Fitness

Sano Center prepara su entrada en Barcelona y Valencia

M.Menchén

27 abr 2016 - 04:59

En plena efervescencia de los gimnasios low cost y la apuesta por el autoservicio que ofrece la tecnología, en Almería surgió hace ahora tres años un nuevo concepto que apuesta por todo lo contrario. Se trata de Sano Center, que ha desarrollado un formato basado en el entrenamiento personal, con el que ya ha alcanzado los ocho centros franquiciados abiertos, seis en obras y un claro objetivo para los próximos meses: entrar en Valencia y Barcelona.

 

Felipe Pascual, director y fundador de la marca, explica que en la ciudad del Turia "tenemos dos opciones y esperamos que por fin se desarrollen", mientras que en la capital catalana "el objetivo es desarrollar tres". De esta manera, la cadena entraría en dos ciudades donde aún no están, ya que actualmente operan en Almería y su área de influencia (3), Puente Genil (Córdoba), Almansa (Albacete), Calahorra (La Rioja) y Madrid. Además, ya están en obras en Amorebieta (Vizcaya), Torrejón de Ardoz (Madrid), Granada, Málaga, Murcia y Huércal de Almería.

 

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El 30% de los clientes de Sano opta por el entrenamiento individual y personalizado, en lugar de en grupo.

 

"Nuestra propuesta de valor es darle máxima importancia al nivel de los entrenadores, ya sea en entrenamientos en grupo o en parejas", explica el empresario, que en paralelo ejerce como asesor de Deporocio en su apuesta por crecer con franquicias. Y aquí ha habido un elemento que juega a su favor, según su análisis: haber nacido durante la crisis económica.

 

"Se han producido ajustes de plantilla y se han eliminado muchas carreras profesionales", admite, pero recuerda que "el low cost ha generado mucho consumo de cliente potencial que se acerca allí, pero pasado un año se va porque lo que busca servicio cualificado con valor para cumplir objetivos". Y aquí entran ellos, aprovechando ese personal cualificado disponible, que puede estar interesado en abrir su negocio, y los usuarios que ya buscan algo más.

 

El primer Sano Center abrió en Albox, una pequeña localidad cerca de Almería, en el que Pascual admite que se daban todos los condicionantes para tener problemas: "No tenía población suficiente, ni poder adquisitivo, ni madurez… era el peor sitio donde colocar el género en 2013, pero ya ha vivido tres ampliaciones y es el que más factura", desvela. A partir de ahí, han optado por crecer bajo la fórmula de la franquicia, con un equipo de seis personas fijas que ayudan a los emprendedores.

 

"Hay muy buenos entrenadores sin perfil empresarial suficientemente resuelto", comenta. Por este motivo, según apunta, "nosotros desde la central les acompañamos en el proceso de emprendimiento: superar la fase de autoempleo, crear un modelo de negocio que sea sostenible y perdurable en el tiempo. No siempre van a tener las condiciones para estar en primera línea, pero sí gestionar, prescribir entrenamientos de calidad, aportar experiencia". Una franquicia, según su experiencia, al principio puede empezar con dos técnicos y pueden llegar hasta cinco cuando ya está madura.

 

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Felipe Pascual, fundador de Sano Center, impartiendo una charla en uno de los centros de la cadena.

 

Poner en marcha un centro de la marca exige una inversión que oscila entre los 30.000 euros y los 60.000 euros, ya que a diferencia de otros conceptos aquí no hace falta incorporar máquinas de entrenamiento, que es lo que acaba encareciendo la puesta en marcha de un negocio. Además, tampoco se buscan grandes locales, ya que trabajan con superficies que van desde los 160 metros a los 220 metros cuadrados. "Nos diferenciamos por la utilización de material funcional, y alguno que estamos desarrollando nosotros con la Universidad de Almería", asegura.

 

Con la institución académica han desarrollado tanto maquinaria como la metodología, que se sustenta en tres conceptos y que ellos llaman ADN por sus siglas: actividad física, descanso y nutrición. Porque su sistema no sólo incluye lo que se practica dentro del centro, sino también en la rutina diaria de la persona. ¿Y a quién le encaja esta idea? "A priori, entendimos que se lanzaba a personas de entre 30 y 50 años, pero con el tiempo nos hemos dado cuenta de que se está incorporando mucho cliente joven con problemas de sobrepeso, bulimia, etcétera, que lo que necesita es un entrenamiento personal e íntimo para mejorar esos problemas de autoestima", apunta. Su tarifa media ronda los 79 euros al mes.

 

Las clases de Sano Center duran entre media hora y una hora, con distintas fórmulas: desde el entrenamiento personalizado, por el que opta en torno un 30% de los clientes, hasta clases para dos personas o grupales. "Tenemos una gran cantidad de clientes de proximidad, pero también de algunos que vienen buscando algo que no encuentran en centros deportivos y gimnasios tradicionales. Personas que no tienen un seguimiento personalizando, o tienen un reto pero no encuentran tutela profesionalizada", añade.