Entorno

Un exdirectivo de la Fifa admite el cobro de sobornos para adjudicar a Sudáfrica el Mundial de 2010

Palco23

4 jun 2015 - 12:30

"Yo y otros ejecutivos en el comité ejecutivo de la Fifa aceptamos sobornos en conjunción con la selección de Sudáfrica como nación que iba a acoger el Mundial de 2010”. No es una hipótesis que maneje el FBI, sino la confesión de Chuck Blazer, un antiguo alto cargo del órgano rector del fútbol mundial que ha decidido confesar para rebajar la sanción que le acabará imponiendo la Justicia de EEUU.

 

El dirigente, que representaba al país en la Fifa y fue secretario general de la Concacaf, además admite que el caso de Sudáfrica no fue puntual. Según su testimonio, varios miembros del comité ejecutivo que encabezaba el ya dimitido Joseph Blatter también cobraron sobornos durante el proceso de selección de la sede del Mundial de 1998, que se acabó disputando en Francia.

 

Blazer Blatter Fifa
Chuck Blazer junto a Joseph Blatter, en una imagen de archivo.

 

“Acordé con otra persona allá por 1992 que le facilitaría la aceptación de un soborno en conjunción con la selección de la nación anfitriona”, reconoce Blazer en una afirmación que justificaría las duras declaraciones de la fiscal Loretta E. Lynch. El día en que se destapó el escándalo, aseveró que la Fifa era un organismo corrupto con más de veinte años de irregularidades a sus espaldas.

 

La investigación del FBI, que también se nutre de la confesión de José Hawilla, propietario y fundador de la agencia de marketing deportivo Traffic, añade que también se habría realizado pagos ilícitos en la adjudicación de contratos de televisión y publicidad, así como en las sedes de torneos como la Copa América.

 

En total, se estima que dirigentes del fútbol latinoamericano se embolsaron unos 150 millones de dólares en sobornos. Esta situación, que si bien no salpica directamente a Blatter, es el hecho que forzó su dimisión al entenderse que él era el responsable último del proceder de varios miembros de su equipo.

 

El detonante de su decisión, tras ser reelegido dos días después de anunciarse la investigación, han sido 10 millones de dólares. Se trata de un importe que el comité organizador del Mundial de Sudáfrica transfirió a través de la Fifa a la Concacaf, la confederación que reúne a Norteamérica, América Central y el Caribe, y que entonces presidía Jack Warner, también detenido. El país asegura que ese dinero forma parte del programa legado y que era para financiar un programa de desarrollo del fútbol en la región al haber sido el destino clave de los africanos que abandonaron el continente. El FBI, en cambio, sospecha que fue un soborno encubierto.