, directora de Ballet Fit en You First. La disciplina ya está implantada en la red DiR, en la academia de baile especializada Ritmic BCN y en el centro boutique Nakedconcept. “El objetivo es que se imparta en diferentes cadenas que operan en España para luego expandirlo internacionalmente”, comenta.

 

 

Claror también ha ido dando protagonismo a las clases coreografiadas, como bailes exóticos, bhangra, danza del vientre, sevillanas, danza moderna y funky. “Con este tipo de clases conseguimos aumentar el nivel de motivación de los trabajadores, que son los que impulsan estas sesiones por iniciativa propia”, indica Miguel Ángel Martínez, director de innovación y calidad deportiva. El ejecutivo admite que aunque “este tipo de actividades no las ubicamos como un elemento de captación importante, conseguimos fidelizar a un grupo de personas”.

 

Fidelización. Esa es la clave que explica por qué los operadores aumentan y diversifican su oferta de clases dirigidas. “Detectamos que muchos usuarios acuden al gimnasio por estética o salud, pero no porque se diviertan. Con esta disciplina queremos contribuir a que lo hagan. Así, el gimnasio mejora su tasa de fidelización”, explica Luis Lorente, presidente y director creativo de Olefit, una modalidad que combina fitness con ritmos propios del flamenco y la rumba. La compañía, que acaba de implantar su concepto en Be-Up Santander, ahora busca replicar el modelo en Asia y Australia, lo que le ha llevado a abrir oficina en Singapur para comercializar su licencia.

 

Otra de las tendencias que están ganando popularidad en los gimnasios son las dos nuevas sesiones dirigidas que en los últimos meses Claror también ha añadido a su oferta: Sh’bam y Bodyvive, ambas diseñadas por Les Mills, una de las principales marcas de programas de ejercicio para el gimnasio. Pese a no tener la popularidad del Bodypump, también diseñado por la compañía neozelandesa, “el 40% de los centros españoles que trabajan con nuestros programas ofrecen Sh’bam”, concreta Alberto Porcel, asesor en gestión deportiva de Les Mills España. “La demanda de este tipo de clases por parte de las cadenas es cada vez más alta porque el público es más exigente”, afirma.

 

El flamenco y el ballet aspiran al podio de las dirigidas del gimnasio

 

 

Otras cadenas se muestran más conservadoras y, sin renunciar al baile, apuestan por una opción más tradicional. Es el caso de Arsenal, que imparte clases de ballet en barra en sus clubes femeninos. “Hemos detectado las tendencias que buscan las abonadas, por eso ofrecemos barre, para cuidar la figura. Somos muy puristas, muy clásicos. No nos tiramos a la piscina porque esté de moda”, recalca Lisi Romeo, fundadora de los gimnasios Arsenal Femenino. El centro Vertical Fitness, propiedad del mismo grupo, también lo ofrece bajo el argumento de que “el objetivo es dar un servicio lo más amplio posible”, explica Cesca García, responsable de actividades dirigidas.

 

Sin embargo, no es una tendencia que sigan todas las cadenas. Las low cost, por ejemplo, organizan su parrilla de sesiones colectivas premiando aquellas clases que más abonados congregan en la sala. Desde Dream Fit admiten que actualmente no tendría cabida una clase de ballet en sus instalaciones porque “el zumba tiene mucha más penetración entre nuestros abonados”. No obstante, la compañía dirigida por Rafa Cecilio sí que ofrece sesiones de baile, ritmos latinos y danza del vientre en algunos de sus centros. “El año pasado implantamos talleres mensuales de baile urbano que nos sirvió como test para saber qué tal funcionan y valorar su inclusión en la parrilla”, apunta Gisel Swedzky, directora técnica.