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Grandvalira: inversión de 7 millones y precios dinámicos para acercarse a niveles pre-Covid

La estación del país pirenaico inaugurará un nuevo local après-ski y ha realizado mejoras en pistas, accesos y estaciones de innivación. La sociedad andorrana espera recuperar las cifras pre-Covid en la temporada 2022-2023. 

 
Grandvalira: inversión de 7 millones y precios dinámicos para acercarse a niveles pre-Covid
Grandvalira: inversión de 7 millones y precios dinámicos para acercarse a niveles pre-Covid
·n su estrategia de negocio, Grandvalira tiene como objetivo aumentar el ticket medio de sus clientes.

Miquel López-Egea

29 oct 2021 - 05:00

Grandvalira encara la remontada. La estación andorrana, que tuvo una caída de la facturación del 91% a causa de las restricciones por la pandemia en la temporada 2020-2021 y cerró en números rojos, ha invertido cerca de siete millones de euros para la temporada 2021-2022. La sociedad espera alcanzar las cifras pre-Covid en 2022-2023. En la última temporada de verano, la estación consiguió un 5% de lo que se ingresa en la temporada de esquí.  

 

El nuevo edificio que acogerá el emblemático après-ski L'Abarset y mejoras en pistas, accesos y estaciones de innivación han sido las principales inversiones para la temporada que empezará el 3 de diciembre, en la que la estación tiene como objetivo acercarse a los niveles de negocio de antes de la pandemia.

 

Además de la nueva instalación, que tendrá un restaurante y una discoteca, la estación de Andorra se convertirá en la primera estación del Pirineo en comercializar su forfait con un precio dinámico. “Adoptamos la estrategia tal como hacen los hoteles o las aerolíneas; ya se hace en los Alpes y ahora, en los Pirineos, marcaremos el camino al resto de competidores”, explica Juan Ramón Moreno, director general de Grandvalira-Nevasa, a Palco23. El precio del forfait se determinará por dos variables: la anticipación a la compra y la demanda del momento.

 

 

 

 

La estación cambiará su plataforma online antes de empezar la temporada con el objetivo “de ser el Amazon del esquí, con procesos rápidos e intuitivos”. “Pondremos muchos esfuerzos en los canales directos al cliente, creciendo en online de manera significativa”, asegura el directivo, quien recuerda que “el billete de avión ya no se compra en el aeropuerto y se lleva en el móvil”. “Ya no hay que comprar en la taquilla”, sentencia. Ser más sostenibles es el otro objetivo de la estación para el próximo ejercicio.

 

Asimismo, en su estrategia de negocio, Grandvalira tiene como objetivo aumentar el ticket medio de sus clientes. “Estamos trabajando en tener menos días de esquí vendidos pero con más servicios; especialmente en determinados momentos; es decir público con más poder adquisitivo”, afirma. De hecho, esta es la estrategia turística que ha adoptado el Gobierno liderado por Xavier Espot en los últimos años, que está impulsando varías políticas para tener un turismo de más alto poder adquisitivo.

 

Las estaciones andorranas de Grandvalira Resorts (Ordino Arcalís y Grandvalira) cerraron la temporada 2020-2021 con pérdidas acumuladas de más del 91% de la facturación global a causa de las restricciones de movilidad establecidas por Francia y España. En 93 días de apertura, Grandvalira registró 203.915 días de esquí vendidos, un 88% menos que la temporada pasada, mientras en el caso de Ordino Arcalís, la cifra de forfaits vendidos fue de 42.550, un 78% menos que en temporadas anteriores.

 

 

 

 

“Afrontamos la temporada con optimismo moderado y todos los indicadores son bastante buenos, aunque hay que ser prudentes porque, por ejemplo, sufriremos con los clientes escolares o con mercados internacionales como el ruso”, explica el directivo.

 

Más de la mitad del público de la estación es español y francés. En la temporada anterior al Covid-19, un 35,4% fueron de otros países, siendo el mercado británico el que más terreno copó. De hecho, los turistas de España, Francia y Reino Unido representan entre el 80% y el 85% de los clientes de la estación. Este año, el directivo cree que el mercado ruso se verá perjudicado pero que hay otros destinos “interesantes” como Islandia o Israel.

 

En cuanto a expectativas económicas, el directivo afirma que “no llegaremos a los resultados de hace dos o tres temporadas, pero estaremos cerca”. “Tuvimos unas pérdidas gigantes, pero ya podemos empezar a despegar”, asegura el directivo.

 

El segmento competitivo también es otro punto estratégico de Grandvalira. Del 24 al 27 de enero, Ordino Arcalís acogerá el Trofeu Borrufa y después, a partir del 30 de enero, el Freeride World Tour. Del 14 al 20 de marzo se celebrarán las Finales de la Copa de Europa de esquí alpino y como cada año, se terminará con las Finales de la Copa del Mundo de Kilómetro Lanzado, del 31 de marzo al 2 de abril. La estación acogerá en 2023 las Finales de la Copa del Mundo de esquí alpino y espera ser la sede del Mundial de esquí en 2027. En caso de no conseguirlo, presentará candidatura para 2029.

 

 

 

 

Para esta temporada, Grandvalira no pedirá el certificado sanitario para acceder a las pistas, aunque está pendiente de las restricciones que el Gobierno andorrano establezca en la restauración. De esta manera, no habría limitaciones de aforo en los restaurantes en caso de pedir el pasaporte.  

 

Por otro lado, para este curso, la estación prevé la contratación de 1.500 trabajadores de temporada, que se sumarán a los más de 300 empleados fijos de la estación.

 

Grandvalira es propiedad de Saetde, marca del empresario Joan Viladomat, propietario de las estaciones de Grau Roig-Pas de la Casa y Ordino-Arcalis, y de Ensisa, de titularidad pública y gestionada por el Comú de Canillo. El mes pasado, Ensisa alcanzó un preacuerdo con el Comú de la Massana, propietario de Emap, la empresa que gestiona Pal-Arinsal, para fusionar las empresas. Credit Andorra también formará parte de la nueva sociedad.