La filial de Shimano en España factura más de 55 millones de euros en 2022

Shimano, en fuga. La filial de la compañía japonesa de componentes de ciclismo cerró el ejercicio 2022 con un incremento de sus ingresos de más del 10%, lo que representa rebasar los 55 millones de euros. Para 2023, la compañía espera seguir incrementando su negocio, aunque no será a doble dígito.

En 2022, alrededor de un 80% de sus ventas en el el mercado nacional provinieron del ciclismo, mientras que el resto fueron de pesca. Con sede en Alcobendas (Madrid), la compañía cerró el curso con un total de 58 empleados, aunque tiene apoyo de la central europea de la compañía en Eindhoven (Países Bajos).

Shimano ha seguido incrementando su negocio en su segundo año operando directamente en el país y rompió su relación de distribución con la histórica Macario, distribuidora en el país desde la década de los ochenta. En julio de 2020, el grupo japonés constituyó su filial y puso al frente a Eduardo Roldán, exdirector de márketing de Macario Llorente y director general de Shimano en Italia, al frente de la división sureuropea. Por otro lado, Bruno Prieto fue nombrado responsable de su filial en España

La filial de Shimano en España tomó el control del negocio de la compañía en el país en el año del Covid

“Han sido dos ejercicios de transición en el peor momento de la historia, pero Shimano, como compañía global, quiere tener un feedback y prestar más atención en el territorio, así como dar un mejor servicio”, explica Prieto a Palco23.

Actualmente, Shimano tiene presencia en la mayoría de los puntos de venta del país, lo que supone estar en más de 3.000 puntos de venta. Además de distribuir sus marcas como Pro, Bikefitting y Lazer, distribuye otras marcas como Vittoria, Kryptonite, Motorex, SIS o VAR.  

Shimano emplea más de 12.000 personas a escala global y fabrica la mayoría de su gama de productos en Japón, Singapur y Malasia. Por otro lado, los bujes de cambio integrado se fabrican en la República Checa. En Europa, Shimano cuenta con dos almacenes, uno de ellos en Países Bajos, que está trasladando a Bélgica, y otro en Lyon, que sirve para abastecer Italia, Francia y España.

Según ha explicado el directivo, “el reto en el mercado español es consolidarnos y dar un mejor servicio a todos nuestros clientes” ya que, hasta ahora “no hemos podido dar un servicio de suficiente calidad como la compañía requiere”, sentencia el directivo, que añade que “hay que tratar de recuperar la confianza del cliente”.

Shimano tenía previsto facturar 4009,3 millones de euros

Asimismo, Prieto asegura que pese a que el boom del ciclismo se ha enfriado “hay más usuario final, tanto en la vertiente deportista como en transporte urbano”. “Hubo una demanda inesperada tras el Covid-19, pero en algunos casos, no se ha sido capaz de suministrar, con roturas de stock y falta de información”, valora. “El reto por parte del sector pasa por recuperar la confianza y ofrecer un servicio de calidad”, sentencia.

Prieto señala la diversificación de su actividad. “Tenemos diferentes visiones del negocio; uno es el aftermarket, que incluye servicios de presupuesto y accesorios, así como venta a los fabricantes”, explica. “Hay tendencias como la bicicleta eléctrica, que aún no ha encontrado otro y otras tendencias, como el gravel, que sigue tirando fuerte; e incluso el de la bicicleta de carretera que, con los grandes lanzamientos que hemos hecho, aún se percibe una demanda”, añade.

La compañía, que cotiza en la Bolsa de Tokio, tenía previsto cerrar 2022 con unas ventas de 590.000 millones de yenes (4009,3 millones de euros), un 1,7% más de lo previsto. La compañía cerró los nueve primeros meses del año con unos ingresos de 467.665 millones de yenes (3.177,2 millones de euros), lo que representa un aumento de las ventas del 18,3%. Con esta alza de las ventas, el beneficio hasta septiembre fue de 113.679 millones de yenes (772,3 millones de euros), un 31,9% más que en el mismo periodo de 2021.

La compañía registró unas ventas de 319.007 millones de yenes (2167,3 millones de euros en componentes de ciclismo) mientras que la pesca representó un negocio de 75.850 millones de yenes (481,4 millones de euros).