Fitbit reduce su negocio un 25,5% por la caída de las ventas en EEUU

Fitbit no remonta. La compañía especializada en wearables deportivos cerró 2017 con una facturación de 1.615,5 millones de dólares (1.311,7 millones de euros), un 25,5% menos que en el año anterior. Sus pérdidas se duplicaron, hasta alcanzar unos números rojos de 61,1 millones de dólares (49,6 millones de euros).

La principal causa de esta caída de la facturación fueron las ventas en Estados Unidos, su mercado original, donde redujeron su negocio un 39%, hasta 944 millones de dólares (766,5 millones de euros). También cayeron los ingresos en Asia-Pacífico, con 115 millones de dólares (93,3 millones de euros), un 12% menos.

Sin embargo, en Europa, Oriente Medio y África, la facturación de Fitbit aumentó un 13%, hasta 440 millones de dólares (357,2 millones de euros). En Ámerica, exceptuando EEUU, sus ventas también aumentaron un 6%, hasta 116 millones de dólares (94,2 millones de euros).

El fundador y consejero delegado de la compañía, James Park, ha comentado en un comunicado a los inversores que durante el último año “se han llevado a cabo proyectos muy interesantes relacionados con la integración de los sistemas de salud a través de socios como United Healthcare y Dexcom”, algo que seguirán impulsando.

Para 2018, sus planes pasan por focalizarse en reducir los gastos, expandirse en la categoría de relojes inteligentes y aumentar la participación y las experiencias sociales entre los miembros. En este sentido, Fitbit ha anunciado una colaboración con Adidas para combatir el dúo Apple-Nike y lanzar un reloj inteligente de forma conjunta.