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Especial 2021: Un año para volver

Un año en blanco: los cierres perimetrales condenan los resultados del esquí nacional

Las estaciones de esquí de España cerraron la temporada 2020-2021 con una caída de su negocio del 68,4%, hasta 37,2 millones de euros, a causa de las restricciones impuestas durante el segundo estado de alarma decretado en España.

Un año en blanco: los cierres perimetrales condenan los resultados del esquí nacional
Un año en blanco: los cierres perimetrales condenan los resultados del esquí nacional
24,8 fue el ingreso medio en euros por visitante en las estaciones de esquí españolas

M.L.E.

31 dic 2021 - 05:00

Especial 2021: un año para volver

 

 

Ni el peor de los pronósticos, se cumplió en el año del Covid-19 y, finalmente, las estaciones de esquí de España y Andorra firmaron una temporada 2020-2021 de números rojos. El golpe fue tal que el Grupo Aramón decidió no abrir en toda la temporada y Navacerrada y Candanchú estuvieron a punto de desaparecer. Pero, finalmente, tras un curso horrible, llegó la inversión y llegaron las nievas, por lo que tras las ventiscas del Covid-19, 2021-2022 apunta a ser una temporada para recuperar los números prepandemia.

 

Las claves: las nevadas caídas durante las primeras semanas de noviembre en las principales estaciones nacionales, el aumento de la demanda por practicar deporte al aire libre. Las estaciones de esquí de España realizaron una inversión de 38,19 millones de euros para la temporada 2021-2022, un 1,8% más que el año anterior, tras haber registrado una caída de la facturación en el curso 2020-2021 del 68,4%, hasta 37,2 millones de euros. En la temporada pasada los ingresos fueron de 117,7 millones de euros, mientras que la 2018-2019, ascendió a 123,6 millones de euros.

 

La caída en forfaits vendidos fue del 68,4%, hasta 1,5 millones. En este contexto, las estaciones fueron capaces de mantener el ingreso medio por visitante, pasando de 24,8 euros en la temporada 2019-2020 a 24,5 euros en la 2020-2021. En cuanto a trabajadores, la caída fue del 29,4%, hasta 2.139 empleados en la última temporada, lo que supuso emplear a 1.519 empleados temporales y 620 trabajadores fijos, teniendo en cuenta que muchas de las empresas presentaron expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) para hacer frente a las restricciones de movilidad decretadas por los gobiernos regionales.

 

 

Pese a este contexto, las estaciones apostaron para aumentar su inversión para el próximo curso y, concretamente, el gasto en nuevos remontes fue de 14,03 millones de euros, mientras que en pistas fue de 13,98 millones de euros. El resto de los gastos ascendió a 10,17 millones de euros. El Grupo Aramón, que optó por no abrir el curso pasado, lideró la inversión con diez millones de euros, seguido de Sierra Nevada, con nueve millones de euros y de Baqueira, con ocho millones de euros. Las principales estaciones apostaron por nuevos cañones, pisa pistas y mejorar la capacidad de producción de nieve, además de hacerla sostenible.

 

Baqueira-Beret se tiñó de rojo en 2020-2021. La estación de esquí terminó la temporada 2020-2021 con una facturación de 12,77 millones de euros y unas pérdidas consolidadas de 8,81 millones como consecuencia de las limitaciones de movilidad decretadas por el coronavirus. Para la temporada 2021-2022, la estación invirtió 8,1 millones de euros en nuevos equipamientos.

 

 

La estación apenas tuvo 250.376 esquiadores durante la temporada pasada, lo que supuso un desplome de los visitantes en comparación con el curso anterior, puesto que una temporada normal la estación recibe alrededor de 750.000 esquiadores. Sin embargo, la estación vivió un puente de diciembre marcado por una gran afluencia de visitantes e intensas nevadas, que dejaron espesores de nieve de hasta 185 centímetros, y tuvo 58.000 esquiadores, ofreciendo más de 150 kilómetros esquiables. El reto económico de la estación catalana es volver a beneficios en 2021-2022 tras los números rojos de la temporada pasada a causa de las restricciones derivadas de la pandemia.

 

Por otro lado, Sierra Nevada redujo su facturación hasta 15 millones de euros frente a los 40 millones de media de una temporada normal. En el último curso, la estación tuvo 345.972 visitantes, un 59% menos que el año anterior; 19.053 visitantes, un 81% menos, y 24.025, actividades, un 60% menos. Sierra Nevada empleó a 300 trabajadores, abriendo 122 días de manera ininterrumpida entre el 18 de diciembre y el 18 de abril. Durante ocho días tuvo aforo completo y la superficie media esquiable fue de 46,2 kilómetros.

 

 

Asimismo, Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), el gestor de capital público de las estaciones de esquí La Molina, Espot, Port Ainé, Vallter 2000, Vall de Núria y Boí Taüll, espera terminar la temporada 2021-2022 con una facturación de 28 millones de euros tras cerrar el pasado curso, afectado por la pandemia, con un negocio de doce millones de euros. En la última temporada, el grupo vendió un total de 230.000 forfaits, lejos de los 800.000 días de esquí que vende en un curso normal. Este curso, el objetivo pasa por superar este número un 3%, hasta 820.000 forfaits si no hay restricciones y si las condiciones meteorológicas acompañan. Por otro lado, el grupo invirtió un total de 6,5 millones de euros en el conjunto de las estaciones, con 1,8 millones de euros para La Molina. Las principales inversiones fueron en digitalización, optimización de los recursos, sostenibilidad y mejoras en las pistas.

 

En Andorra, las estaciones andorranas de Grandvalira Resorts cerraron la temporada 2020-2021 con pérdidas acumuladas de más del 91% de la facturación global a causa de las restricciones de movilidad establecidas por Francia y España. En 93 días de apertura, Grandvalira registró 203.915 días de esquí vendidos, un 88% menos que la temporada pasada, mientras en el caso de Ordino Arcalís, la cifra de forfaits vendidos fue de 42.550, un 78% menos que en temporadas anteriores. El pico máximo de ocupación fue de 6.258 esquiadores, el 20 de febrero. Para la temporada 2021-2022, la estación invirtió siete millones de euros.

 

En Andorra se produjo una operación de gran calibre. Setap365 es el nombre de la nueva sociedad que integrará a las sociedades Ensisa, propietaria de la estación de esquí Grandvalira juntamente con la sociedad Saetde, y a Emap, propietaria de Pal Arinsal. Los comuns de Canillo y la Massana y Crèdit Andorrà son los accionistas del nuevo hólding. La composición accionarial inicial de la nueva sociedad, que verá la luz en 2022, será de un 40,1% por parte de Canillo, un 39,7% por parte del banco Crèdit Andorrà y un 19,9% por parte de la corporación de la Massana. Uno de los objetivos del acuerdo es que la estructura empresarial sea paritaria, por lo que se han acordado mecanismos para que la participación inicial del 20% llegue progresivamente hasta el 30% en los próximos seis años.P