Fitness

De Anytime a Vita Liberté: la crisis de Fitness19 pone a debate el modelo de franquicias

La cadena de estudios boutique de boxeo planea nuevas aperturas entre cinco y ocho aperturas para lo que resta de año.

Patricia López

13 jul 2017 - 04:57

 

¿Franquiciar o no franquiciar? Esa es la pregunta que algunos directivos del fitness se han hecho cuando reflexionan sobre la estrategia de crecimiento que debe seguir su compañía. Este modelo está conquistando a algunos operadores del mercado español que ven en esta fórmula el recurso ideal para ganar presencia rápida en el país, pero el concepto también presenta una serie de retos y dificultades que no todas las compañías logran sortear. ¿El reto? Mantener la fidelidad del franquiciado, un desafío que no han conseguido por cadenas como Vita Liberté, Curves o Fitness19.

 

La española acaba de liquidar su marca más low cost, F19 Basic Fitness, y ha perdido a doce franquiciados. Aunque según la matriz “la marca no funcionaba bien”, los exsocios apuntan a la falta de apoyo desde la central para desarrollar y hacer crecer el negocio. “Era una rémora, no trabajaban una estrategia de márketing que diera a conocer la cadena y los costes en proveedores venían sobrecargados”, apunta uno de los propietarios.  Brooklyn Fitboxing también rompió con Fitness19, que fue la masterfranquicia de la marca durante un año y medio. A día de hoy, Brooklyn Fitboxing opera de manera independiente 31 centros con el apoyo de distintos licenciatarios.

 

En cuanto a la francesa Vita Liberté, la central tampoco consiguió generar el engagement necesario entre sus asociados para seguir teniendo presencia en el fitness español. Un año después de su aterrizaje en el país, la cadena perdió a la mayoría de sus socios, que decidieron pasarse a la marca When U Want (WUW) Fitness, creada también por su masterfranquicia. A día de hoy, siguen en funcionamiento cinco clubes, mientras que dos instalaciones de Mataró (Barcelona) están vinculados a Vita Liberté.

 

 

La estadounidense Curves también se ha replegado durante los últimos años y, tras alcanzar los 111 clubes en su mejor momento, a día de hoy cuenta con 67 estudios. Desde la compañía apuntan que esta caída se debe a que algunos asociados han decidido dejar de operar tras la subida del IVA y porque no se ajustaban a la filosofía y al método de entrenamiento diseñado por la cadena.

 

Otro ejemplo es Body Factory, que, pese a que sigue desarrollando su negocio con perspectivas de crecimiento, ha visto como algunos franquiciados han salido de la cadena. A los centros de Arcentales, Alcalá de Henares y Valdemoro (Comunidad de Madrid), que dejaron de operar con esta marca el año pasado, se le sumó a principios de año su asociado en Santander, que a día de hoy gestiona el club En Forma Santander.

 

Pese al retroceso de algunas empresas, otras mantienen su avance gracias a este modelo. Es el ejemplo de Anytime Fitness, que en lo que va de año ya ha inaugurado siete centros; Snap Fitness, que próximamente entrará en Madrid mientras sigue creciendo en Barcelona, o Infinit Fitness, con gimnasios propios, franquiciados y mixtos.

 

Desde Snap Fitness indican que la clave del éxito es que la central actúa “como el entrenador personal del negocio de nuestros franquiciados”, de modo que tratan de ayudarles a dirigir un gimnasio de manera óptima. Entre otras acciones, la empresa matriz garantiza un área protegida con un mínimo de población que les permita a conseguir el número de clientes que deseen y les ayuda a conseguir parte de la financiación necesaria para abrir.

 

 

Anytime Fitness, por su parte, ha reforzado su plan de búsqueda de asociados desde que en 2016 se incorporara Emilio Quero a la dirección general de la filial ibérica y David Abrahams como director de franquicias. Como ya comentó el directivo a Palco23, “perseguimos un desarrollo equilibrado y sano, de mayor aportación de valor al franquiciado”. Para estimular su crecimiento, Quero abogó por “fortalecer el desarrollo integral de la marca y mejorar nuestras operaciones para que sean sólidas”.

 

En cuanto a Infinit Fitness, la empresa planea incorporar un equipo de márketing que ayude a captar más inversores y, a su vez, esté cerca de los partners para que comenten con ellos sus inquietudes sobre el negocio. De ahí que hace unos meses cerrara una ronda de 150.000 euros procedentes de inversores cercanos a Marcos Baroja, fundador y consejero delegado. “Son socios que colaboran y se implican en el proyecto, comentó a este diario, en referencia a una de las claves que explica la expansión de la cadena en España.

 

Pese al buen momento que atraviesan estas cadenas, otras enseñas con presencia nacional están recuperando los centros franquiciados, como es el caso de AltaFit con sus centros de Barcelona y Vitoria. Basic-Fit y McFit, por ejemplo, son dos de las cadenas con mayor número de clubes de España y de Europa, y ambas rechazan licenciar su marca para expandirse. “Pertenecer a una gran multinacional tiene cosas positivas, como disponer de más de 350 gimnasios en Europa. Toda esta marca te da credibilidad a la hora de lograr locales y rapidez a la hora de negociar”, comentó el director general, Francisco Fragoso, a este diario.

 

Franquiciar: la fórmula elegida por las cadenas internacionales que entran en España


Se trata de un modelo que gana adeptos. El gigante del fitness francés, Orange Bleue, ha entrado este año en España de la mano de un asociado, y la estadounidense Orangetheory Fitness, que ha entrado en el país con clubes corporativos, se plantea crecer replicando un modelo que la ha convertido en una de los principales actores del sector en Norteamérica. Una estrategia parecida es la que seguirá Trib3, una cadena de centros boutique fundada en Reino Unido que aunque se plantea “desarrollar con centros corporativos, nuestro crecimiento tiene que basarse en las franquicias”, comenta Joaquín Galí, director financiero.