Equipamiento

Velòdrom d’Horta: inversión para ‘escapar’ de un modelo olímpico deficitario

La instalación ingresó 193.000 euros en 2019 y tuvo 270.000 euros de gastos. El Ayuntamiento de Barcelona equilibró la situación con una subvención de 64.000 euros.

Miquel López-Egea

28 oct 2020 - 04:52

Velòdrom d’Horta: inversión para ‘escapar’ de un modelo olímpico deficitario

 

 

De equipamiento olímpico a buscar un modelo rentable. El Velòdrom d’Horta Miquel Poblet, en Barcelona, invierte 70.000 euros en la creación de la Wattbike Hub Barcelona, una sala de entrenamiento indoor para profesionales. Esta inversión, la primera de muchas previstas, nace para huir del modelo deficitario de la instalación actual. Asimismo, ha invertido 6.000 euros en nuevas instalaciones para BMX.

 

En 2019, la instalación ingresó 193.000 euros, pero los gastos sumaron 270.000 euros. Para equilibrar esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona, propietario de la instalación, realizó una inyección de 65.000 euros. Hasta ahora, el gestor de la instalación era el Institut Barcelona Esports, pero la delegaba en la Federación Catalana de Ciclismo (FCC).

 

En octubre de 2019, la consultora de Barcelona Poc3 Consulting se hizo con el concurso de la gestión de la instalación hasta 2024. El Ayuntamiento de Barcelona, con este cambio, ha apostado por revitalizar la instalación y ha aprovechado el cambio de gestión para hacer mejoras en la instalación. Según indica Rafael Baena, director adjunto de Poc3, “poco a poco el Ayuntamiento quiere ir aportando y dotando a la instalación de mejores recursos para hacer una práctica deportiva de calidad”. “La inversión de la Sala Wattbike, se pretende recuperar por medio de actividades profesionales”, comenta. “El retorno directo llegaría por la modalidad de pago por uso o pago por programa de entrenamiento”, añade.  

 

 

 

 

La nueva sala ubicada en el interior del velódromo “nace con el afán de dar cobertura a cualquier amante del mundo del ciclismo con el objetivo de aumentar el valor a una de las instalaciones deportivas más emblemáticas de la ciudad de Barcelona”, asegura.

 

“Esta sala inteligente dotará a sus usuarios de unos avances técnicos y tecnológicos que ayudarán a la optimización y mejora de sus entrenamientos”, comenta. La sala, por lo tanto, permite seguir entrenando pese a la lluvia, ya que la instalación es descubierta. “Queremos que sea una sala referente y una fuente de ingresos”, reitera.

 

Este año, la empresa preveía aumentar su facturación un 15%, pero el Covid-19 ha cambiado la situación. De cara al próximo año, “queremos retomar la actividad y a partir de ahí nos gustaría aumentar, está por ver los porcentajes”, asegura Baena. Para combatir los efectos de la pandemia, la instalación se abrió por primera vez en agosto. “Ahora vamos con cautela porque hemos tenido que cerrar el bar, vamos a medio gas”, subraya.

 

Los ingresos provienen de los 1.300 usuarios de la instalación, la mayoría de ellos de fútbol y baloncesto. Los otros son practicantes de ciclismo, de todas las modalidades, y tiene un grueso importante de usuarios de centros educativos. La instalación no tiene usuarios afiliados, sino entidades, quince en total. Así, ingresa a través de todas las disciplinas de ciclismo, fútbol (tiene dos campos de fútbol en medio de la pista), baloncesto; tiene un bar y un taller.

 

 

  

 

De cara al futuro contempla tener un gimnasio de tecnificación, una escuela de trial y consolidar la escuela de BMX Freestyle. Además, en 2019, el equipamiento arregló el césped del campo de fútbol del Velòdrom a final de año. “Queremos dotar la instalación de mayor valor y que haya retorno, queremos proporcionar de herramientas a las entidades que están allí y que puedan venir”, explica. “Tenemos precios públicos y unas cuotas accesibles, queremos darle más tráfico y más volumen”, añade Baena.

 

“El velódromo está en un lugar estratégicamente muy bueno, queremos que sea para los practicantes de canicross, marcha nórdica, trail running y también para los practicantes de skateboarding”, añade. “Queremos que sea una subsede de unas entidades que no tienen sus espacios, hay muchas zonas desuso en el velódromo”, comenta. “Vamos a levantarlo, queremos demostrar cómo hay que llevar una instalación como esta tan particular”, sentencia.

 

El velódromo tiene una superficie de 5,4 hectáreas, 1,2 hectáreas de edificio. Fue inaugurado en 1984 y tiene un aforo de 3.800 personas. La cuerda de la pista es de 250 metros y el pavimento de la pista está construido con tiras de madera especial Afzelia de Camerún que son de gran densidad y resisten a las inclemencias del tiempo, además tienen poca movilidad.