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El 'outdoor' de Sandro Rosell, en venta: Grifone busca nuevo socio para salvarse

Silvia Riera / Guillermo G. Recio

7 mar 2017 - 05:00

Grifone cuelga el cartel de en venta. La compañía leridana, especializada en prenda deportiva outdoor, negocia su venta para esquivar el cierre. La empresa, que tiene entre sus accionistas al empresario andorrano Ramón Cierco y al expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell acumula unas "abultadas" pérdidas, según han explicado fuentes del sector a Palco23.

 

Ante esta situación, la compañía ha abierto conversaciones con varios grupos inversores y de la competencia para colocar su negocio, aunque por el momento no hay ninguna propuesta firme para evitar su liquidación. Grifone no ha querido hacer comentarios a este diario, pero en las tiendas propias de Barcelona y La Seu d’Urgell aseguran que estarán abiertos los próximos meses aún siendo conscientes de que "hay cambios en la directiva".

 

De hecho, han empezado a servir ya la temporada de verano mientras que dan salida a las últimas prendas de invierno. Actualmente, no hay stock de artículos para hombre, mientras que los productos para mujer alcanzan descuentos del 60% y 70%. Uno de los factores que agravan la situación de la marca deportiva es que hace poco perdió la licencia para el uso de la membrana textil Gore-Tex, de la que era uno de los pocos licenciatarios en España que la tenía. Según fuentes del sector, la compañía "está al borde del cierre".

 

Este escenario se produce unos meses más tarde del fichaje del ex director de operaciones del FC Barcelona, Emili Sabadell, como nuevo consejero delegado, tal y como avanzó este diario. El ahora máximo responsable de la compañía relevó a Eugeni Padrós, antiguo directivo de Quicksilver que sigue estando vinculado al ser uno de los accionistas.

 

La compañía, que nació en 1984 opera bajo la sociedad de Tèxtil Seu, con sede en la localidad de La Seu d’Urgell, situada a diez minutos en coche de Andorra. Grifone, que se quiso posicionar en el mercado como "la Moncler catalana", dio un impulso a su trayectoria en estos últimos años con la entrada a su accionariado de Cierco, en 2011, y de Rosell, tres años después.

 

Fotografies pel catàleg de Grifone, hivern-estiu 2015
Grifone también ha logrado seducir a los consumidores con prendas de diseño que incluso son utilizadas para vestir de calle.

 

Cuando Rosell entró en su capital, la compañía facturaba 2,1 millones de euros, según las últimas cuentas del grupo dipositadas en el Registro Mercantil y correspondientes al ejercicio 2014. Aquel año, la empresa redujo sus ventas un 16% en relación a 2013.

 

Tèxtil Seu cerró el año con pérdidas de 1,7 millones de euros frente a los números rojos de 1,6 millones de euros del ejercicio anterior. Estas cifras contrastan con las que ofrecía Grifone a los medios de comunicación, ya que para el mismo 2014 explicó que cerró con unas ventas de 3,5 millones de euros.

 

La marca outdoor está especializada desde sus inicios en prendas de tejido técnico para combatir el frío. La compañía, que siempre asoció su imagen a los Pirineos, llegó a facturar hasta seis millones de euros antes de la crisis, aunque la mitad de su facturación procedía de pedidos públicos para policías y otros cuerpos de seguridad.

 

Ramón Cierco presidió hasta 2015 junto a su hermano la Banca Privada de Andorra (BPA), que en los últimos años ha estado en el ojo del huracán tras ser intervenida a petición de la justicia estadounidense (que finalmente retiró la demanda). También ha tenido que dar explicaciones por casos relacionados con presunta ocultación de dinero de personalidades públicas, como la familia Pujol, entre otros. A su vez, Cierco estuvo en la directiva del FC Barcelona, aunque en 2015 dejó su cargo en el club.

 

Sandro Rosell, por su parte, presidió el club blaugrana entre los años 2010 y 2014. Su carrera profesional ha estado vinculada al ámbito del deporte, pero también al de la moda. MBA por Esade, Rosell inició su trayectoria en la empresa catalana de perfumería Myrurgia para más adelante dar el salto al deporte, en el departamento internacional de márketing del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Barcelona. A finales de los noventa estuvo en Nike.

 

La empresa comercializa sus artículos a través del canal multimarca y El Corte Inglés. Con la entrada de Rosell y Padròs, la compañía se lanzó al retail y dio también sus primeros pasos en el extranjero, donde abrió un punto de venta en Argentina, en la estación de esquí de San Martín de los Andes, e inició conversaciones con posibles socios en Asia para abrir mercado en México, Chile, China, Japón y Corea.