Entorno

Uefa y LaLiga impulsan a una Rfef bajo mínimos comerciales en año de Mundial

La Federación prevé lograr unos ingresos récord de 170 millones en 2018, impulsados por los pagos de LaLiga para el fútbol aficionado y los de la Uefa por competiciones. La factura por patrocinadores vuelve a caer y ya es la más baja desde 2008 en año de Mundial, con cinco marcas que ahora finalizan contrato.

Marc Menchén

25 jul 2018 - 05:00

Uefa y LaLiga impulsan a una Rfef menguante en patrocinios

Telefónica, que finaliza contrato en 2018, tiene los principales activos de la ropa de entrenamiento. /Carmelo Rubio-Rfef

 

 

Luis Rubiales ha decidido que parte de su sueldo vaya en función de los patrocinios, consciente de que es uno de los departamentos donde mayor margen de mejora existe y que 2018 será un año clave. Cada vez son más las marcas que quieren asociarse al deporte rey, y la inversión anual ha ido al alza en la mayoría de propiedades deportivas. Sin embargo, la Real Federación Española de Fútbol (Rfef) es una excepción: sus ingresos por publicidad e imagen se situarán en 32,1 millones en 2018, un 15,4% menos que en 2014, el último año en que también se disputó Mundial.

 

De hecho, la disputa de esta competición es la que ha permitido al nuevo presidente presentar una mejora del 4,1% respecto a 2017. Ahí se incluye la entrada de CaixaBank como banco oficial, con presencia en la ropa de entrenamiento, así como el upgrade de Seat, que ha pasado de colaborar sólo con la Copa del Rey a también estar con La Roja. Sin embargo, la lista de deberes es larga y no ha comenzado nada bien.

 

Este año vencen los contratos de patrocinio de Telefónica, Iberdrola, Pelayo, Sanitas y Cruzcampo, que se firmaron en distintos años y con propósitos muy diferentes. La cervecera ya ha dicho que renuncia a continuar con la Selección después de diez años, argumentando que ya ha cumplido su ciclo, pero también con críticas a las formas de Rubiales desde que llegó al poder, suspendiendo incluso un viaje acordado con las marcas.

 

 

 

 

Al mando de estas negociaciones estará Rubén Rivera, fichado por el presidente en 2016 para la dirección de márketing de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y ahora repescado para la Federación. La tarea no es menor, ya que en un momento en el que la Selección absoluta no está logrando sus mejores números, debe negociarse con el patrocinador principal de la ropa de entrenamiento, que es Telefónica. El grupo deberá decidir si extiende más allá de 2018 el patrocinio ampliado hace un año de Movistar+, en un momento en el que también trabaja para mantener a Real Madrid y FC Barcelona en cartera.

 

Más sencilla apunta la negociación con Iberdrola, que en agosto de 2016 decidió renunciar a los activos que tenía contratados con La Roja para centrarse en el fútbol femenino. Hoy es el patrocinador principal de la Primera División, y ayer la Rfef confirmó que en 2019-2020 se creará una Primera B con sólo 32 equipos para aumentar la competitividad y crear un producto más atractivo en términos comerciales.

 

A la espera de lo que suceda con todas estas alianzas, lo cierto es que el sustento del área de patrocinios de la Rfef continúa siendo Adidas. La marca alemana es el proveedor técnico y, tras la renovación de 2015, abona unos 19 millones de euros anuales, según consta en las cuentas de 2017. Es decir, que el fabricante de artículos deportivos genera el 61% de todos los ingresos por esta actividad, donde también trabajan con GLS, Air Europa, LG, Emidio Tucci, Cabreiroá y Marqués de la Concordia.

 

 

 

 

En este año de transición, pues Rubiales apenas lleva tres meses en el cargo, el motor más importante para que la Federación siga creciendo es el fútbol profesional. Los derechos audiovisuales crecieron un 38,9% en 2017, hasta 61,1 millones de euros, gracias a los pagos que realiza la Uefa tras la centralización de los derechos para las fases clasificatorias de Eurocopa y Mundial, así como la comercialización de la Copa del Rey que venía haciendo LaLiga. La final de este torneo y de la Supercopa de España la realizaba directamente la Federación.

 

En el caso de la patronal del fútbol español, también se han producido incrementos en los pagos por el arbitraje y en el fondo reservado para apoyar al fútbol aficionado, que en esencia se nutre de los derechos de televisión de LaLiga Santander y LaLiga 1|2|3. En total, en torno a 30 millones de euros que después la Rfef redistribuyó.

 

La Fifa, por su parte, es la gran explicación para el alza del 54,2% en actividades deportivas, que supusieron 20,3 millones de euros y que incluye una prima de 6,47 millones por la clasificación de la Selección absoluta para el Mundial de Rusia 2018. Por último, las licencias federativas se estabilizaron en 9,4 millones, el cobro por cuotas a clubes y asociaciones bajó un 42,3% (448.000 euros) y la impartición de cursos creció un 37,1% (565.000 euros).

 

 

 

 

Por el lado del gasto, una de las partidas más relevantes continúa siendo la operativa de las distintas selecciones, que consumió 34,85 millones de euros. Ello supone una desviación negativas de más de seis millones que la dirección atribuye a las primas abonados a los jugadores por su clasificación para el Mundial.

 

En total, la Federación pagó 14,71 millones de euros a los jugadores y jugadoras que fueron convocados para participar con la Selección en las diferentes categorías. Además, a comienzos de 2017, aunque a cargo de 2016, se acordó una prima de 1,34 millones para los jugadores de La Roja en concepto de publicidad.

 

Otros conceptos destacados son la Copa del Rey, que exigió 4,73 millones de euros; la Tercera División (12,36 millones); la Segunda B (10,78 millones), o la retribución de los árbitros del fútbol profesional (16,6 millones). En paralelo, las federaciones territoriales recibieron 33,78 millones de euros, la mitad de los cuales procedentes de LaLiga.