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Chiruca ‘baja’ de la montaña para entrar moda urbana tras facturar 13 millones en 2018

El fabricante español especializado en botas outdoor espera reforzar su presencia en las ciudades y consolidar su imagen de marca en los 46 países donde está presente.

Álvaro Carretero

24 abr 2019 - 04:58

Chiruca ‘baja’ de la montaña para entrar moda urbana tras facturar 13 millones en 2018

 

 

Chiruca ha iniciado el descenso de la montaña para pisar las ciudades. Las botas, que nacieron del fuselaje de un avión derribado en la frontera pirenaica durante la I Guerra Mundial, convirtieron a la marca en uno de los primeros fabricante español de calzado deportivo. Después de que Calzados Fal adquiriese la patente en 1987, Chiruca ha llegado a 46 países y ha cerrado 2018 con una facturación de 13 millones de euros, un aumento del 4% respecto al año anterior.

 

“Esperamos mantener este ritmo de crecimiento de cara a 2019, ya que, pese a que la temporada de invierno ha sido muy seca, hemos notado una buena acogida de nuestros productos”, explica a Palco23 Manuel Abad, copropietario de la empresa junto a su hermano Carlos.

 

Pese a las condiciones climatológicas, las ventas de la compañía han continuado su escalada durante los últimos cinco años, aunque aún no han alcanzado los niveles previos a la crisis económica, cuando los ingresos rondaban los 14 millones de euros.

 

Actualmente, las botas de trekking representan el 70% de las ventas del grupo, aunque el aumento de la competencia generado por el boom del outdoor ha obligado a los fabricantes especializados en este tipo de calzado a diversificar su oferta de productos.

 

 

 

 

Chiruca, que ya incorporó una línea de trail running a su oferta, ha concentrado gran parte de sus esfuerzos en dar el salto a las ciudades españolas con productos para el día a día. La empresa de Abad ha apostado por impulsar el calzado urbano como palanca de crecimiento, porque “ya estamos consolidados en el resto de segmentos”.

 

Este tipo de deportivos están más alejados del modelo de botas que han caracterizado a la marca tradicionalmente. “Nosotros ya estamos consolidados en el resto de segmentos, por lo que el resto es volver a estar presentes en las calles con una línea más urbana, con las mismas funcionalidades técnicas, pero adaptada a la moda deportiva”, analiza Abad.

 

De hecho, no sólo el calzado urbano ha evolucionado para abrirse a marcas que habitan en la montaña. Las botas y zapatillas de senderismo y trekking también han incorporado una mayor gama de colores y han abandonado la clásica oferta de marrones y verdes para adaptarse a “un tipo de usuario más ocasional y menos técnico que demanda ir a la moda”.

 

 

 

 

Chiruca está presente en 1.800 puntos de venta en España y tiene presencia en 46 países, como Francia, Alemania, Italia, Polonia, los nórdicos, Rusia, Taiwán, Emiratos Árabes, Chile, Ecuador y Sudáfrica, entre otros, en los que espera “seguir reforzando la imagen de marca”, confirma Abad.

 

Sin embargo, el 70% de las ventas se producen en España, que continúa siendo el principal bastión de la compañía riojana. “El mercado internacional es más complejo. Hay más competencia y no se nos conoce como en España, donde somos una marca histórica y el consumidor ya tiene una referencia clara”, explica el directivo.

 

La marca no descarta expandirse a nuevos mercados “si surgen buenas oportunidades y encontramos los distribuidores adecuados”. Sin embargo, Abad afirma que la estrategia pasa por “seguir trabajando en aquellos donde ya tenemos presencia para consolidar la imagen de Chiruca”.