Entorno

Samaranch (COI): “Tenemos el reto de hacer que el olimpismo se mantenga relevante en una sociedad tan cambiante”

Juan Antonio Samaranch explica a Palco23 que la Agenda 2020 elaborada por el Comité Olímpico Internacional pretende que los Juegos Olímpicos se adapten a las ciudades en pos de la sostenibilidad y el legado olímpico.

Patricia López

15 nov 2018 - 04:56

Juan Antonio Samaranch

Juan Antonio Samaranch durante la presentación de la exhibición sobre la historia de la retransmisión de los Juegos Olímpicos. Fuente: Olympic Channel/Jaime Gros.

 

Juan Antonio Samaranch lleva desde 2001 vinculado al Comité Olímpico Internacional (COI) y desde 2016 es vicepresidente. Ingeniero industrial y MBA por la Universidad de Nueva York, es el hijo de Juan Antonio Samaranch, que presidió el organismo entre 1980 y 2001 y fue una de las figuras más relevantes del movimiento olímpico en España.

 

Samaranch ha pasado buena parte de las dos últimas décadas trabajando para este movimiento, que está atravesando una fase de transformación para adaptarse a los nuevos tiempos. “Hasta este momento las potenciales sedes debían hacer una gran inversión en infraestructura olímpica, y la Agenda 2020 eso se ha convertido en cero”, explica a Palco23, sobre el giro hacia la sostenibilidad que ha protagonizado el organismo.

 

El COI es una institución con más de 120 años de historia que nació para promover el olimpismo y coordinar las actividades del Movimiento Olímpico. ¿Cómo ha evolucionado con el tiempo?

 

Cualquier área de actividad humana en las últimas décadas ha evolucionado dramáticamente. Estamos en un Movimiento Olímpico uniformemente acelerado en lo que tiene que ver con la cultura, los usos, la sociedad y desde luego con el deporte. El olimpismo hoy día se ha expandido en todas las dimensiones posibles. Es más global y llega a más gente, intenta trabajar la sostenibilidad y en los últimos años los esfuerzos que estamos haciendo están muy ligados a intentar llegar a los nuevos públicos.

 

¿Tiene la sensación de que el COI ha hecho un cambio de chip con los nuevos criterios para asignar los Juegos Olímpicos?

 

Creo que lo que sí hemos hecho ha sido trabajar en el programa. Estamos tratando de hacerlo más atractivo en sus formatos, en su entrega, en la manera de llevarlo al público y en las especialidades que hemos introducido con el objetivo de atraer a la juventud. Pero luego también estamos muy concentrados en hacer que, a partir de ahora, los Juegos se adapten a las ciudades, y no al revés. Hasta este momento las potenciales sedes debían hacer una gran inversión en infraestructura olímpica; con la Agenda 2020, eso se ha convertido en cero.

 

 

 

 

¿De ahí que por primera vez adjudicaran dos sedes olímpicas de una vez?

 

Estamos hablando de París y Los Ángeles, de Francia y Estados Unidos. Son dos grandes ciudades y dos países con vocación olímpica. Hay que tener en cuenta que estamos en un momentos de gran dificultad para la sociedad, en un contexto en que están irrumpiendo movimientos populares y en muchos casos populistas, en que es muy difícil promocionar proyectos de cualquier tipo, independientemente de si es un hospital o unos Juegos Olímpicos. Creo que la oportunidad que tuvimos de tener dos propuestas extraordinarias y convertirlas en las sedes de 2024 y 2028 ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado en mucho tiempo.

 

¿Esta decisión aleja a otras ciudades de poder organizar una cita olímpica?

 

Claro que aleja la siguiente oportunidad para otras ciudades hasta el 2032, pero eso se decidirá en 2025, y habrá que empezar a trabajar en ello durante los años 2022 o 2023. Por lo tanto, no queda tanto para que llegue ese momento.

 

Ha comentado que la Agenda 2020 se adapta los Juegos a las ciudades, en lugar de las ciudades a los Juegos. ¿Los nuevos criterios de adjudicación y de sostenibilidad, dan menos opciones a las ciudades que están en vías de desarrollo de organizar unos JJOO?

 

No lo creo. Nosotros no decimos que no se construyan infraestructuras; lo que pedimos y defendemos es que todo lo que se vaya a construir, sea unas vías de tren, una autopista o un estadio, tenga demostrado y certificado que tiene uso para las siguientes décadas porque la comunidad la necesita. Se criticaron los Juegos de Sochi porque supusieron una inversión de 50.000 millones, pero es que esa cita ganó dinero. Pero si Rusia decidió que quería y necesitaba crear un pueblo de vacaciones de invierno y de verano, y construyeron toda la infraestructura necesaria para hacerlo, no nos parece mal. La condición es que se le dé uso, y se ha demostrado que está teniendo mucho éxito. Lo que no vamos a permitir es que un país o una ciudad construyan algo para nosotros y que después no tenga uso.

 

 

 

 

Están trabajando para atraer a las generaciones que vienen y para fidelizar a los públicos jóvenes. ¿Cómo lo están haciendo?

El programa olímpico juega un papel fundamental. En Tokio irrumpen nuevas disciplinas, como el skateboard, escalada, surf, básquet 3x3, etcétera. Vamos a tener muchísimos formatos nuevos interesantes para la juventud, que es a quién nos debemos.

 

Y ahí parece que entran en juego los eSports, cuya posible entrada en el programa está generando mucho debate…

 

Muchísimo. No voy a darle mi opinión institucional al respecto, pero sí la personal. El olimpismo no es solamente organizar unos eventos con muchísimo público y repercusión; es sobre todo una filosofía, la de hacer que el ser humano sea mejor y más feliz a través del deporte y el respeto. Hay muchas actividades que tienen mucho público y que no encajan con esa filosofía olímpica, por lo que habría que tener muy claro hasta qué punto los eSports, en el formato actual, responden a esa necesidad. Estoy seguro que esta disciplina cumple muchos de los requisitos, pero que los eSports contribuyan a la felicidad del público mediante la práctica de ejercicio físico… Ahí creo que tenemos mucho que discutir.

 


 

 

En 2016 asumió la vicepresidencia del COI. ¿Qué retos tiene por delante?

 

Soy la persona más afortunada del mundo porque es maravilloso el poderse ocupar de los retos que hay. Uno de ellos es cómo el olimpismo se mantiene relevante en una sociedad tan cambiante. El COI parece una organización muy potente, y generamos grandes contratos y acuerdos televisivos. Pero, al final, somos una entidad que está basada en los aros olímpicos y en el valor que se le atribuye a un ideal. Nuestros valores son el respeto, la amistad y la excelencia. Si perdemos ese ideal, no hay nada.

 

Y en una sociedad tan cambiante, ¿cómo mantienen o adaptan sus valores?

 

Son valores bastante universales, y se han ido adaptando. Respetar al prójimo y a ti mismo, dar lo mejor de ti y competir con fair play, etcétera. Todo ese tipo de valores tan importantes para el ser humano son importantes para nuestro ADN, y creo que por eso somos tan relevantes. Porque tocamos la fibra de lo mejor del ser humano e intentamos contribuir modestamente a que seamos todos un poco mejores.