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De Stock X a Mirror: el deporte se cuela entre las ‘start ups’ más disruptivas del mundo

El marketplace de reventa de zapatillas y la app de home fitness están a la cabeza de las principales empresas emergentes. La primera alcanzó una valoración de 1.000 millones de dólares en 2019 y la segunda ha sido adquirida por Lululemon por 500 millones. 

Álvaro Carretero

24 jul 2020 - 04:59

De Stock X a Mirror: el deporte se cuela entre las ‘start ups’ más disruptivas del mundo

 

 

Hace una década, compañías como SoulCycle o Xbox, hoy unicornios, figuraban entre la lista de empresas más disruptivas del mundo. Hoy dicho ránking está encabezado por entidades como Canva, A24 y otras asociadas al deporte como Mirror, Stock X y Action. Todas estas start ups comparten factores como la comunidad y el foco digital, pero el escenario post Covid-19 también abre nuevos retos que ponen en jaque su desarrollo en una etapa de posible recesión económica. 

 

Lo que no ha cambiado en todos estos años es el factor de generar comunidad, la llave maestra que ha convertido a estas empresas a gigantes en su sector. “El énfasis en este apartado es evidente y esta nueva generación lo ha situado en el centro de su identidad desde el inicio, no lo ha incorporado según se daba cuenta de su importancia”, destaca el estudio Marcas Disruptivas 2020, elaborado por Interbrand.

 

Cada empresa emergente ha encontrado un subnicho de mercado que explotar, como Stock X para los coleccionistas de sneakers o Mirror en el home fitness, aupado al primer plano tras el confinamiento decretado en los principales países del mundo. “Nuestra comunidad está construida en torno a la experiencia compartida y durante los entrenamientos participantes e instructores pueden enviarse notas mutuamente”, afirma Brynn Putnam, consejero delegado de Mirror.

 

La compañía ha sido comprada este mismo mes por Lululemon por 500 millones de dólares, después de que la empresa canadiense especializada en ropa para la práctica del yoga hubiera entrado en su capital el año anterior. Desde su creación en 2018, Mirror ha levantado 72 millones de dólares en rondas de financiación y la previsión es facturar 100 millones de dólares este año y alcanzar el break even en 2021.

 

 

 

 

Stock X, por su parte, arrancó en 2016 de la mano de Josh Luber, Greg Scwartz y Dan Gilbert, propietario de los Cleveland Cavaliers de la NBA y presidente de la compañía de préstamos hipotecarios Quicken Loans, que da nombre al pabellón de los Cavs. La compañía copió el modelo de la bolsa para vender sneakers como si fueran activos financieros y un año más tarde diversificó su negocio para incluir otros objetos de lujo como bolsos y relojes.

 

El año pasado cerró una ronda de financiación de 110 millones de dólares y alcanzó una valoración de más de 1.000 millones de dólares, elevándose a la categoría de unicornio. Tras la operación, Scott Cutler fue nombrado consejero delegado y el siguiente paso podría ser debutar en bolsa. Se estima que la facturación de la compañía alcanzó  152 millones de dólares el año pasado y que movió un total de 1.000 millones de dólares en el marketplace de reventa.

 

En la lista también se cuela la plataforma de apuestas y juego online Action. La empresa estadounidense, fundada en 2017, ha levantado un total de 17,5 millones de dólares desde entonces. Según el informe de Interbrand, su principal tendón de Aquiles será la alta competencia del sector, con capacidad para replicar con facilidad su modelo de negocio, basado en la creación de una plataforma integral de contenidos, juego online, estadísticas en directo y vídeos.

 

La plataforma de Action es una especie de híbrido entre las apps de contenidos, similar a las de la NBA o LaLiga. “Action ha entendido que tenía que proponer retos a la comunidad para diferenciarse y ofrecer otros contenidos, como informes personalizados”, se destaca. Para Patrick Keane, consejero delegado, “la gente apostará a lo que sea y esa ingenuidad es la que nos posiciona como el caballo ganador en un mercado que moverá 94.000 millones de dólares en 2024”.

 

 

 

 

¿Qué comparten ambas empresas con el resto de disruptores de sus respectivos sectores? El cambio de pretensiones de las macas, más asociadas a los valores de los consumidores y la sostenibilidad, ha provocado que “surja un nuevo tipo de empresas disruptivas capaces de resolver esas necesidades”, se especifica en el informe. En este tipo de compañías, además, hay una mayor diversidad de cultural y de género en las cúpulas: “en el 50% de las analizadas el consejero delegado es afroamericano y/o mujer, comparado con el 10% en las recogidas en la lista Fortune 500”.

 

Ahora bien, ¿qué caracteriza estas marcas? “Son divertidas, tienen personalidad propia, la necesidad de comunicar en redes sociales y ofrecer un mensaje más auténtico y responsable, menos corporativo y contaban, hasta ahora, con el respaldo de una economía al alza”, señala Interbrand.

La consultora reseña que el escenario ahora es diferente para este tipo de compañías, pues el Covid-19 ha provocado que muchas “estén en una posición precaria para encontrar la financiación suficiente para abordar el crecimiento de la demanda”. El estudio, aun así, se muestra optimista sobre su supervivencia: “creemos que podrán salir adelante o pivotar hacia mejores posiciones a través de su aproximación directa al consumidor; si cogemos la última recesión como precedente, eso supone que viene un momento especialmente interesante para ser una marca disruptiva”.

 

Lululemon ya aprovechó esa situación para hacerse con Mirror y la previsión es que otros gigantes de cada sector puedan aprovechar la coyuntura socioeconómica para realizar más operaciones corporativas. Para Interbrand, la mayor pregunta a partir de ahora será “cómo se comportarán este tipo de marcas, asociadas a tendencias juveniles y desenfadas, en un mundo post Covid-19, con una economía a la baja en la que la austeridad puede volver a imponerse”.