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Turbo esquiva el Covid gracias a la exportación tras superar los ocho millones en 2019

La compañía, con sede en Badalona, es uno de los fabricantes históricos de baño deportivo en España. Propiedad de la familia Massó, Turbo exporta el 58% de su negocio.

Pilar Riaño

25 nov 2020 - 04:53

Turbo esquiva el Covid gracias a la exportación tras superar los ocho millones en 2019

 

 

Turbo confía en esquivar el golpe del Covid-19 gracias a la exportación. La compañía catalana, especializada desde los años sesenta en la producción de bañadores deportivos, se vuelca en los mercados internacionales ante el impacto del coronavirus, tras superar los ocho millones de euros de facturación en 2019. La empresa confía en que su actividad exportadora, que supuso el 58% de su negocio en el último ejercicio, le ayude a amortiguar la caída de las ventas.

 

Con sede en Badalona, Turbo, que opera a través de la sociedad Crotton, finalizó el ejercicio 2019 con una cifra de negocio de 8,22 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 4,47% respecto al ejercicio anterior. En 2019, la empresa recuperó la meta de los ocho millones, tras haberla perdido en 2018.

 

En 2019, la compañía logró regresar a números negros, con un tímido beneficio de algo más de 9.000 euros; un año antes, la empresa registró unos números negros de 77.914 euros. El resultado de explotación de la empresa regresó también a positivo, con 99.259 euros.

 

Turbo admite que el Covid-19 afectará al volumen de ventas y al resultado del ejercicio 2020. “Al ser una empresa con un marcado carácter exportador y al suponer las exportaciones el 58% del volumen total de ventas, esperamos que la incidencia, una vez superada la epidemia, sea limitada”, señala la compañía en el informe de gestión del ejercicio 2019, cerrado a 31 de marzo.

 

 

La compañía, dirigida actualmente por la tercera generación de la familia fundadora, combina la distribución en el canal multimarca de equipamiento deportivo con su propia red de distribución.

 

Turbo cuenta con una red de una quincena de puntos de venta en España, la mayoría de ellos ubicados dentro o cerca de equipamientos para la práctica de deportes de agua, como el Club Natació Catalunya, en Barcelona, el Centro Acuático Inácua de Málaga o el Club Natación Metropole en Las Palmas de Gran Canaria. Turbo tiene también un punto de venta propio en Milán.

 

Además, la empresa comercializa tanto prenda terminada como producciones a medida para conjuntos de deportes de agua, como natación, waterpolo, natación sincronizada, salto o triatlón. Además de bañadores, la compañía comercializa chándales, gorros, toallas, balones, mochilas o albornoces.

 

 

Turbo inició su desarrollo en 1959 de la mano de la familia Massó como fabricante de tejidos elásticos y fajas. A partir de 1967, la compañía se introdujo en la fabricación de bañadores de competición a partir de su relación con el waterpolista Umerto Panerai, portero italiano y primer director técnico de la Federación Catalana de Natación.

 

Además de con Panerai, la compañía fue tejiendo relaciones estrechas con diferentes deportistas y sobre ellas construyó su crecimiento. Uno de ellos fue Manel Alled, que ha sido su responsable comercial durante años, y otro fue Manel Estiarte, con quien se adentró en Italia. Tras presentar concurso, la compañía recuperó su actividad con la sociedad Crotton.

 

La empresa, que combina la producción en sus propias instalaciones con la subcontratación a terceros, finalizó el ejercicio 2019, con una plantilla de cerca de sesenta personas, en línea con el año anterior.