Fitness

Cross Funcional 30 apunta a los 35 franquiciados en cinco años

La empresa fundada en 2019 por Javier Ureña cuenta con un centro propio y cuatro franquicias y prevé entre tres y cinco aperturas en 2021.

M. L-E.

9 mar 2021 - 04:55

Cross Funcional30 sigue creciendo y planea cinco aperturas en 2021

 

 

Cross Funcional 30 prosigue con su expansión. La empresa fundada por Javier Ureña en 2019 cuenta actualmente con cinco centros (uno propio y el resto franquicias) y prevé alcanzar los 35 gimnasios en cinco años. La cadena boutique catalana prevé abrir entre tres y cinco centros en 2021 y entre diez y doce más el año que viene.

 

Ureña empezó como monitor de fitness en 1993 y en 1997 abrió su primer gimnasio. En 2014 optó por abrir su primer estudio boutique para entrenar a grupos reducidos y tras un buen rendimiento del negocio decidió dar el salto a la franquicia en 2019. El centro corporativo de la empresa se encuentra en Sabadell (Barcelona).  

 

Actualmente la empresa cuenta con cien clientes por centro y cómo máximo puede tener entre 150 y 200 clientes. Antes de la pandemia tenía una media de entre 130 y 145 clientes por local. La facturación de la empresa en 2020 se redujo un 30%, pero esquivó los números rojos en el año del Covid-19. La empresa no tuvo que recurrir a los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) durante la pandemia.

 

Estamos especializados en entrenamiento funcional fit y entrenamiento de fuerza específica, siempre se trabaja con entrenador personal, en circuitos hit, y monitorizando los entrenamientos con pulsómetro”, comenta Ureña a Palco23. “Estamos buscando franquiciados, estamos abiertos a cualquier lugar siempre que la zona lo permita”, añade.

 

 

 

 

El perfil del cliente es de entre los chicos de catorce años hasta un cliente de entre 55 y 58 años, tanto hombres como mujeres. “El objetivo es desde bajar peso hasta buscar un tono muscular, ofrecemos un entrenamiento profesional adaptado al estado de la persona”, señala. El precio del abono es de entre 65 y 90 euros al mes, dependiendo del centro, de los entrenamientos y de los servicios que contrate el cliente.  

 

“Hemos amortiguado bien el golpe de la pandemia por el tipo de cliente es muy fiel y tenemos contacto directo con ellos, no somos un gimnasio convencional”, explica el directivo, quien recuerda que “sabemos cómo se llama cada cliente y nos saludamos por nuestro nombre, esta es la diferencia que podemos marcar los centros más pequeños”.

 

Además, considera que “con un número pequeño de clientes personalizas mucho, no sólo el tema del entrenamiento: tengo clientes que hace más de cinco años que entrenan, es muy difícil que se vaya con nuestro formato porque garantizamos resultados mes a mes”.

 

Cada centro cuenta con un solo trabajador, aunque en horas punta puede haber otro entrenador contratado por horas. “Un entrenador puede llevar todos los entrenamientos gracias a nuestro sistema informático: en cada centro encuentras tres pantallas con todo el entrenamiento funcional es propia, igual que la aplicación: lo tenemos todo preparado, con una pantalla para ver la frecuencia cardíaca y otra para ver los ejercicios de todo el cuerpo; el trabajo del entrenador es dirigir, asesorar y corregir los entrenamientos”, explica.

 

Por otro lado, durante la pandemia, “hice los ejercicios sin material para que el cliente pudiera entrenar en casa, como ya tenía la plataforma organizamos los entrenamientos en directo para poder hacer lo mismo que hacíamos en nuestros centros”, comenta. “Hemos notado que la gente vuelve a los centros, es donde hay el material; los entrenamientos en casa sirven, pero sólo para algo puntual porque si el cliente quiere una mejora, tiene que trabajar de manera diferente”, valora.

 

“Hay que atender a la gente de manera correcta para que pueda entrenar de manera correcta, esto sólo lo puede hacer en manos de un profesional porque a la gente hay que atenderla, enseñarla y educarla, por lo que tiene que estar en mano de los profesionales”, asegura.