Equipamiento

BH Bikes acelerará el negocio de Monty en Europa tras alcanzar el 100%

El fabricante de bicicletas urbanas ha trasladado su sede a las oficinas de BH en Vitoria, desde donde aprovechará su red de distribución para crecer en países como Italia, Alemania y Francia, aunque mantendrá su independencia.

Álvaro Carretero

22 mar 2019 - 04:59

El fabricante español de bicicletas ha trasladado su sede a las oficinas de BH en Vitoria, desde donde aprovechará su red de distribución para crecer en países como Italia, Alemania y Francia, que es su principal bastión, aunque mantendrá su identidad e independencia a la hora de desarrollar sus productos.

 

 

Soplan vientos de cambio para Monty tras su integración total en BH Bikes. La compañía ha decidido cerrar sus instalaciones en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y trasladar su sede a Vitoria, donde se encuentra la de BH, para aprovechar su red de distribución a nivel europeo y crecer en países como Italia y Alemania, además de continuar su expansión en Francia. Monty facturó 4 millones de euros en 2018, mientras que BH Bikes obtuvo unas ventas de 51 millones de euros en 2018, un importe similar al de 2016 después de superar un año atípico tras el incendio de su fábrica en Portugal.

 

“Queremos seguir manteniendo nuestras señas de identidad aunque nos hayamos incorporado a BH”, afirma José María Macías, al que BH Bikes ha situado como nuevo director general de Monty para liderar esta nueva etapa tras adquirir el 10% que aún no tenía. “Compartir las instalaciones es una forma de reducir los costes en áreas como la atención al cliente o los servicios de posventa, pero los departamentos de desarrollo de producto y el comercial van a continuar siendo independientes”, señala el directivo.

 

De hecho, la mudanza a Vitoria es una forma de incidir en el desarrollo de su estrategia de expansión a nivel internacional. Las exportaciones representan un 20% de la facturación de Monty, que está especializada en bicicletas urbanas, y obtiene el 25% de sus ventas en el segmento infantil. Francia es su principal bastión y acapara más de la mitad de las ventas al extranjero, aunque la compañía espera dar un mayor impulso a su presencia en Italia y Alemania. “Queremos aprovechar la red de distribución de BH, especialmente en Alemania, donde tienen una oficina, pero sin descuidar a nuestros clientes, a los que tenemos que hacer ver que no ha cambiado nada con esta operación”, explica Macías.

 

 

 

 

Uno de los territorios donde la marca aún no se plantea entrar es en Latinoamérica, a diferencia de otras empresas que sí han empezado a buscar distribuidores. Macías, que ha trabajado en los últimos años en una empresa de distribución de artículos de ciclismo hacia Centroamérica, explica que “la movilidad urbana no está tan avanzada aún, al igual que España tampoco está al nivel de otros países europeos”.

 

El ciclismo está teniendo un notable desarrollo en países como Colombia, que se ha convertido en el pulmón de la industria en la región y ha hecho que los fabricantes españoles hayan fijado su punto de mira. Sin embargo, para Monty, que no pierde de vista el desarrollo al otro lado del Atlántico, “aún no es el momento y, aunque el ciclismo tiene un enorme potencial y mueve masas, la modalidad que está creciendo es la deportiva, la de carretera, pero las ciudades aún no están preparadas para este tipo de bicicletas urbanas”.

 

BH Bikes, por su parte, también ha fijado su plan de crecimiento en el extranjero. “Tenemos mercados directos a los que distribuimos desde BH Europa, como Portugal, Francia, Bélgica, Holanda, Italia, Alemania y Polonia”, explica un portavoz de la compañía. Las exportaciones suponen el 70% de las ventas de la compañía, que tiene planes de expansión en diferentes territorios, aunque no desvelan cuáles serán los próximos mercados donde busque tener presencia.

 

 

 

 

Además de la internacionalización, la dirección del grupo también ha marcado como prioridad el desarrollo de los modelos eléctricos, a los que destinará la mayor parte de su inversión. De hecho, Monty fabricó la primera bicicleta eléctrica urbana que se distribuyó en España aunque “no queremos entrar en la pelea por las bicicletas ultra ligeras ni con mejor motor, eso responde más a la modalidad deportiva”.

 

El fabricante de origen catalán ha tratado de diferenciarse en los últimos años con el triciclo eléctrico, que cuesta entre 1.700 euros y 2.200 euros, en la que será la antesala del futuro de la movilidad urbana, que pasará por “vender menos cantidad, pero a mayor precio, mejorando las prestaciones del vehículo”, razona Macías.

 

Por su parte, BH Bikes también centrará sus esfuerzos en el desarrollo de los vehículos motorizados. “Lanzamos el primero hace más de diez años y, aunque el boom ha llegado a España durante el último año, en otros países como Alemania, Francia y Bélgica ya están asentadas desde hace tiempo”, confirma el grupo. De hecho, esta estrategia es la que más crece dentro de la marca, con un alza interanual del 45% en la venta de sus productos.

 

El desarrollo de pruebas enfocadas a este tipo de productos, como las carreras de mountain bike eléctricas y la apuesta de la UCI por potenciar esta disciplina con el Mundial de Canadá han incrementado la competencia por mejorar los diseños de este tipo de bicicletas. Tal vez, en un futuro, mientras las bicicletas Monty circulan por las calles de las grandes ciudades, una BH motorizada suba el Monte Ventoux en el Tour de Francia.