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La marca de tenis Snauwaert apunta a España para crecer y prepara su entrada en Francia y Alemania

La marca italiana, que renació en 2018 tras cesar sus operaciones en 1991, aspira a volver a hacerse hueco en el sector del tenis y el pádel a través de la asociación con los clubes, con el reto de estar entre las cinco primeras compañías en 2025.

Álvaro Carretero

21 feb 2020 - 04:58

La marca de tenis Snauwaert apunta a España para crecer y prepara su entrada en Francia y Alemania

 

 

Hubo un tiempo en el que Snauwaert logró hacerse un hueco entre los jugadores profesionales de tenis. La marca técnica desapareció en 1991 tras no saber adaptar su negocio a los nuevos retos que planteaba el sector, pero casi quince años después la firma italiana volvió a la vida. Tuvo que esperar hasta 2018 para su relanzamiento oficial y, en apenas un año, ya tiene filiales en tres países y ha comenzado a distribuir en España, un mercado clave en sus planes estratégicos, al igual que Francia y Alemania, dos territorios a los que espera dar el salto a corto plazo.

 

“Llevamos apenas un año de vida, pero hemos progresado mucho en muy poco tiempo”, asegura a Palco23 Roberto Gazzara, consejero delegado de Snauwaert. El ejecutivo se incorporó al proyecto en 2017, después de que un empresario belga presentase a la Federación Internacional de Tenis (IFT) sus planes para relanzarla. El organismo, entonces, contactó con el italiano, ex vicepresidente de desarrollo de productos de Prince, para diseñar los primeros modelos.

 

“Inicialmente me comprometí para ayudar al relanzamiento y aportar mi experiencia, ya que pasé muchos años diseñando las patentes de Prince en el tenis, pero tras ver el potencial que tenía, en verano de 2017 decidí comprar el negocio”, indica Gazzara. Los primeros pasos se dieron en Japón y Estados Unidos, donde Snauwaert ya tiene dos filiales, aunque su sede central aún se encuentra en Mestre (Italia).

 

 

 

 

Actualmente, la empresa cuenta con una estructura de cuarenta personas, incluyendo los consultores externos y la red comercial. Lo que por ahora no desvela Gazzara es el volumen de ventas que generó la compañía en 2018, su primer año efectivo, ya que “al considerarnos una start-up, el crecimiento debemos medirlo primero en torno al interés que generemos y a cómo construyamos las bases de la compañía para ser sostenibles económicamente”, afirma.

 

Ahora bien, ¿por qué primero Japón y Estados Unidos, en lugar de priorizar la expansión en Europa? Según el ejecutivo, por las redes de contactos de sus años en Prince, que permitieron agilizar la producción y distribución encontrando socios comerciales. “En Norteamérica sólo hemos explorado algunos estados, donde el tenis es más fuerte”, sostiene.

 

De hecho, antes de continuar su expansión en el gigante norteamericano, se buscarán partners de distribución en “Canadá y Latinoamérica”, tal y como se ha hecho ya en países como Austria, Nueva Zelanda, Singapur y determinados territorios de Europa del Este. El gran reto, sin embargo, será reforzar su huella en Europa: “Nuestros cuatro focos principales son España, Italia, Bélgica y Holanda, con vistas a empezar a operar en Francia y Alemania”, asegura el directivo.

 

 

 

 

¿Por qué incidir ahora en el desarrollo en Europa? Principalmente, por el lanzamiento de su línea de pádel. En su primer año tras el relanzamiento, Snauwaert sólo había comercializado artículos de tenis, un deporte que en el Viejo Continente ha mostrado síntomas de agotamiento durante los últimos años. El pádel, en cambio, apenas tiene trascendencia en Estados Unidos y en Japón aún es incipiente, pero es una de las disciplinas que más rápido crece en número de practicantes en los países de la zona euro.

 

“La presentación se hizo en Valencia porque España es la principal referencia en este deporte”, asegura Gazzara, quien mantiene que pese a haber más de 250 marcas en el pádel, aún hay espacio para ocupar ciertos huecos. “En el tenis, el 90% del negocio está en manos de unas cinco marcas, pero el pádel es diferente y aún presenta oportunidades por el boom que experimenta”, subraya.

 

La estrategia de negocio, a diferencia de otras marcas incipientes, no pasará por asociarse al World Padel Tour (WPT) o a algunos de sus jugadores, sino abordar al practicante a través de los clubes especializados. “Actualmente no tenemos presupuesto para hacer esa inversión, pero tampoco es nuestro foco; nosotros atacamos al jugador amateur, donde está la base del pádel, así que vamos club por club como hicimos en el tenis, y ya estamos en algunos en Alicante, Valencia, Barcelona e Italia”.

 

Los esfuerzos, en este último año, se han puesto en las campañas a través de las redes sociales, así como en la elaboración de un documental sobre el Open de Roma para contar tanto la historia del torneo como la de la marca. El reto, eso sí, llegará este año, “cuando el interés que generamos se tiene que reflejar en la compra de nuestros productos”, afirma Gazzara.