Fitness

El ‘fitness’ español, un mercado por explotar por el capital de riesgo

En 2016 se produjeron 17 operaciones corporativas en Europa, pero ninguna de ellas se firmó en España.

Patricia López

1 jun 2017 - 04:59

El 2016 volvió a ser un año marcado por las adquisiciones de compañías que operan en el sector del fitness. El capital de riesgo se ha convertido en el gran aliado de las cadenas que buscan recursos para financiar su expansión nacional e internacional, y, por tercer año consecutivo las operaciones corporativas en Europa no pudieron contarse con los dedos de una mano. “El elevado número de fusiones de 2016 demuestra el atractivo que el sector despierta entre inversores financieros y estratégicos”, explica la consultora Deloitte, que contabilizó 17 operaciones corporativas el Viejo Continente en el último año, pero ninguna de ellas se realizó en el mercado español.

 

Esta fórmula de crecimiento, cada vez más habitual en Europa, apenas ha sido explotada en España, que el año pasado no experimentó ninguna operación de este tipo. En este país, sólo GO Fit, Supera, Forus, Serviocio Enjoy Wellness y Viva Gym han sabido captar el interés del capital de riesgo. La operación más reciente es la compra de Ingesport, cuyo capital pasó a ser controlado en 2016 por la firma de inversión Torreal y Mutua Madrileña, que controlan el 51% y el 29% del accionariado. La adquisición se realizó con vistas a impulsar el plan de expansión internacional del operador, que ha proyectado una inversión de 100 millones de euros para abrir diez instalaciones más en Portugal.

 

La expansión territorial mediante la apertura de nuevos mercados también motivó a Viva Gym a dar entrada en su accionariado a Bridges Ventures en 2015. El fondo controla el 51% del capital tras realizar una aportación de 9,5 millones de euros y, desde su llegada, la compañía ha pisado el acelerador del crecimiento con el objetivo de tener cincuenta clubes operativos en 2021. Sin embargo, Viva Gym es una excepción. La low cost es la única cadena privada en España que ha recibido el estímulo financiero del capital riesgo. De hecho, las empresas que tradicionalmente han atraído a los fondos son aquellas que operan en el modelo concesional.

 

El por qué responde a la seguridad que les brinda el saber que invierten en activos que operan en suelo público o como gestores de instalaciones municipales bajo el modelo de colaboración público-privada. Según recoge Mutua Madrileña en su memoria anual, la entrada en Ingesport se realizó por su “elevada capacidad de generación de caja y estabilidad en los flujos, así como sinergias con otros negocios de grupo”.

 

Además, el mercado español no está tan polarizado por cadenas premium y de bajo coste como en el resto de Europa, dado que buena parte de la oferta y la demanda la concentran los centros concesionales que pertenecen al segmento medio. Es el caso de Supera, Serviocio Forus y Enjoy Wellness, las otras cuatro compañías que han despertado el interés de inversores internacionales.

 

 

 

En 2001, la firma Ibersuizas entró en Supera, y a día de hoy está controlada por Fernando Chinchurreta junto a otros miembros de su familia, que controlan el 37,7% del capital, Guillermo Druet, que con el 18,48% preside el grupo, y otros exdirectivos de la Ibersuizas y de Banco Pastor. A día de hoy la compañía tiene un centro en Lisboa y es el segundo mayor operador del país en número de centros con 39 instalaciones, 29 de concesión.

 

No todos los capitales de riesgo han aportado músculo financiero para propiciar el crecimiento internacional. Algunas compañías, como Atlas Capital en Serviocio enfocaron su inyección económica a la consolidación del negocio en España. Prueba de ello es que desde su entrada en 2009, la cadena gallega ha pasado de gestionar instalaciones a construirlas y explotarlas, de ingresar 16 millones a facturar 24 millones de euros en 2016, y ha crecido con adquisiciones como la de Aquafit en Galicia y Fun4U en Madrid.

 

Otro ejemplo de esta práctica como método para propiciar la consolidación de la empresa es Forus y Enjoy Wellness. En 2014, la compañía dirigida por Ignacio Triana recibió la inversión de Baring Private Equity Partners, que ha apoyado a Forus en su plan para ser una las principales cadenas del país en el segmento concesional. Por su parte, Enjoy Wellness dio entrada a Espiga Capital, que desde 2015 controla el 88% del accionariado y de cara a 2018 proyecta tres aperturas en España.

 

Son los fondos de inversión lo que, seducidos por la estabilidad que ofrecen estas compañías, les han dotado de verdadero músculo financiero en el que se cimenta su fortalecimiento a nivel nacional e internacional. En un contexto en de recuperación económica, de alta competitividad en el sector y de aumento del número de abonados al gimnasio, ¿serán las cadenas privadas capaces de atraer al capital de riesgo para expandirse?

 

Hasta ahora, las principales cadenas que operan con clubes privados, como AltaFit, DreamFit y Deporocio, están controladas por los socios fundadores. DiR sondeó dar entrada a algún fondo en el marco de la refinanciación de su deuda, pero a día de hoy la compañía sigue bajo la batuta de la familia Canela, que se ha apoyado en el crowdfunding para obtener más recursos.

 

Aunque en España apenas existen ejemplos, en el panorama internacional sí se han dado casos de éxito. Planet Fitness, la principal cadena low cost de Estados Unidos, es uno de ellos. Fundada en 1992, sus centros franquiciados representan la mitad de su facturación, lo que en 2012 despertó el interés del fondo TSG Consumer Partners, ahora accionista mayoritario de una compañía que cotiza en Bolsa.

 

Y, volviendo al Viejo Continente, Basic-Fit no se queda atrás. Tras la entrada del capital de riesgo 3i, la compañía empezó a cotizar en el mercado de valores, lo que a su vez ha empujado a la cadena a profesionalizar su operativa. De hecho, la compañía ha adquirido seis gimnasios en los últimos años, cuatro de ellos de Fitup, uno de I-Fitness y un Arama Sport.

 

Roberto Ramos, director general de Serviocio, arroja pistas sobre el futuro del mercado español al vaticinar que “de aquí a pocos años se verán operaciones de consolidación entre grandes grupos”. Una fórmula que ya ha favorecido la ampliación de la red de instalaciones de la empresa gallega.