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Bkool factura cuatro millones en 2020 y prevé crecer un 25% en 2021 por el ‘boom’ del ciclismo

La empresa cierra en números negros después de dejar atrás el negocio de la fabricación de rodillos, que concentraba el 75% de su negocio.                                                                                    

Miquel López-Egea

7 may 2021 - 05:00

Bkool factura cuatro millones en 2020 y prevé crecer un 25% en 2021 por el ‘boom’ del ciclismo

 

 

Bkool, en la lucha por el podio del software de rodillos. La empresa tecnológica española Bkool, que recientemente ha firmado un acuerdo con RCS Sport para organizar el Giro de Italia virtual, cerró 2020 con una facturación de cuatro millones de euros y estima crecer un 25% en 2021. Además, la compañía terminó 2020 con beneficios

 

“La facturación no es comparable con la de 2019, porque el 75% de esta se correspondía a hardware, los rodillos tenían un coste de entre 400 y 1.000 euros: 2020 era un renacer”, explica Alfonso García-Lozano, consejero delegado de la empresa, a Palco23. “El objetivo es ser la empresa número dos del mercado mundial en tres años”, afirma el directivo. Actualmente, el número uno Zwift, empresa con sede en California (Estados Unidos).

 

Bkool, que tiene sede en Las Rozas (Madrid), en 2019 vendió su línea de negocio de rodillos a Versa Design, propietaria de la marca Zycle, para centrarse en el simulador de ciclismo. Actualmente tiene 400.000 usuarios registrados, cifra que ha aumentado un 40% desde marzo del año pasado.

 

El 80% de los usuarios son de Europa y la mitad de este porcentaje se corresponde a España. Sin embargo, la empresa cuenta con usuarios registrados de todo el mundo. Bkool es compatible con los rodillos y bicicletas estáticas de Elite, Favero, Keiser, Oreka, Saris, Tacx, Technogym, Wahoo, Wattbike y Zycle.

 

 

 

 

La empresa cuenta con más de 50 trabajadores y con embajadores como el exciclista tres veces campeón del mundo, Óscar Freire o el equipo Deceuninck Quickstep. Actualmente el 90% de los trabajadores teletrabajan por lo que la mayoría de sus empleados han retornado a sus regiones de origen.

 

Bkool ofrece una suscripción mensual de 9,99 euros a su plataforma o una anual de 96 euros. “Es más caro el rodillo, puede oscilar de 400 o 500 euros a 2.000 o 3.000 euros o a las bicicletas inteligentes”, sentencia. El segmento de mercado en el que opera es de usuarios entre 30 y 55 años, un 80% de ellos, hombres. “Es algo que queremos vencer”, sentencia.

  

“La pandemia nos ha supuesto un gran incremento de usuarios y actividad: hubo un pico de usuarios en abril y mayo que no sabíamos si nuestra plataforma aguantaría, ha sido un boom brutal porque nuestro negocio tuvo picos espectaculares”, explica el directivo. Sin embargo, reconoce que “es un negocio muy estacional”.

 

Para combatir la estacionalidad, la empresa apostará por realizar clases de spinning, además de ofrecer sus actuales rutas reales. “También tenemos la idea de ofrecer paquetes familiares y queremos ser más atractivos, con estrategias como ofrecer a los usuarios competiciones para que no se den de baja, y crear comunidad, como, por ejemplo, ligas propias con los amigos”, explica García-Lozano. “Al ciclista le gusta estar en la carretera o en la montaña, por lo que tenemos una suscripción anual con un 20% de descuento”, afirma.

 

 

 

 

La empresa fue fundada por José Sancho, Jesús Deval Del Toro, Néstor Matas y Fernando García Checa en 2011. Los empresarios Benito Vázquez y García Lozano entraron en el capital el año pasado y actualmente son los encargados de dirigirla. Los fundadores conservan la mayoría del accionariado de la empresa.  

 

“Cuando llegué quedé alucinado: si la empresa hubiera nacido en Silicon Valley sería la número uno del mundo y la decisión de abandonar el hardware ha sido muy acertada”, valora el directivo. “Traspasaron las patentes y pusieron el foco en el software, por lo que potenciaron la aplicación de spinning y ahora están invirtiendo en seguir mejorando la plataforma”, afirma. “Veníamos del sector de la consultoría y de la tecnología del deporte y nos ofrecieron esta posibilidad, haciéndonos cargo de la empresa”, aclara.

 

 

 

 

“Nos hemos renovado: tendremos algo super avanzado y estamos volcados en dar a conocer algo único en el mercado”, afirma. “Es una empresa de éxito porque somos pioneros: somos la empresa que más acerca el ciclismo real al virtual”, afirma. De hecho, la plataforma ofrece repetir las rutas en bicicleta desde casa si se ha grabado con una GoPro o hacer ascensiones a Alpe d’Huez, Mortirolo o Lagos de Covadonga, así como correr en un velódromo.

 

De cara al futuro, el directivo también cree que Bkool debe crecer en socialización y gamificación. “La gamificación es un reto, el público lo valora mucho”. “El sector de los eSports con los rodillos me parece brutal porque esto sí es un deporte de verdad, aunque es imposible que la competición sea absolutamente limpia”, afirma.

 

“Es fácil hacer trampas porque no todos los rodillos tienen las mismas características y hay pequeños trucos que son imposibles de detectar; en cuanto a eSports quedan unos años para hacer competiciones fiables”. “En esto trabajamos: hay que certificar el funcionamiento de los rodillos y, de hecho, la Unión Ciclista Internacional está interesada en esto; se resolverá a corto plazo”, considera.