Entorno

Reino Unido elige nuevo primer ministro en pleno verano del descontento

En deporte, el nuevo primer ministro tendrá que volver a plantear una revisión sobre la legislación del juego, una cuestión que hasta ahora ha formado parte de la agenda del Gobierno, pero no se han hecho avances significativos.  

Reino Unido elige nuevo primer ministro en pleno verano del descontento
Reino Unido elige nuevo primer ministro en pleno verano del descontento
Hoy, el Partido Conservador elegirá a quien será el nuevo primer ministro británico para tomar el relevo de Boris Johnson, que dimitió el pasado julio acorralado por una oleada de dimisiones en sus filas y rodeado de multitud de escándalos.

I. C. / M. L-E.

5 sep 2022 - 05:00

I’m pissed” (estoy cabreada), se lee, sencillamente, en un cartel que exhibe una joven británica por las calles de Londres en medio de una manifestación. Es una de los miles de ciudadanos que han salido este verano a protestar en todo Reino Unido por la subida de los costes de vida y los bajos salarios. El país elegirá hoy a su nuevo o nueva premier tras un verano del descontento que ha llevado los niveles de confianza a mínimos no vistos en las últimas cuatro recesiones en el país. 

 

Las huelgas, que cuentan con bastante apoyo de la población, se han extendido desde el mayor puerto de mercancías del país hasta el servicio de correos, pasando por conductores de tren o autobús y abogados.

 

La situación recuerda a la del invierno del descontento, del que se ha tomado el nombre para definir el último trimestre, que tuvo lugar entre 1978 y 1979, con el gobierno laborista de James Callaghan, cuando la subida de precios y los límites impuestos a las subidas salariales causaron huelgas masivas y protestas en todo el país.

 

En 1978, la inflación rondaba el 8%. En julio de este año, la subida anual de los precios fue del 10,1% y, según previsiones de Citibank, la situación podría ir a peor: en 2023, el Índice de Precios al Consumo (IPC) en Reino Unido podría llegar al 18%.

 

 

 

 

Reino Unido es uno de los países europeos con los precios de la energía más elevados, situándose en julio en 51,8 euros por kilovatio/hora, según datos del Household Energy Price Index elaborado por Energie-Control Austria y recogido por Euronews. La cifra es veinte euros más alta que en España el mismo mes.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó en julio que el Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido aumentará un leve 0,5% en 2023, después de ejecutar el tercer recorte de previsiones en un año. Para 2022, la institución estima un alza del 3,2%.

 

Hoy, el Partido Conservador elegirá a quien será el nuevo primer ministro británico para tomar el relevo de Boris Johnson, que dimitió el pasado julio acorralado por una oleada de abandonos en sus filas y rodeado de multitud de escándalos.

 

Los candidatos son Liz Truss, ministra de Exteriores, y Rishi Sunak, extitular de Economía del Gobierno, que el miércoles concluyeron su campaña pública para las elecciones primarias. Tanto los analistas como los sondeos de opinión apuntan a una victoria de Truss, cuya visión es liderar un programa de gobierno neoliberal en el que ha prometido revertir la subida del Impuesto de Sociedades y evitar que las huelgas paralicen el transporte público en el país.

 

Sunak, por su lado, representa una visión más ortodoxa que se evidenció cuando, el pasado julio, dimitió como ministro de Economía descontento con la gestión de Boris Johnson. El hindú se ha impuesto a los planes de Truss y considera que la ministra llevaría a Reino Unido a un mayor endeudamiento y a una subida aún mayor de los precios.

 

Las propuestas de Sunak incluyen medidas como ayudas para hacer frente a la inflación de la energía este inverno. Como Johnson, el exministro se ha visto involucrado en escándalos como partygate.

 

En deporte, el nuevo primer ministro tendrá que volver a plantear una revisión sobre la legislación del juego, una cuestión que hasta ahora ha formado parte de la agenda del Gobierno, pero no se han hecho avances significativos.  

 

Esta nueva legislación, de aprobarse, definiría los límites sobre el patrocinio de los operadores de juego a las entidades deportivas, así como su visibilidad en las camisetas de los clubes, aunque, por el momento, no hay consenso en el Parlamento británico.

Una de las propuestas que hizo el año pasado el Ministerio de Cultura, Medios, Digital y Deportes (Dmcs) era limitar el patrocinio y prohibir la publicidad de las casas de apuestas extranjeras en el fútbol

 

 

 

 

Para evitar un castigo drástico por parte del Gobierno, la Premier League estudia prohibir de forma voluntaria los patrocinios de las casas de apuestas en el frontal de las camisetas. El acuerdo sólo afectaría a la parte delantera de la camiseta y no a las mangas. Además, se implementará de manera gradual en las próximas tres temporadas, de manera que los clubes que mantienen contratos actualmente no se verían afectados. Sin embargo, una de las condiciones del acuerdo pasaría por el reconocimiento del Gobierno de esta prohibición puesto que tendrá un impacto en las arcas de los clubes ingleses.

 

Otro de los retos del Gobierno pasa por aumentar la inversión en actividad física en las escuelas del país. El mes pasado las federaciones de fútbol, tenis, cricket y rugby pidieron al nuevo primer ministro que priorizara la educación física en las escuelas, garantizando un mínimo de dos horas a la semana.

 

De hecho, en 2021, la Cámara de Lores creó un comité para tratar de analizar porque los jóvenes británicos no son más saludables y objetivos que antes de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, tal y como se había propuesto hace diez años, puesto que reconocidas figuras del sector deportivo británico habían acusado al Gobierno de “estar desperdiciando el legado olímpico” y de no tener una estrategia deportiva.

 

Finalmente, el nuevo primer ministro también tendrá que lidiar con el sector del fitness. UK Active, la patronal británica de gimnasios, presentó el año pasado un plan con el que prevé terminar 2030 con quince millones de abonados a los clubes, cinco millones más que antes de la pandemia. 

 

De conseguirlo, la implantación del fitness en el país pasaría del 15% al 20% de la población. Pero para ello, reclama la desgravación del IVA, la reforma de las tarifas comerciales, inversión en infraestructura e incentivos en salud.