Entorno

Los EREs dan una tregua al deporte: el número de despidos cae un 10% en 2018

El sector vivió su peor momento en 2012 por los efectos de la crisis económica y la subida del IVA al 21%. Seis años después, cerró el último ejercicio con el menor número de afectados por expedientes de reducción de empleo.

Patricia López

26 feb 2019 - 04:58

La industria del deporte consolida su recuperación tras la crisis económica. Atrás quedan los años en que las cadenas de gimnasios cerraban arrastrando a decenas de entrenadores y monitores de fitness a la cola del paro. A largo de 2018, el sector sufrió un total de 342 expedientes de regulación de empleo (EREs), un 10,4% menos que en 2017. Es la menor cifra de procedimientos firmados en toda la serie, que empezó a contabilizarse en el 2.000, aunque no fue hasta 2008 cuando Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social incorporó la categoría de empresa deportiva, recreativa y de entretenimiento.  Según la clasificación nacional de actividades económicas (Cnae), este grupo engloba los clubes deportivos, las actividades de los gimnasios, así como las de los parques de atracciones y otras actividades recreativas y de entretenimiento. Es decir, esta categoría no incluye las empresas de construcción de embarcaciones de deporte, la fabricación y el comercio de artículos deportivos ni la educación deportiva, como son los docentes de Educación Física.  El registro de EREs en 2018 mejora el de 2009, que hasta hace un año era la cifra más reducida de la serie. El punto álgido se vivió en 2012, cuando el volumen de expedientes quintuplicó la cantidad actual. De los 342 procedimientos abiertos el año pasado, el 44% fueron supresiones de contrato; el 40,3% fueron despidos colectivos, y el 15,2% restante correspondieron a reducciones de jornada. Se desconoce cuántos de los afectados tuvieron derecho a paro, pero la cifra de desempleados a cierre de 2018 fue de 34.300 personas, según la Encuesta de Población Activa.  Gráfico evolución eres por tipo  En 2012 fue el año en que se firmaron más EREs, con un total de 2.081. El 46% de ellos fueron despidos colectivos, una fórmula que ha ido perdiendo peso con el paso de los años. Como consecuencia, las suspensiones se han convertido en el procedimiento más habitual. Pero, ¿qué es lo que provocó que se firmaran más rescisiones de contrato en 2012 y 2013 que en los primeros años de la crisis económica? Los directivos aseguran que la crisis de la industria deportiva llega con efecto retardado, y acostumbra a hacerlo al menos dos años después del estallido de la recesión.  En el sector del fitness en particular, en 2012 se aprobó una subida del IVA de trece puntos que se aplicó con inmediatez. La Federación Nacional de Empresarios Deportivos (Fneid) asegura que la subida de esta tasa provocó el cierre de 800 gimnasios, y se estima que esta actividad contribuyó a las arcas del Estado con 44,9 millones de euros en 2017. “Cuando subió el impuesto no repercutió en el cliente final y optamos por bajar los precios para no perder clientes”, explica a Palco23 Ángel Luís Balcones, director general de Body Factory, una de las cadenas más longevas del sector.   Otras compañías decidieron cerrar clubes o abandonar concesiones administrativas, como la gallega AQA. “Reestructuramos la plantilla y rebajamos gasto al vender activos y cobrar liquidaciones de contratos con ayuntamientos”, explica Marcos Fernández, director general y principal accionista de la empresa. En numerosos casos, la empresa que tomaba el testigo de la gestión de un centro deportivo municipal debía subrogar el personal, pero en otros casos las instalaciones caían en desuso y los empleados se quedaban sin trabajo.   En clave de género, los EREs afectaba más a las empleadas que a los trabajadores: hace una década, el 53% de los expedientes correspondían al público femenino, una segmento que representaba en torno al 45% del empleo total deportivo. Con el paso de los años, las afectadas por los EREs han dejado de ser mayoría y, de hecho, en 2014 representaron un 41,5% del total de los expedientes. Prueba de ello es que en una década el número de supresiones de contrato a hombres ha crecido un 9%, mientras que el de las mujeres ha caído un 6,8%.    El 49,4% de los EREs del sector deportivo, recreativo y de entretenimiento corresponden al público femenino   El tejido empresarial deportivo español está formado por 28.278 empresas dedicadas a actividades deportivas y 261 fabricantes de artículos para el deporte. Si bien la crisis económica provocó el cierre de compañías, no mermó que creación de empresas. De ahí que incluso en años de recesión se crearan sociedades, hasta el punto que en una década ha crecido un 85,5%.  Eso sí, las empresas de actividades deportivas no se caracterizan por ser grandes creadoras de empleo. Según el directorio central de empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 28,4% de las compañías especializadas en actividades deportivas, como son los clubes deportivos, tiene de uno a dos asalariados; el 12,3% cuentan con tres, cuatro o cinco profesionales en plantilla, y sólo un 9,5% tiene más de diez empleados.   Se estima que esta red empresarial de 28.278 compañías, junto a las 12.043 sociedades que se dedican a actividades recreativas y de entretenimiento, dieron trabajo a 214.500 personas a cierre de 2018, según la Encuesta de Población Activa, la cifra más elevada de la historia.

 

 

Nuevos síntomas de que la industria del deporte ha dejado atrás su fase de reestructuración, con cadenas de gimnasios que cerraban arrastrando a decenas de entrenadores y monitores de fitness al paro. A largo de 2018, el sector sufrió un total de 342 personas se vieron afectadas por expedientes de regulación de empleo (EREs), un 10,4% menos que en 2017. Es la menor cifra de afectados del sector en toda la serie, que empezó a contabilizarse en el año 2.000, aunque no fue hasta 2008 cuando Ministerio de Trabajo incorporó la categoría de empresa deportiva, recreativa y de entretenimiento.

 

Según la clasificación nacional de actividades económicas (Cnae), este grupo engloba los clubes deportivos, las actividades de los gimnasios, así como parques de atracciones y otras actividades recreativas y de entretenimiento. Es decir, esta categoría no incluye las empresas de construcción de embarcaciones de deporte, la fabricación y el comercio de artículos deportivos ni la educación deportiva, como son los docentes de Educación Física.

 

El registro de EREs en 2018 mejora el de 2009, que hasta hace ahora era el año con menos afectados en la serie. El peor momento se vivió en 2012, cuando el volumen de expedientes quintuplicó la cantidad actual. De los 342 casos abiertos el año pasado, el 44% fueron supresiones de contrato; el 40,3% fueron despidos colectivos, y el 15,2% restante correspondieron a reducciones de jornada. Se desconoce cuántos de los afectados tuvieron derecho a paro, pero la cifra de desempleados a cierre de 2018 fue de 34.300 personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

 

 

 

 

En 2012 fue el año en que despidió a más personas del sector, con 155 EREs que afectaron a 2.081 trabajadores. El 46% de ellos fueron despidos colectivos, una fórmula que ha ido perdiendo peso con el paso de los años. Como consecuencia, las suspensiones se han convertido en el procedimiento más habitual. Pero, ¿qué es lo que provocó que se firmaran más rescisiones de contrato en 2012 y 2013 que en los primeros años de la crisis económica? Los directivos aseguran que la crisis a la industria deportiva llegó con retraso, y acostumbra a hacerlo al menos dos años después del estallido de la recesión.

 

En el sector del fitness en particular, en 2012 se aprobó una subida del IVA de trece puntos que se aplicó con inmediatez. La Federación Nacional de Empresarios Deportivos (Fneid) asegura que el aumento de la presión fiscal provocó el cierre de 800 gimnasios, y se estima que esta actividad contribuyó a las arcas del Estado con 44,9 millones de euros en 2017. “Cuando subió el impuesto no repercutió en el cliente final y optamos por bajar los precios para no perder clientes”, explica Ángel Luís Balcones, director general de Body Factory, una de las cadenas más longevas del sector.

 

Otras compañías decidieron cerrar clubes o abandonar concesiones administrativas, como la gallega AQA. “Reestructuramos la plantilla y rebajamos gasto al vender activos y cobrar liquidaciones de contratos con ayuntamientos”, explica Marcos Fernández, director general y principal accionista de la empresa. En numerosos casos, la empresa que tomaba el testigo de la gestión de un centro deportivo municipal debía subrogar el personal, pero en otros casos las instalaciones caían en desuso y los empleados se quedaban sin trabajo.  También fue la época en que muchos clubes profesionales presentaron concurso de creedores y tuvieron que reducir su estructura, como el Joventut de Badalona, el RC Deportivo, el Málaga CF y el Real Celta.

 

En clave de género, los EREs afectaba más a las mujeres que a los hombres: hace una década, el 53% de los despidos correspondían al público femenino, un segmento que representaba en torno al 45% del empleo total deportivo. Con el paso de los años, las afectadas por los EREs han dejado de ser mayoría y, de hecho, en 2014 representaron un 41,5% del total. Prueba de ello es que en una década el número de supresiones de contrato de hombres ha crecido un 9%, mientras que el de las mujeres ha caído un 6,8%.

 

 

 

 

El tejido empresarial deportivo español está formado por 28.278 empresas dedicadas a actividades deportivas y 261 fabricantes de artículos para el deporte. Si bien la crisis económica provocó el cierre de compañías, no mermó la creación de empresas. De ahí que incluso en años de recesión se crearan sociedades, hasta el punto que en una década ha crecido un 85,5%.

 

Eso sí, las empresas de actividades deportivas no se caracterizan por ser grandes creadoras de empleo. Según el directorio central de empresas del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 28,4% de las compañías especializadas en actividades deportivas, como son los clubes deportivos, tiene de uno a dos asalariados; el 12,3% cuentan con tres, cuatro o cinco profesionales en plantilla, y sólo un 9,5% tiene más de diez empleados.

 

LaLiga, por su parte, está entre las organizaciones deportivas que más empleo generan, junto a las principales cadenas de gimnasios. Según un informe elaborado por PwC, la asociación ha pasado de contar con una plantilla de 57 empleados en la campaña 2013-2014 a 560 trabajadores en la actualidad.

 

Se estima que esta red empresarial de 28.278 compañías, junto a las 12.043 sociedades que se dedican a actividades recreativas y de entretenimiento, dieron trabajo a 214.500 personas a cierre de 2018, según la Encuesta de Población Activa, la cifra más elevada de la historia.