Entorno

Los clubes de fútbol femenino defienden que el 75% de jugadoras ya cobran más de lo que reivindican

La Acff sostiene que cumplir las reivindicaciones de golpe supondría un golpe de 1,6 millones de euros y comprometería la viabilidad de muchos clubes que no tienen el respaldo del fútbol masculino. El sueldo medio es de 17.000 euros brutos anuales.

Palco23

29 oct 2019 - 17:10

Los clubes de fútbol femenino defienden que el 75% de jugadoras ya cobran más de lo que reivindican

 

 

Quedan algo más de dos semanas para intentar un acuerdo que evite la primera huelga del fútbol femenino, pero la solución parece lejana. La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (Acff) ha reiterado hoy en su deseo de poder cumplir con todas las exigencias, pero “poco a poco” y acorde a la capacidad real de generar ingresos para cubrir unos costes adicionales que han cifrado en 1,6 millones de euros anuales. “No haremos ningún movimiento que provoque la desaparición de algún club o pasar a una competición de ocho equipos”, ha reiterado hoy Rubén Alcaine, portavoz de la entidad y presidente del Zaragoza CFF.

 

La Acff agrupa a los trece equipos de la Primera Iberdrola que conforman la competición junto a FC Barcelona, Athletic Club y CD Tacón, que ha acordado su integración en el Real Madrid. Estos tres son los únicos que ofrecen una jornada completa al 100%, pero Alcaine ha defendido los esfuerzos del resto. “En los 13 clubes asociados un 75% de las jugadoras superan las condiciones que se reclaman con la huelga”, ha apuntado.

 

El mayor punto de conflicto es la parcialidad, que los sindicatos exigen situar en un mínimo del 75% para todas las jugadoras, con un salario base bruto anual de 16.000 euros anuales y un aumento interanual de la retribución del 10% durante la vigencia del convenio. Y ahí está el problema, pues Lola Romero, directora general del Atlético de Madrid Femenino, ha señalado que es donde se produciría el fuerte aumento de los costes.

 

La directiva, una de las pioneras del fútbol femenino español, ha señalado que hay jugadoras que cobran por encima del salario mínimo, pero con una parcialidad que no llega al 75%. En este punto, la Seguridad Social obligaría a que el aumento de sueldo de las jugadoras fuera del 25% o más, en el caso de aquellas futbolistas que estén en el 50% de la jornada laboral o por debajo. De lo contrario, podrían producirse inspecciones. Ante este escenario, los sindicatos sólo han propuesto que estos ajustes se produzcan al margen del convenio, mediante negociación individual club-jugadora.

 

Los clubes han querido romper con determinados prejuicios sobre las condiciones de las futbolistas, y han señalado que el 85% de las futbolistas contratadas por los trece equipos de la Acff cobran más de 10.000 euros brutos anuales. “Hoy, en Primera Iberdrola hay media salarial de más de 17.000 euros”, ha recordado Alcaine, tras recordar que el gasto en sueldos subió un 44% en 2018-2019 y otro 30% en 2019-2020.

 

Lola Romero ha recordado que “todos los clubes sabemos que si hay más dinero es para ellas;  estamos abocando a muchos clubes a problemas cuando tienen derecho a competir en Primera”. ¿La razón? Que acelerar un proceso de profesionalización que no se está traduciendo en más ingresos puede abocar a que su mantenimiento dependa exclusivamente de equipos de LaLiga y difícilmente pueda sostenerse un club 100% femenino ante la falta de recursos propios por patrocinio, ticketing o televisión.

 

Mientras, las urgencias deportivas van más allá, pues el respaldo de la huelga no es unánime y puede darse el caso de equipos que pierdan puntos y reciban sanciones por incomparecencia. Es lo que ha advertido el UD Granadilla Egatesa, que está obligado a viajar a Barcelona con toda la plantilla el viernes, porque la huelga no empieza hasta el sábado. Ese día, podría darse el caso de que sus jugadoras no quieran jugar.

 

Alcaine ha dejado claro que “respetamos a las jugadoras que secunden la huelga y a las que quieran trabajar”, después de que cerca de 200 futbolistas respaldaran la propuesta de AFE de convocar un paro indefinido a partir de la jornada 9. “Todos estamos igual de cansados y con ganas de que ese convenio que exista”, ha cerrado Romero, pero la parcialidad va a ser el peor rival con el que se haya topado la mesa de negociación.