Entorno

Movistar+, el gran escollo de la negociación del convenio entre Asobal y Federación

Los clubes sólo aceptarán que el organismo federativo recupere la gestión de la Copa y la Supercopa siempre que se comprometa a que los derechos de televisión los pueda vender la patronal en bloque a Telefónica.

Guillermo G. Recio

10 may 2018 - 05:00

Movistar+ emite desde 2015-2016 las competiciones que organiza Asobal, por las que paga alrededor de 700.000 euros al año

 

 

El balonmano español cierra otra gran cita deportiva, pero se abren nuevos escenarios para esa misma competición: la Copa del Rey. Tras conseguir seducir a una media de alrededor de 6.000 aficionados en el campeonato conquistado por el Barça Lassa el pasado fin de semana, la Real Federación Española de Balonmano quiere que deje de estar en manos de la Asobal y volver recuperar la gestión de este torneo y de la Supercopa, según ha podido saber Palco23.

 

La Rfebm pretende aprovechar los éxitos de la Selección, tanto masculina como femenina, para volver a controlar ambos campeonatos, ya que la Asobal se ha encargado de organizar las copas de forma intermitente durante los últimos 30 años. La última vez que la federación decidió ceder estos derechos comerciales fue en 2009, en plena recesión económica.

 

La relación entre ambas entidades no pasa por su mejor momento, como demostró que la patronal de clubes acusara de injerencias a la Rfebm, después de que esta convocara una reunión con los propios clubes de la competición. Desde la Asobal, que pertenece a los propios equipos, se consideró que la federación estaba vulnerando los asuntos internos de la propia asociación.

 

“Seguro que llegamos a un entendimiento para solucionar la situación”, asegura el presidente de la Asobal, Aldolfo Aragonés. El directivo apunta que “no nos parece mal que la federación se encargue de organizar estas competiciones, pero a cambio deben cambiarse algunas cosas del convenio”.

 

 

 

 

Algunos clubes de la liga explican que “la idea era prorrogar el actual convenio, con la gestión de todas las competiciones, hasta tener una nueva Ley de Deporte donde ya seamos profesionales”. Sin embargo, ante el avance de la federación, “hay que ponerse de acuerdo”, tanto en el importe que se paga como en otras cuestiones de calado, como los derechos de televisión.

 

Aragonés señala que “todo es negociable, pero nuestro socio audiovisual no va a aceptar que se trocee el balonmano”. “Quieren exclusividad, y no se puede pretender que la final se emita en abierto, por ejemplo”, indica el directivo, inmerso en las negociaciones para renovar el contrato con Movistar+, que desde 2015 abona 700.000 euros anuales por las retransmisiones.

 

Algunas voces del sector opinan que las conversaciones con la telecos están estancadas a expensas de lo que ocurra, ya que podrían incluso no renovar su contrato por este motivo. “Lo único que actualmente sustenta al balonmano es el acuerdo con Movistar+, la federación se debe centrar en ayudar a hacer crecer este deporte”, apuntan fuentes de la industria.

 

Más allá del apartado audiovisual, también hay diferencias en cuanto al pago del canon por organizar estos eventos, que actualmente está cifrado en 30.000 euros al año, que es lo que desembolsa la Asobal para tener los derechos de Copa del Rey y Supercopa. A este importe se añaden 7.500 euros que debe pagar cada club a la federación por temporada por los derechos de participación, aunque propiamente la Rfebm no se encargue de poner en marcha la máxima competición de clubes del balonmano español.

 

 

 

 

Además, el conjunto de la Asobal paga cada año unos 60.000 euros por los gastos de traspasos y alrededor de 480.000 euros en gastos de arbitraje. Este punto es otro de los que esperan rebajar cuando la futura Ley del Deporte pueda hacerlos profesionales, ya que podrán decidir cómo gestionar a sus árbitros, si seguir con los de la federación como LaLiga o tenerlos propios como la ACB.

 

Estos cambios son vitales para los equipos, que en 2016-2017 ingresaron 7,66 millones, un 5,2% menos, sin contar con el FC Barcelona, que gracias al fútbol escapa del control económico de la competición. Ello ha afectado directamente a las plantillas, ya que se cifra en 2,76 millones el gasto en salarios de todos los clubes menos el Barça durante la temporada 2016-2017, un 27,9% menos que dos temporadas antes.

 

Todavía queda tiempo para negociar hasta el 30 de junio, pero las posiciones de ambas entidades deberán acercarse por obligación. Y no sólo tiene importancia para el balonmano español, ya que incluso la federación internacional está pendiente de lo que ocurra para poder negociar también los derechos audiovisuales de sus competiciones, entre ellas la EHF Champions League.