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Business Women Empowerment

Marisol Casado (UIT): “Uno de los principios del buen gobierno es la igualdad, y ha calado”

La exatleta, actual directiva de la Unión Internacional de Triatlón y miembro del Comité Olímpico Internacional, reivindica un mayor peso femenino en los órganos de decisión del deporte mundial.

Albert Ferrer

8 mar 2021 - 04:35

Marisol Casado (UIT): “Uno de los principios del buen gobierno es la igualdad, y ha calado”

 

 

Marisol Casado es la única mujer que preside una federación internacional de deportes de verano y una de las dos en todo el programa olímpico, junto con la escocesa Kate Caithness, máxima mandataria del curling. Presidenta de la Unión Internacional de Triatlón (UIT) desde 2008, asegura que, pese a que la diferencia en la que se encuentran las mujeres respecto a los hombres en los órganos directivos haya disminuido en los últimos diez años, aún queda camino por recorrer para establecerse en primera línea. Para que exista una situación de igualdad en la sociedad, Casado cree que tanto gobiernos como entidades deben tomar “medidas muy claras y contundentes” para modificar la cultura.

 

 

 


Pregunta: Hay pocas mujeres en puestos de poder en el ámbito empresarial. ¿Por qué cree que ocurre?

Respuesta: En cualquiera de los ámbitos, ya sea deportivo o empresarial, en las posiciones de liderazgo ha habido siempre pocas mujeres. No soy ninguna erudita, pero, tras mi larga experiencia en el sector deportivo, la cultura existente hasta hace veinte años ha sido una educación que promocionaba los valores de liderazgo solamente a los hombres y los valores de cuidado a las mujeres. Se debe preparar a las organizaciones para que puedan recibir una líder mujer, aunque sabemos que es un proceso largo. Hay que ser conscientes de que estamos dando pasos de gigante porque, evidentemente, el retraso es histórico. Hay muchas empresas que tienen entre el 30% y el 40% de las mujeres en posiciones de liderazgo, aunque en la cúpula solamente hay un 3%, igual que en el sector deportivo. He estado en muchos grupos de trabajo, y hay que preparar la cultura de las organizaciones para que pueda haber mujeres en los estamentos más elevados.

 

P.: Además de haber pocas mujeres en puestos como el suyo, ¿se visualiza poco a estas mujeres? ¿A qué se debe?

R.: Absolutamente. No sé muy bien exactamente cuál es la razón, pero siempre hay que pensar de la misma manera, que existe ese techo de cristal del que se habla. Al otro lado de este techo está la cultura masculina, y ahí siempre se toman las decisiones de la cúpula. Mientras no lleguen a lo más alto las propias mujeres o los hombres tengan muy claro que se deba facilitar ese traspaso, será bastante complicado. Ahora bien, hace años, cuando me encargaron coordinar un trabajo de igualdad de género, tuve la posibilidad de hacer mucho hincapié en que uno de los principios fundamentales del buen gobierno es la igualdad entre hombres y mujeres, y esto ha calado. Para tener buen gobierno, es necesaria una igualdad de género.

 

P.: El movimiento feminista ha sido protagonista en los últimos años en el ámbito político y social. En el ámbito deportivo y empresarial, ¿aprecia una mejora del acceso y la visualización de mujeres en puestos directivos?

R.: Existe una mejora obvia, que se ha producido entre los últimos cinco y diez años. En el sector deportivo se han abierto puertas a través de los estatutos de las organizaciones. Hemos promocionado a las mujeres en el Comité Olímpico Internacional (COI) para que exista una equivalencia del 50% en la competición, un logro muy grande. Como han entrado más mujeres en los Juegos Olímpicos, en el momento que hayan terminado sus carreras, quizá tengamos suerte y puedan entrar en el liderazgo, porque realmente la composición de las federaciones internacionales y las organizaciones deportivas suelen ser sin ánimo de lucro, es decir, que existe mucho trabajo voluntario.

 

P.: ¿Cómo ha afectado el Covid-19 a esta tendencia? ¿Hay un riesgo de que el aumento del poder femenino en el ámbito empresarial pierda empuje?

R.: Todavía es muy pronto para analizar un factor así. Pese a ello, no creo que afecte en un valor muy elevado, aunque a las mujeres nos afectará más, porque, junto a la escasez y precariedad de trabajo que ya tienen las mujeres de por sí, incidirá en la medida en que no corresponde.

 

P.: ¿La desigualdad o falta de diversidad tiene consecuencias económicas en las empresas o entidades deportivas?

R.: Está completamente demostrado que el hecho de tener diversidad, inclusión o igualdad de género produce mejores resultados. La forma de pensar entre distintas visiones es más completa y permite un mayor y mejor desarrollo del producto, por lo que debería seguir aumentando la igualdad tanto en las empresas como en el sector deportivo.

 

P.: ¿Qué medidas tienen que tomar las empresas y entidades para cambiar esta situación?

R.: Debería existir una norma o ley básica para revertir la situación como ocurre en nuestros estatutos. Se deben tomar medidas muy claras y contundentes para poder modificar la cultura. Si no hay una cultura que favorece a esta diversidad, es muy difícil que alguien que forma parte de estos grupos pueda llegar a lo más alto.

 

P.: ¿Y los gobiernos?

R.: La política, en según qué países, ha conseguido dar visibilidad a muchas mujeres. Estos gobiernos paritarios están siendo muy útiles como modelo para otros. Con el tema de la pandemia, se vio como países que contaban con mujeres al frente (presidentas o primeras ministro) como Nueva Zelanda o Alemania, habían llevado todo lo referente al Covid-19 notablemente mejor.

 

P.: ¿Qué grado de desarrollo tienen el empoderamiento femenino en el deporte respecto a otros sectores?

R.: Pese a no contar con datos concretos, creo que el empoderamiento femenino está avanzado en la actualidad. Si pensamos en el sector educativo, el número de mujeres profesoras es más elevado que el de los hombres, pero los rectores siguen siendo prácticamente todos hombres. En la música, hay muchas mujeres en las orquestas, pero pocas las dirigen. Y en el sector deportivo, se está haciendo un gran esfuerzo para revertir la situación y trabajar en esa línea. Pasando los filtros del buen gobierno, en la segunda línea de las organizaciones encontramos a un 30% de las mujeres, aunque aún debe aumentar la representatividad de la mujer en la primera línea organizativa.

 

P.: ¿Cuándo cree que se normalizará el acceso igualitario en el ámbito de dirección? ¿Qué cree que ocurrirá en el cambio generacional y quién liderará el cambio?

R.: Actualmente existe un movimiento muy amplio y fuerte entre las mujeres que tienen entre 40 y 45 años, quienes están trabajando activamente para que esta igualdad sea una realidad prolongada en el tiempo. Aun así, las mujeres que acaban de superar la veintena de edad serán aquellas que deban liderar el cambio en un futuro a largo plazo.

 

P.: Desde un punto de vista simbólico, ¿el deporte tiene un papel particularmente relevante en el ámbito del empoderamiento femenino?

R.: El deporte y las grandes deportistas son roles y modelos muy importantes en todo el mundo. Cuando hablamos de deportistas de primer nivel, tener los mismos premios ambos géneros es un factor muy importante. Además, estamos hablando incluso de ámbitos comarcales porque, aunque hubiéramos empezado desde arriba, se ha logrado hacer top down para que la igualdad sea una realidad que se prolongue en el tiempo.