Entorno

Zoom: Brexit, ¿y ahora qué?

Un negocio de 241 millones: ¿cómo afectará un Brexit duro al turismo deportivo y las exportaciones españolas?

El sector está atento a la evolución de un país que compra 1.376,8 millones de euros al exterior y trae a 207.749 turistas deportivos a España cada año, donde el golf juega un papel clave.

Álvaro Carretero

30 sep 2019 - 04:56

El sector está atento a la evolución de un país que compra 1.376,8 millones de euros al exterior y trae a 207.749 turistas deportivos a España cada año, donde el golf juega un papel clave.

 

 

La primera reunión entre Boris Johnson, Primer Ministro británico, y Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, terminó como se esperaba: sin avances en las negociaciones. El bloqueo político se ha convertido en el elemento protagonista de los acontecimientos socioeconómicos y la situación de incertidumbre generalizada también podría pasar factura a dos de los motores de la industria del deporte: las exportaciones y el turismo deportivo. ¿Cómo afectará un Brexit duro a un negocio que en España supone 241 millones de euros anuales?

 

A escala global, Reino Unido compró artículos deportivos a otros mercados por valor de 1.376,8 millones de euros en 2018. España apenas representa una pequeña fracción de esta cantidad, un 3,48%, ya que las transacciones entre ambos países se situaron en 48 millones de euros el año pasado, más del doble que hace un lustro.

 

Durante el primer semestre de 2019 esa cuantía, lejos de caer, ha aumentado un 14,7% interanual, hasta 26,1 millones de euros. No obstante, por ahora, los efectos son difíciles de cuantificar, aunque atendiendo a la tendencia de las exportaciones deportivas en la Eurozona durante los últimos años, España podría ser de los países que menos acusen el golpe por dos motivos.

 

 

 

 

El primero es que el 88% de las compraventas de Reino Unido procede de cinco países, Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos y Francia. El segundo, que las empresas españolas han encontrado nuevos territorios con los que capear el temporal que acecha a Europa. Entre ellos, Suiza y Andorra y, sobre todo, Estados Unidos y Japón, que en la actualidad son el primer y el tercer mercado deportivo de un negocio que en 2018 facturó 422.775 millones de euros a nivel mundial.

 

Sin embargo, a medida que se desciende la escalera de sectores deportivos, sí que se aprecian focos en los que una salida dura de Reino Unido afectaría sensiblemente. El principal, el fitness, ya que las compañías españolas han pasado de vender productos a Reino Unido por 4,6 millones de euros en 2017, a multiplicarse por tres el año pasado, hasta 14,3 millones de euros.

 

Esta tendencia responde al crecimiento de este sector en el global de las exportaciones de España, que en 2019 ha superado al ciclismo como el que más facturación aporta, pero también al papel que juegan las islas británicas en el terreno de juego de los gimnasios, ya que son uno de los mercados más relevantes de Europa.

 

 

 

 

La recomposición del espacio socioeconómico comunitario podría provocar que los principales socios de Reino Unido comenzasen a buscar destinos en los que mantener su rentabilidad en mercados clave para las exportaciones como el fitness y, sobre todo, el calzado. La venta de zapatillas de tenis, baloncesto y otros deportes en dirección al país anglosajón alcanzaron 14,3 millones de euros en 2018, un 10,5% más que el año anterior.

 

Ambas categorías de productos representan más de la mitad de la facturación procedente de la venta de artículos españoles a Reino Unido. De hecho, el esquí y el ciclismo, dos de los baluartes de las exportaciones deportivas de España, apenas son significativos en el caso del país británico, que invierte más en material de camping (sacos de dormir y tiendas de campaña), un total de 6 millones de euros, o en productos para deportes al aire libre, como balones y otro tipo de equipamiento para la actividad física (6,6 millones de euros).

 

Muestra de ello es la inquietud que mostró Kasper Rosterd, consejero delegado de Adidas, reconoció en 2018, cuando las negociaciones se encontraban en un punto delicado, que “ahora mismo, nuestra gran preocupación es el Brexit”. La marca de las tres bandas, de hecho, es una de las que ya ha comenzado a tomar medidas para paliar sus efectos.

 

 

 

 

 

Sin embargo, si hay un sector que sea especialmente sensible a los efectos del Brexit es el golf, y no tanto por la parte de las exportaciones. Al igual que esquí y el ciclismo, esta disciplina apenas tiene peso en la balanza comercial de España y Reino Unido, pero sí que tiene un gran protagonismo en la parcela del turismo deportivo.

 

Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte copan casi el 26% de licencias en el Viejo Continente, según el informe Golf Participation Report 2018, publicado por Kpmg. Esta cifra es aún más significativa teniendo en cuenta que el 33% de los cursos que se imparten se realizan en suelo británico, aunque los expertos aún difieren sobre las consecuencias que podría tener el Brexit. “Cuanto más específico es tu negocio, más fácil resulta proyectar las posibles consecuencias de una salida de Reino Unido de la UE”, afirma David Gould, periodista estadounidense especializado golf.

 

De hecho, la caída de la libra con respecto al dólar podría tener el efecto contrario, ya que para los golfistas estadounidenses sería incluso más barato desplazarse a los clubes británicos. Ahora bien, donde sí repercutiría directamente sería en el sector profesional. Si la libra se devalúa, jugadores británicos como Justin Rose percibirían menos ingresos procedentes de los premios, por lo que torneos como el British Open deberían aumentar las cuantías económicas para competir con otros majors. Martin Slumbers, consejero delegado de R&A Group, la empresa gestora del torneo ha asegurado que “durante los últimos tres años hemos tratado de evaluar todas las contingencias posibles, pero al no conocer las reglas del juego, no sabemos a qué nos enfrentamos”.

 

 

 

 

La incertidumbre en torno al Brexit podría tener consecuencias negativas sobre la industria del golf en España tanto en el apartado profesional como en el turístico, especialmente relevante en una industria que durante los últimos ocho años ha caído de forma constante en número de licencias. Los británicos son de los visitantes que más acuden al país para practicar algún tipo de deporte y, a cierre de 2018, se contabilizaron 207.749 turistas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

Este tipo de viajero es equivalente al 14,1% del total que acuden a España por motivos deportivos, sólo superado por los alemanes. Es decir, Reino Unido es el segundo país que más nutre a la industria del deporte española, de la cual también se benefician otros sectores como el hotelero. En total, los británicos generaron un gasto de 192,8 millones de euros en 2018, un 13,6% del desembolso registrado en el territorio español. 

 

Un Brexit duro, por tanto, dificultaría el libre tránsito que existe ahora mismo entre países miembros de la UE, y podría desincentivar la llegada de este tipo de turistas, uno de los filones de la industria durante los últimos años. En Murcia, por ejemplo, se calcula que el 82,5% de los visitantes deportivos que acuden a la región, lo hacen movidos por el golf.

 

Es un caso similar al de Andalucía, donde se concentran 102 campos, un 70% de ellos repartidos entre Cádiz y Málaga. Y, aunque estas regiones serían las que más acusarían el golpe, no serían las únicas, ya que el pronóstico es el de una caída generalizada del turismo deportivo, un negocio que en España movió 120.000 millones de euros en 2018 y que, sin embargo, apenas representa el 1,7% del total del sector.