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De Madrid a Valencia: ¿qué comunidades autónomas han perdido terreno en la licitación deportiva en la última década?

Desde 2010 la inversión pública en obra deportiva en España se ha reducido un 42%. Sin embargo, en territorios como la Comunidad Valenciana y Asturias la caída ha sido del 71%, mientras que en La Rioja ha aumentado un 52,2%.

P. López

12 abr 2019 - 05:00

De Madrid a Valencia: ¿qué comunidades autónomas han perdido terreno en la licitación deportiva en la última década?

 

 

En la industria de los gimnasios, uno de los sectores que se ha visto más afectado por la crisis económica ha sido el de los centros deportivos municipales. En el periodo 2010-2018, la inversión pública en este tipo de obra cayó un 42%, hasta 658 millones de euros, una reducción mayor que la de la tasa generación de licitación, que se redujo un 36%. Pero el tijeretazo no ha afectado a todas las comunidades autónomas por igual. Las más damnificadas han sido Comunidad Valenciana, Asturias, País Vasco y Castilla y León, con descensos de entre el 60% y el 71%, según los datos de Seopan a los que ha accedido este diario.

 

Si bien la mayoría de regiones han perdido inversión pública en infraestructura en la última década, algunas han experimentado el fenómeno contrario. En Navarra se han destinado un 37% más de recursos a construir y remodelar espacios municipales para la práctica deportiva, un alza que en La Rioja fue del 52,2% y en Extremadura del 25%. Como resultado, estas tres comunidades pasaron de ser en las que menos proyectos se construían a estar en la zona media de la clasificación de licitación.

 

Entre las regiones que más terreno han perdido está la Comunidad Valenciana, que pese al repliegue fue el quinto territorio en el que más invirtieron las administraciones en 2018. Con todo, el paso atrás fue notable: en 2010 fue la segunda región que más inversión pública realizaba, con 162,8 millones de euros, una cifra que en 2018 fue de 46 millones.

 

 

 

 

El descenso fue más acusado en plena crisis económica, cuando el importe de la licitación fue de sólo cinco millones de euros en 2013. Aquel año, el territorio sólo representó un 3% de la licitación deportiva total en España, una tasa que en 2010 llegó a ser del 14% y que el año pasado se redujo al 7%. Esta realidad ha favorecido que la administración valenciana optara por la colaboración público-privada a la hora de promover este tipo de complejos, y prueba de ello es que la empresa Demmero está construyendo un gimnasio municipal en Valencia y Enjoy Wellness inauguró otro en 2017.

 

En Asturias y Castilla y León la caída desde 2010 fue superior al 70%, lo que propició el crecimiento de players como Enjoy, que construirá tres complejos durante 2019, y Supera, que es la cadena de centros municipales con más presencia en ambos territorios.

 

El País Vasco es una de las zonas que tradicionalmente ha subido al podio de comunidades autónomas donde la Administración invierte más en los complejos deportivos. Es una región acostumbrada a este modelo, como demuestra su amplio parque de instalaciones municipales operadas por empresas privadas, como Bpxport. Sin embargo, de liderar el ránking en 2017 pasó a ocupar la séptima plaza después de reducir la inversión casi a la mitad en el último año.

 

Otro de los territorios en los que más obra pública deportiva se promueve es Cataluña, que en 2018 fue la región con una mayor licitación, con 112,9 millones de euros, un 8,3% más interanual. El modelo catalán, y especialmente el de Barcelona, se basa en que la Administración promueve la obra deportiva para luego ceder su explotación a una entidad privada. Tan solo en el último año el Ayuntamiento de la capital catalana ha construido dos centros deportivos con una inversión total de 23,5 millones de euros.

 

 

 

 

Con todo, Cataluña concentró 17% del total de concursos en España, su cuota más baja de los últimos siete años. En otras palabras: pese a que mantiene la hegemonía, su obra deportiva ha ido perdiendo peso sobre el total de los concursos, porque en los últimos años la inversión ha estado más repartida en todo el país.

 

Y uno de los motivos es el alza de la inversión de Andalucía, uno de los territorios en los que la licitación ha ganado peso. En 2018 concentró el 15,5% de la inversión pública, la tasa más elevada desde 2011, y alcanzó los 102,5 millones de euros, casi el doble que el año anterior. La Comunidad de Madrid ocupó el tercer lugar en el ránking, con 76 millones de euros, un 29% más interanual. Esta región concentró el 11,5% de los proyectos, y entre ellos destaca la construcción de un centro acuático con pabellón y gimnasio en Getafe, al que el gobierno autonómico y municipal destinarán cinco millones de euros.

 

Canarias fue una de las zonas en las que más se elevó la inversión. En sólo un año se triplicó el importe que los ejecutivos municipales y el autonómico destinaron a este fin, con 57,8 millones de euros. Junto a Galicia y Castilla-La Mancha, la región insular registró el mayor desembolso público en infraestructura deportiva desde 2010 con proyectos como la nueva ciudad deportiva del CD Tenerife.

 

 

 

 

Los ayuntamientos volvieron a ser el actor público más activo en la promoción de la obra deportiva, pues coparon el 94% de la inversión, con 621,4 millones de euros. Aunque la administración central volvió a ser la menos activa, prácticamente dobló los recursos respecto a 2017. Los gobiernos autonómicos, por su parte, aportaron un 4,1% del presupuesto.

 

Los datos de Seopan no incluye el valor de los concursos para adjudicar la obra de instalaciones deportivas que son promovidas por empresas privadas. Es una vía que ha ido ganando fuerza con el paso de los años, y que se basa en que una compañía solicita la construcción de una instalación municipal al ayuntamiento que, de validar el proyecto, licita la obra y la gestión integral del mismo. Este modelo se basa en la colaboración público-privada, por el que las gestoras construyen en suelo público pero asumen todo los costes de la instalación.

 

Bajo este modelo, GO fit inauguró en 2018 una instalación en Peñagrande (Madrid), de 13,5 millones de euros; Ferrovial inició las obras en Torrejón de Ardoz de un complejo de cuatro millones de euros y Supera invertirá nueve millones en un centro en Rivas Vaciamadrid. Algunas administraciones ven con buenos ojos esta vía al admitir que les ha permitido destinar su presupuesto a otras partidas.

 

Otras, como el Ayuntamiento de Madrid, ha virado su estrategia en favor de la recuperación de las instalaciones deportivas que en su día estuvieron operadas por gestoras especializadas. Una década después del estallido de la crisis económica, ¿qué modelo acabará imponiéndose en España?