Entorno
¿Quién es quién en la investigación contra altos cargos de la Fifa?
27 may 2015 - 14:10
La investigación iniciada por el FBI y que hoy se ha saldado con la detención de una decena de altos cargos de la Fifa está relacionada con el presunto pago de sobornos por parte de agencias de marketing deportivo y operadores de televisión para adjudicarse contratos. La documentación revela el pago de unos 150 millones de dólares para influir en qué empresas se hacían con contratos comerciales relacionados con torneos promovidos por la Concacaf y la Conmebol, las dos confederaciones que agrupan a los países de América. ¿Quién es quién en la trama?
Jeffrey Webb, vicepresidente y miembro del comité ejecutivo de la Fifa, presidente de la Asociación de Fútbol de las Islas Caimán (CIFA) y de la Concacaf (Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe), así como miembro del comité de la Caribbean Football Union (CFU).
Costas Takkas es el hombre de confianza de Webb y actualmente es su auxiliar en la presidencia de Concacaf. Anteriormente ya le ayudó en Islas Caimán como secretario general de la federación.
Eduardo Li, miembro de varias comisiones de la Fifa, del comité ejecutivo de Concacaf y presidente de la Federación de Fútbol de Costa Rica.
Julio Rocha ejerce actualmente como miembro del equipo profesional, una tarea que compagina con la de presidente de la Federación de Nicaragua de Fútbol (Fenifut). En el pasado también presidió la Unión Centroamericana de Fútbol (Uncaf).
Jack Warner fue el hombre fuerte de la Concacaf entre 1990 y 2011, periodo en el que se habrían cometido la mayoría de irregularidades. También fue vicepresidente y miembro del comité ejecutivo de la Fifa, presidente de UCF y asesor especial de la Federación de Fútbol de Trinidad y Tobago (TTFF).
Eugenio Figueredo es otro de los vicepresidentes del comité ejecutivo y, por lo tanto, uno de los hombres de confianza de Joseph Blatter, presidente de la Fifa desde 1998. Actualmente también es el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y anteriomente presidió la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol).
Rafael Esquivel es el presidente de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) y miembro del comité ejecutivo de Conmebol, uno de los organismos investigados por el FBI.
José Maria Marin fue el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y actualmente forma parte de casi todas las comisiones de la Fifa especializadas en la celebración de los mundiales de fútbol.
Nicolás Leoz, hoy retirado del día a día de los órganos rectores del fútbol, fue el presidente de la Conmebol entre 1986 y 2013, fecha en la que decidió renunciar a sus cargos ante las acusaciones de haber recibido sobornos en la adjudicación de los derechos de televisión de algunos torneos, una investigación que el FBI ha vuelto a poner encima de la mesa.
Alejandro Burzaco es el presidente de Torneos y Competencias, un grupo de medios de comunicación de Argentina que se encarga de la producción del canal Fox Sports en Sudamérica. La compañía, que posee una filial al 50% con el diario El Clarín, ha sido la tenedora de derechos audiovisuales como la Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Champions League, Europa League o la Liga Argentina.
Aaron Davidson, presidente de Traffic Sports USA. Es la agencia de marketing deportivo cuyo propietario ha desvelado esta trama corrupta que ha operado durante más de veinte años en el continente americano. Actualmente, la compañía es la socia exclusiva de Concacaf en la explotación de los derechos comerciales de sus torneos.
Hugo and Mariano Jinkis son dos hermanos que crearon Full Play Group, una empresa organizadora de eventos deportivos que nació en Argentina en 1998 y que ha participado en las fases de clasificación para los mundiales de 2014, en Brasil, y de 2018, en Rusia, además de la Copa América 2015 y varios partidos amistosos entre selecciones de la región.
José Margulies es el último implicado en esta trama. La Fiscalía de EEUU considera que el propietario de las empresas Valente Corporation y Somerton Limited "estaba en el negocio de los derechos audiovisuales, pero presuntamente sirvió de intermediario para facilitar los pagos ilícitos entre los ejecutivos de marketing deportivo y los dirigentes del fútbol".