Una década a ‘dieta’: las federaciones recortan su deuda a la mitad, hasta 43,8 millones

Las federaciones deportivas han asumido que su rol en el siglo XXI debe ser distinto y, sobre todo, debe predominar la profesionalización de las estructuras. El plan de saneamiento iniciado hace unos años se ha traducido en el regreso a la sostenibilidad económica de la gran mayoría de entidades, que han destinado buena parte de los beneficios a desapalancarse. En una década, su endeudamiento total se ha recortado a la mitad, al pasar de 86,1 millones en 2008 a 43,8 millones de euros en 2017, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD) a los que ha accedido Palco23.

Este importe no incluye a la Real Federación Española de Fútbol (Rfef), que mantiene compromisos por 78 millones de euros y cuya estructura de pasivo ha ido variando al alza y a la baja de forma constante. En su caso, el estudio señala que “son las deudas a corto plazo las que suponen el mayor peso sobre el endeudamiento total” de la institución, que el próximo 17 de mayo celebrará elecciones a la presidencia y deberá establecer una hoja de ruta clara para su futuro.

El resto de federaciones sí tienen una estrategia definida, en muchos casos acordadas con el Gobierno en el marco de los planes de saneamiento aprobados en 2012, cuando la deuda era de 85 millones de euros, el 70% a corto plazo. Tras cuatro años con reducciones de deuda a un ritmo inferior al 10%, en 2016 se produjo un tijeretazo del 37,1% gracias sobre todo al ente rector del golf en España, que en balance llegó a tener 18 millones de euros en periodificaciones a corto plazo por ingresos anticipados.

El mayor recorte de deuda se produjo entre 2015 y 2016, debido a la reestructuración de la Federación de Golf

Ahora, y con datos provisionales del cierre del último año, el CSD considera que “la reducción entre 2015 y 2016, que se confirma en 2017, se manifiesta especialmente en la deuda a corto plazo, lo que, como puede verse en el apartado correspondiente, provoca una mejora sustancial del fondo de maniobra”. No es una cuestión baladí, ya que la posición de liquidez de los principales promotores del deporte en España se triplicó de un año para otro, hasta 14,5 millones de euros, el máximo histórico de la última década.

La mejora de la salud financiera de estas instituciones también ha permitido a la secretaría de Estado para el Deporte reducir la necesidad de ofrecer préstamos complementarios a las subvenciones. Hasta 2013, los créditos concedidos por la Administración se estabilizaron en torno a los cuatro millones de euros anuales; a partir de entonces, bajaron por debajo de los dos millones de euros y siempre vinculados a los planes de saneamiento, y ya en 2017 apenas se contabilizaron 943.526 euros.

Si bien no hay datos individuales al cierre del último año, un estudio anterior del CSD desvela que entre las federaciones que más han reducido sus compromisos están las de natación, que pasó de 16,3 millones en 2012 a 1,7 millones en 2016; la de balonmano, que bajó de 6,4 millones a 1,8 millones de euros; la de atletismo, que pasó de 5,3 millones a 2,9 millones de euros, y la de remo, que llegó a deber más de cinco millones y ahora está en torno a los 500.000 euros.

Las perspectivas de muchas de las federaciones son optimistas, ya no sólo por el escenario de recuperación económica en el conjunto de España, sino también por el renovado interés de las marcas por apoyar a estos organismos en el camino de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ahora, la deuda es equivalente al 29% de todos los ingresos, cuando hace una década llegó a superar el 40%.