Equipamiento

Callaway frente a Topgolf: quién es quién en el nuevo gigante del golf

Los dos grupos estadounidenses prevén alcanzar una facturación de 3.200 millones de dólares en 2022, con un ebitda de 350 millones de dólares.

M.R./I.P.G.

29 oct 2020 - 04:50

Callaway frente a Topgolf: quién es quién en el nuevo gigante del golf

 

 

 

A un lado, un histórico de los palos de golf. Al otro, una de las mayores empresas de campos de entrenamiento del país. Callaway Golf y Topgolf Entretainment Group acordaron el lunes su fusión, con el objetivo de crear un nuevo gigante en el sector con una facturación agregada de 2.800 millones de dólares.  

 

La relación de estas dos empresas se remonta al 2006, cuando Callaway entró en el capital de Topgolf. Actualmente, ostentaba una participación del 14% de la cadena y tras la fusión pasará a controlar un 51,5% de la empresa resultante, mientras que el resto de las accionistas de Topgolf controlarán el resto.

 

Entre las dos compañías esperan ingresar un total de 2.800 millones de dólares el próximo año y crecer hasta 3.200 millones de dólares en 2022. La nueva empresa prevé un resultado bruto de explotación (ebitda) de 270 millones de dólares, que se elevará hasta 350 millones de dólares en 2022.

 

Callaway Golf, 36 años dedicada a los palos

Callaway Golf es uno de los mayores productores de palos de golf de Estados Unidos. La empresa echó a andar en 1984 de la mano de Ely Callaway, un empresario (y ávido jugador de golf) de LaGrange (Georgia) que antes de entrar en el sector había desarrollado su carrera en la industria textil y vitivinícola.

 

Una de las marcas favoritas de Callaway era Hickory Sticks, que en los ochenta atravesaba una profunda crisis. En 1982, el empresario se hizo con la mitad de la compañía y en 1984 se hizo con el resto por 400.000 dólares y cambió su nombre a Callaway.

 

El punto de inflexión fue el lanzamiento de Big Bertha Driver, una línea de palos de golf que impulsó las ventas y se convirtió en referente en un sector. En 1992, apenas diez años después de la entrada de Callaway en el capital, la empresa dio el salto a la bolsa de Nueva York.

 

Ese mismo año, la empresa facturó 132 millones de dólares, mientras que un año más tarde dispararon hasta 255 millones. Tras pasar un periodo de dificultades al final de los noventa, con la irrupción del low cost en el sector, Callaway Golf logó recuperarse una vez entrado los 2000.  

 

El grupo ha crecido a golpe de compras, que le han permitido también diversificar su negocio y entrar en moda y accesorios. La empresa se ha hecho con Odyssey, especializada en palos de golf; Ogio, de ropa y equipamiento deportivo; TravisMathew, de moda y accesorios, y Jack Wolfskin, de moda outdoor.

Callaway, que falleció en 2001, se mantuvo como consejero delegado y presidente de la empresa hasta 1996. Actualmente, la compañía está liderada por Oliver G. Brewer.

 

 

 

 

En 2019, la empresa facturó 1.701 millones de dólares, un 37% más que en 2018, cuando ingresó 1.243 millones de dólares. Sin embargo, el benefició 2019 fue de 79 millones de dólares, un 26% menos que en 2018. Antes del coronavirus, Callaway Golf preveía crecer entre un 3% y un 5% este año.

 

Por continentes, la empresa facturó 788 millones de dólares en Estados Unidos, 428 millones en Europa, su segundo mercado, y 246 millones en Japón, mientras que en el resto del mundo las ventas ascendieron a 237 millones de dólares.

 

La empresa también ha sufrido el golpe del coronavirus: en el segundo trimestre de 2020, los ingresos cayeron un 34% respecto al mismo periodo de 2019 y registró unas pérdidas de 168 millones.

 

Topgolf: del entrenamiento al entretenimiento

Topgolf, con sede en Dallas, fue creada en el año 2000 por los hermanos Steve y Davie Jolliffe, después de que ambos vendieran su empresa de mystery shopping. Los dos hermanos aficionados al golf decidieron introducir un microchip a una pelota de golf con el objetivo de mejorar su juego. De ahí surgió la idea empresarial que se basó en el diseño de un juego denominado Topgolf. 


 

 

 

Se trata de un campo de entrenamiento rediseñado en el que los usuarios cuentan con diferentes fórmulas de entretenimiento. El primer campo fue inaugurado en las afueras de Londres, en Watford, a pesar de la reticencia de empresas y jugadores profesionales del sector.

 

Ya entrada la década de los 2000, la empresa dio un salto adelante cuando Richard Grogan, David Main, Eric Wilkinson y Tom Mendell, banqueros de inversión, comenzaron el negocio en Estados Unidos tras adquirir la licencia.

 

Posteriormente en 2009, adquirieron la división británica y la propiedad intelectual de TopGolf. Para 2015 Topgolf ya tenía 28 ubicaciones entre Estados Unidos y Reino Unido, que atrajeron a ocho millones de clientes. Un año más tarde, la empresa y Village Roadshow crearon una joint venture para llevar Topgolf a Australia, completando así la presencia en un tercer continente.

 

En la actualidad, Topgolf es propiedad de Providence Equity Partners, Fidelity Research y Thomas Dundon, y está dirigida por Dolf Berle. La empresa cuenta también con una filial especializada en el negocio audiovisual.

 

A inicios de este año, la empresa tenía la intención de salir a bolsa con el objetivo de levantar 4.000 millones de dólares, según publicó Bloomberg. En 2019, TopGolf contaba con más de mil empleados y facturó 1.100 millones de dólares.