Entorno

Pirineus-Barcelona, ante el reto de obtener 500 millones de inversión privada

La Generalitat de Catalunya asegura que al menos un 30% del presupuesto deberá aportarse mediante la colaboración público-privada y la venta de entradas y merchandising. Pyeongchang obtuvo 880 millones de dólares en ayuda y 832 millones a través del patrocinio.

Patricia López

22 nov 2018 - 05:00

Sochi 2014 quintuplicó el presupuesto inicial en los Juegos de invierno, aunque el COI afirma que finalmente generó un impacto económico positivo

 

 

La candidatura de Pirineus-Barcelona es la única opción que, en la actualidad, tiene España para albergar unos Juegos Olímpicos. La idea de Madrid 2032 está en el horizonte, pero ha sido la propuesta de la Generalitat de Catalunya la que ha recibido el visto bueno del Comité Olímpico Internacional (COI) para seguir compitiendo en la carrera olímpica. La llama de los Juegos no alumbra con tanta fuerza como lo hacía hace décadas, motivo por el que el COI ha apostado por la sostenibilidad a la hora de adjudicar sedes. ¿Cuánto cuesta en la actualidad celebrar unos Juegos de Invierno? ¿Cuándo presupuesto debe tener la candidatura Pirineus-Barcelona para convertirse en región anfitriona?

 

El COI establece un presupuesto de 1.300 millones de euros para organizar la cita, de los cuales el organismo se compromete a aportar 900 millones de euros. Entre 400 millones y 500 millones de euros deben ser aportados por los patrocinadores locales que firme el comité organizador, la venta de entradas, el merchandising y la financiación pública. “El impacto económico que tiene ser sede olímpica ya es más alto que los 500 millones euros que se requieren”, asegura el secretario general de Deporte de la Generalitat, Gerard Figueras. 

 

¿Es una probabilidad real que se alcancen tales cifras de financiación por la vía pública y privada? Según Figueras es razonable conseguirlo. Pero la candidatura deberá contener los gastos para que no se disparen, algo que sí pasó en Sochi 2014 y en Pyeongchang 2018.

 

 

 

 

La ciudad rusa presupuestó gasto por10.300 millones de dólares (9.000 millones de euros), pero finalmente invirtió 53.000 millones de dólares (46.420 millones de euros), cinco veces más. “Se criticó esa edición porque supuso una elevada inversión, pero la cita ganó dinero”, aseguraba el vicepresidente del COI, Juan Antonio Samaranch, en una entrevista al este diario. El gasto de Pyenochang 2018, por su parte, ascendió a 13.000 millones de dólares (11.380 millones de euros), un 85% más de lo fijado inicialmente.

 

“Si Pirineus-Barcelona se adjudica la edición de 2026, o incluso si lo hace en el 2030, serían los primeros Juegos de la sostenibilidad conforme el COI defiende en la actualidad”, sostiene Figueras. El responsable de deportes de Cataluña asegura que la región cuenta con las instalaciones necesarias para albergar la cita, y así lo hizo saber el organismo al admitir en octubre que “desde un punto de vista técnico, es posible organizar la cita”.

 

El COI ha cifrado en 527 millones de dólares (461 millones de euros) el importe que una candidatura para los Juegos de Invierno puede ahorrarse si pone un marcha una serie de medidas de sostenibilidad. Entre las mismas destaca la no construcción de complejos deportivos, la organización de pruebas en el extranjero para evitar inversiones innecesarias, la habilitación de instalaciones temporales y la realización de obras de complejos fijos siempre y cuando “tengan un uso prolongado en el tiempo y tras la cita olímpica”.

 

 

 

 

De ahí que el presupuesto inicial que pide el COI sea de 1.300 millones, una cifra muy alejada de los 6.130 que estimó Pyeongchang cuando se adjudicó la sede, y especialmente de los 11.380 millones que acabó gastando. El comité internacional también aumentó su aportación a la cita: a Vancouver 2010 destinó 775 millones de dólares, a Sochi 833 millones de dólares, y a la cita surcoreana 880 millones de dólares. La previsión para 2030 es que el importe ascienda a 900 millones.

 

Los otros pilares que permitirían alcanzar el presupuesto son el ticketing, una línea que generó una facturación de 205 millones de dólares con el 90% de las entradas vendidas en Sochi. El récord por venta de entradas se logró en la edición de Vancouver, con 250 millones de euros y 1,5 millones de entradas vendidas, el 97% de la oferta total, según un informe del COI al que ha podido acceder Palco23. No han trascendido las estimaciones de la Generalitat respecto a la venta de pases, pero el Gobierno autonómico confía en que la ciudad de Barcelona sea un reclamo para el aficionado internacional.

 

La confianza está especialmente depositada en los ingresos por patrocinio. Al margen de los sponsors del COI, que generan una facturación anual que el organismo redistribuye en la organización de certámenes olímpicos y en la promoción del deporte, cada comité organizador firma patrocinadores locales. El récord en las ediciones de invierno lo tiene Sochi, que logró facturar 1.189 millones de dólares (1.041 millones de euros) a través de 46 sponsors, seguido de Pyeongchang, con 729 millones de euros.

 

No obstante, un contratiempo como ya suelen evidenciar LaLiga o la ACB es la presencia de grandes multinacionales locales que puedan tener interés en un evento local. El Plan ADO, creado para becar a los deportistas y promover el talento olímpico en España, cuenta con el apoyo de marcas como Allianz, Coca-Cola, Telefónica o CaixaBank.

 

“Es razonable que podamos conseguir 500 millones de euros para cubrir el presupuesto”, señala Figueras. Pero, dada la tendencia presupuestaria al alza que se ha puesto de manifiesto en las últimas ediciones, ¿será capaz Pirineus-Barcelona de contener el gasto para no exceder al presupuesto? Esa será, junto a la búsqueda del consenso político entre las administraciones, el elevado listón que deberá superar la candidatura.

La candidatura de Pirineus-Barcelona es la única opción que, en la actualidad, tiene España para albergar unos Juegos Olímpicos. La opción de Madrid 2032 está en el horizonte, pero ha sido la propuesta de la Generalitat de Catalunya la que ha recibido el visto bueno del Comité Olímpico Internacional (COI) para seguir compitiendo en la carrera olímpica. La llama de los Juegos no alumbra con tanta fuerza como lo hacía hace décadas, motivo por el que el COI ha apostado por la sostenibilidad a la hora de adjudicar sedes. ¿Cuánto cuesta en la actualidad celebrar unos Juegos de Invierno? ¿Cuándo presupuesto debe tener la candidatura Pirineus-Barcelona para convertirse en región anfitriona?

El COI establece un presupuesto de 1.300 millones de euros para organizar la cita, de los cuales el organismo se compromete a aportar 900 millones de euros. Entre 400 millones y 500 millones de euros deben ser aportados por los patrocinadores locales que firme el comité organizador, la venta de entradas, el merchandising y la financiación pública.

¿Es una probabilidad real que se alcancen tales cifras de financiación por la vía pública y privada? Según el secretario general de Deporte de la Generalitat, Gerard Figueras, es razonable conseguirlo. Pero la candidatura deberá contener los gastos para que no se disparen, algo que sí pasó en Sochi 2014 y el Pyeongchang 2018.

 

Gráfico

 

La ciudad rusa presupuestó 10.300 millones de dólares (9.000 millones de euros), pero finalmente invirtió 53.000 millones de dólares (46.420 millones de euros), cinco veces más. “Se critió esa edición porque supuso una elevada inversión, pero la cita ganó dinero”, asegura el vicepresidente del COI, Juan Antonio Samaranch, en una entrevista al este diario. El gasto de Pyenochang 2018, por su parte, ascendió a 13.000 millones de dólares (11.380 millones de euros), un 85% más de lo fijado inicialmente.

 “Si Pirineus-Barcelona se adjudica la edición de 2026, o incluso si lo hace en el 2030, serían los primeros Juegos de la sostenibilidad conforme el COI defiende en la actualidad”, sostiene Figueras. El responsable de deportes de Cataluña asegura que la región cuenta con las instalaciones necesarias para albergar la cita, y así lo hizo saber el organismo al admitir en octubre que “desde un punto de vista técnico, es posible organizar la cita”.

El COI ha cifrado en 527 millones de dólares (461 millones de euros) el importe que una candidatura para los Juegos de invierno puede ahorrarse si pone un marcha una serie de medidas de sostenibilidad. Entre las mismas destaca la no construcción de complejos deportivos, la organización de pruebas en el extranjero para evitar inversiones innecesarias, la habilitación de instalaciones temporales y la realización de obras de complejos fijos siempre y cuando “tengan un uso prolongado en el tiempo y tras la cita olímpica”.

 

Sochi 2014 quintuplicó el presupuesto inicial en los Juegos de invierno, aunque el COI afirma que finalmente generó un impacto económico positivo

 

De ahí que el presupuesto inicial que pide el COI sea de 1.300 millones, una cifra muy alejada de los 6.130 que estimó Pyeongchang cuando se adjudicó la sede, y especialmente de los 11.380 millones que acabó gastando. El comité internacional también aumentó su aportación a la cita: a Vancouver 2010 destinó 775 millones de dólares, a Sochi 833 millones de dólares, y a la cita surcoreana 880 millones de dólares. La previsión para 2030 es que el importe ascienda a 900 millones.

Los otros pilares que permitirían alcanzar el presupuesto son el ticketing, una línea que generó una facturación de 205 millones de dólares con el 90% de las entradas vendidas en Sochi. El record por venta de entradas se logró en la edición de Vancouver, con unos ingresos de 250 millones de euros con 1,5 millones de entradas vendidas, el 97% de la oferta total, según un informe del COI al que ha podido acceder Palco23. No han trascendido las estimaciones de la Generalitat respecto a la venta de pases, pero el Gobierno autonómico confía en que la ciudad de Barcelona sea un reclamo para el aficionado internacional.

La confianza está especialmente depositada en los ingresos por patrocinio. Al margen de los sponsors del COI, que generan una facturación anual que el organismo redistribuye en la organización de certámenes olímpicos y en la promoción del deporte, cada comité organizador firma patrocinadores locales. El récord en las ediciones de invierno lo tiene Sochi, que logró facturar 1.189 millones de dólares (1.041 millones de euros) a través de 46 sponsors, seguido de Pyeongchang, con 729 millones de euros.

“Es razonable que podamos conseguir 500 millones de euros para cubrir el presupuesto”, señala Figueras. Pero, dada la tendencia presupuestaria al alza que se ha puesto de manifiesto en las últimas ediciones, ¿será capaz Pirineus-Barcelona de contener el gasto para no exceder al presupuesto? Esa será, junto a la búsqueda del consenso político entre las administraciones, el elevado listón que deberá superar la candidatura.