Mizuno mantiene la caída de sus ventas en 2019 aunque su beneficio crece un 23%

Mizuno no levanta cabeza y suma cuatro años consecutivos con una caída en sus ventas. La compañía nipona de equipamiento deportivo ha cerrado el ejercicio fiscal de 2019 con una caída en del 3,9% en su facturación, hasta 178.000 millones de yenes (1.446 millones de euros). Su beneficio neto, sin embargo, aumentó un 23%, hasta 6.000 millones de yenes (48,7 millones de euros).

Las ventas en Japón, su principal mercado, se redujeron un 3,7% durante los últimos doce meses, y se situaron en 129.300 millones de yenes (1.051 millones de euros). Sin embargo, la mayor caída se ha producido en Norteamérica, donde las ventas han experimentado un retroceso del 13,4%, hasta 18.000 millones de yenes (146,3 millones de euros).

Los únicos territorios en los que Mizuno ha logrado crecer en 2019 ha sido en Europa, Oriente Medio y África (Emea). En esta región, la marca nipona facturó 15.100 millones de yenes (122,7 millones de euros), un aumento del 5,5%. En Asia y Oceanía, el segundo mercado por volumen de ventas de la compañía, las ventas también cayeron un 2%, hasta 20.500 millones de yenes (166,6 millones de euros).

Mizuno acumula cuatro años negativos, producidos por la caída en las ventas del calzado deportivo

La tendencia negativa ha venido de la mano del running, su principal fuente de ingresos. El calzado deportivo ha caído en todas sus regiones un 2,5%, hasta 52.800 millones de yenes (429,3 millones de euros). Las ventas de textil también disminuyeron, aunque se situaron por encima del calzado, con 53.800 millones de yenes (437,4 millones de euros), un 4,7% menos.

En España, Mizuno intentó relanzar su estrategia trasladando su sede a Barcelona y apostó por Fernando Torres después de que el delantero anunciase su fichaje por el equipo japonés Sagan Tosu.