Fitness

De los estadios de LaLiga a la NFL: las cadenas de gimnasios se abren paso en el ‘coliseum’

En los últimos años, los campos de fútbol han visto cómo sus recintos recibían nuevos inquilinos: los centros de fitness, con el objetivo de ganar visibilidad de marca y crear sinergias con la élite deportiva del país. Real Sporting y Cádiz CF son dos ejemplos, pero Barça, Atleti y Espanyol también han tanteado esta opción.

Patricia López

14 nov 2018 - 04:58

El estadio del CF Cadiz abrirá un gimnasio Synergym el próximo año, en el que la cadena invertirá un millón de euros

 

 

Los estadios son el centro neurálgico de una industria del deporte que genera miles de millones de euros cada año. Desde la Antigua Grecia, estos espacios han sido un punto de encuentro de la sociedad que acude al recinto para ver un espectáculo, pero no para practicarlo. Esta tendencia ha cambiado con el paso de los años, y ahora algunos de estos complejos han abierto gimnasios en su interior para dirigirse al público que desea estar en forma. El recinto deportivo ya no es un terreno de juego dedicado exclusivamente a las estrellas del deporte; en la actualidad los públicos más relevantes son los asistentes, y su experiencia es vital.

 

En España hay varios ejemplos de campos de fútbol que han alquilado o vendido un espacio a cadenas de gimnasios. Entre ellos está El Molinón, donde desde hace año la cadena de gimnasios premium Metropolitan explota los bajos del estadio del Real Sporting, en Gijón. Desde los orígenes de la cadena dirigida por los hermanos Sergio y Javier Pellón se ha apostado por crecer en ubicaciones emblemáticas, y El Molinón forma parte de este plan.

 

El deseo de abrir un gimnasio en un estadio no se identifica únicamente con las cadenas premium, ya que Synergym también ha apostado por esta vía. La compañía andaluza iniciará en las próximas semanas las obras para habilitar un club de fitness en el Ramón deCarranza, donde juega el Cádiz CF. El espacio tendrá 1.400 metros cuadrados y ocupará un local de la primera planta al que la empresa destinará un millón de euros.

 

 

 

 

Se trata de un alquiler gestionado por el Consorcio de la Zona Franca de la ciudad gaditana y que encajaba a la cadena, que está en fase de expansión. “Queremos crecer por las principales ciudades del país tras años centrándonos en Andalucía; por eso abrir en un estadio de un equipo que juega en Segunda División nos aportaba la visibilidad de marca que necesitamos”, explica Juan Antonio Ortega, director de expansión de Synergym.

 

El directivo afirma que abrir en un estadio no es más complicado que hacerlo en un local a pie de calle, pero asegura que la gran dificultad está en encontrar espacios céntricos. “Es difícil encontrar un estadio en pleno centro de las ciudades; nos han llegado otras opciones pero eran en zonas poco céntricas y no nos encajaban”, explica, sobre el creciente interés de los campos de fútbol por contar con gimnasios en su interior.

 

Más allá de la visibilidad de marca, los estadios se han convertido en un buen emplazamiento para abrir gimnasios porque “atraen a clientes motivados por el entorno deportivo, en línea con la tenencia actual de la sociedad hacia el bienestar”, valora Auxiliadora Martínez, directora de retail de la consultora BNP Paribas Real Estate en España.

 

Ortega considera que este interés responde a que “los centros deportivos ofrecen una actividad complementaria dentro del estadio, que permite crear sinergias vinculadas al deporte, y revertir el beneficio para ambas partes”. El Deportivo de la Coruña también intentó esta posibilidad con la adquisición a finales de 2008 de Zona Fit, un gimnasio que abrió en 2004 en los bajos de Riazor. Los malos resultados económicos obligaron al club de fútbol a hacer un préstamo participativo de 100.000 euros para “evitar su disolución por su desequilibrio patrimonial”. En 2015, el club cerró la instalación porque ya no era un activo estratégico.

 

 

 

 

En el escenario internacional destacan los ejemplos de Estados Unidos, donde varios estadios de la NFL han apostado por esta posibilidad. La mítica franquicia Dallas Cowboys inauguró en 2017 una instalación llamada Cowboys Fit en su propio estadio con un claro objetivo: que los aficionados pudieran entrenar tal y como lo hacen las estrellas de la NFL.

 

“Cuando este proyecto empezó, teníamos el sueño de conectar con los fans del equipo. Queríamos aprovechar nuestra visibilidad para crear algo que sea reconocido internacionalmente. En este centro el socio no necesita ser una estrella para entrenar como lo haría un atleta de primera clase mundial”, comentó el propietario de la franquicia, Jerry Jones.

 

Se trata de una instalación de 5.574 metros cuadrados que cuenta con zona de fitness, una zona de turf de 40 yardas destinada a entrenamiento funcional, piscina, espacios boutique y restaurante de comidas y bebidas nutricionales. Entrenar en este complejo cuesta 88 dólares al mes, y el concepto ha gustado tanto que otras franquicias lo están replicando.

 

Cowboys Fit fue construido con el apoyo de Mark Mastrov, presidente del fondo de inversión New Evolution Ventures, que a su vez es propietaria de algunas de las mayores cadenas de gimnasios de Estados Unidos, como 24 Hour Fitness, Crunch Fitness o UFC Gym. Ahora, esta firma de inversión se ha aliado con San Francisco 49ers y los Chicago Bears para hacer lo propio. Aún no ha trascendido si estos centros se habilitarán en los estadios, pero la idea es que 49ersFit se expanda por la Bahía de Oakland transmitiendo la idea de que en su instalación los socios podrán entrenar como los jugadores de los 49ers.

 

 

 

 

Otro ejemplo es Allianz Stadium de Sídney, que alberga partidos de fútbol y de rugby, y que en uno de sus laterales cuenta con un centro deportivo de gran tamaño, el UTS Stadium Club. El complejo tiene gimnasio, piscina, spa, pistas de tenis y squash y se ha convertido en uno de los centros de referencia de la ciudad más poblada en España.

 

La fórmula que comprenden el deporte de élite y el amateur está dando buenos resultados a nivel internacional, y en España algunos clubes se han planteado ponerlo en marcha. Sin ir más lejos, en los planes del Wanda Metropolitano está la opción de habilitar un gimnasio cerca del recinto deportivo. ¿El objetivo? Maximizar un estadio que ha costado más de 300 millones para que vaya más allá de las jornadas de liga.

 

Es una visión en la que también estuvo trabajando el RCD Espanyol, que con el objetivo de dinamizar su estadio y mejorar su facturación, trazó un plan comercial para incrementar un 10% los ingresos comerciales a través de su instalación. En la táctica se contemplaba la construcción de un gimnasio, una idea que les llevó a negociar con Santagadea Sport, aunque las negociaciones por el momento no han prosperado. El cambio de dirección general podría modificar este plan, aunque el club tiene claro que quiere seguir creciendo por esta vía. ¿Conseguirán los gimnasios jugar un papel protagonista en la oferta de entretenimiento de los estadios?