Entorno

Las exportaciones deportivas cerrarán 2019 con su crecimiento más bajo del último lustro por la UE

La venta de artículos deportivos al extranjero, que por primera vez rebasará la barrera de los 800 millones de euros en 2019, rebajó su avance interanual a sólo el 2,5% entre enero y noviembre, acusando el freno de sus principales países compradores.

Álvaro Carretero

22 ene 2020 - 04:59

Las exportaciones deportivas cerrarán 2019 con su crecimiento más bajo del último lustro por la UE

 

 

Durante años, la venta en el extranjero fue la salida de muchas empresas españolas para paliar el frenazo en el consumo interno que llegó con la crisis económica. Las compañías deportivas comenzaron a mirar al exterior y a cambiar el foco de sus negocios y, hoy día, los mercados internacionales ya aportan entre el 60% y el 80% de muchas marcas. Eso sí, tras un lustro de despegue y crecimiento, las estadísticas auguran que en 2019 se registrará el menor ritmo de crecimiento de los últimos cinco años, lo que abre una serie de interrogantes sobre su evolución a corto y medio plazo.

 

Las estadísticas del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (Icex) revelan que las ventas de este tipo de artículos al extranjero aumentaron sólo un 2,5% en los once primeros meses de 2019, hasta 740,8 millones de euros. Si bien esta actividad volverá a rebasar su techo histórico, superando por primera vez la barrera de los 800 millones de euros, es un dato preocupante, pues podría afectar directamente al negocio de muchas de las compañías españolas, que ya obtienen más negocio fuera de la Península Ibérica que dentro, como Joma, BH Bikes, Salter y Jim Sports, entre otros.

 

Aun así, los datos con los que el sector cerrará 2019 no son nuevos, sino que responden a una tendencia continuista que ya comenzó a apreciarse hace dos años. El ritmo de crecimiento aún era de doble dígito (+14%) en 2017, pero ya eran seis puntos porcentuales menos que el año anterior, en el que la actividad exterior avanzó por encima del 20%. Un año más tarde, en 2018, la venta de artículos deportivos al exterior frenaría aún más y sólo se incrementaría un 5,7%.

 

 

 

 

Ahora bien, ¿cuáles son los motivos que explican la ralentización del crecimiento de las exportaciones? ¿Han influido los acontecimientos sociopolíticos internacionales en el desempeño de las empresas españolas? Y, sobre todo, ¿hay mercado aún por explotar como para poder revertir la tendencia en 2020?

 

En primer lugar, se desconoce el peso que han podido tener acontecimientos como el Brexit, la guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China o las tensiones en Latinoamérica, Hong Kong y Oriente Medio. Aun así, las compañías ya han comenzado a mirar a otros países para diversificar su negocio.

 

La búsqueda de nuevos mercados será una cuestión fundamental en 2020, especialmente en una Unión Europea (UE) que aún no sabe cómo paliará el efecto de la salida de Reino Unido, prevista para el 31 de enero. En el caso de España, la venta de artículos hacia otros países miembros representa en torno al 80% del total, aunque durante el último año las empresas españolas se han afanado en dar un nuevo impulso a grandes mercados como el estadounidense o el japonés, así como abrir otros como Qatar y Arabia Saudí.

 

 

 

 

Eso sí, ninguno de ellos puede competir con los principales socios comerciales de España. De nuevo, Francia mantendrá su liderazgo como el principal comprador de artículos deportivos, con una inversión de 244,4 millones de euros entre enero y noviembre, un 3,6% más. Su aportación equivale a un tercio del total, seguido de Italia. El país transalpino también aumentó su ritmo de compra a las empresas españolas un 4,3%, hasta 96,9 millones de euros, mientras que Alemania, que relevará a Portugal en el pódium, compró productos por valor de 67,9 millones de euros, un 2% más.

 

En otro escalón se sitúan Portugal, Reino Unido y Polonia, que en 2019 comprarán menos artículos deportivos españoles. El país luso, uno de los socios más importantes para España, ha invertido un 10,5% menos en los once primeros meses del año, mientras que los polacos adquirieron mercaderías por valor de 36 millones, un 11,5% menos. En el caso de los británicos, la caída ha sido menor, de sólo un 4,5%, aunque aún existe incertidumbre debido al impacto que pueda tener el Brexit.

 

Los tres territorios no sólo serán los que más peso pierdan en las exportaciones españolas, sino que son el cuarto, quinto y sexto socios más importantes para España. De ahí la necesidad de reforzar lazos con otros países fuera de Europa, que en un futuro podrían ganar aún más importancia, a medida que se consolidan las marcas y empresas nacionales en sus mercados. 

 

 

 

 

El segundo motivo por el que se ha ralentizado el ritmo de crecimiento de las exportaciones es que, más allá de los acontecimientos socioeconómicos globales, ha aparecido un escollo inesperado. La venta de bicicletas podría firmar el tercer peor registro de la década, ya que hasta noviembre la caída ha sido del 22,9%, con una facturación de 133,7 millones de euros.

 

La comercialización de bicis es, de hecho, la única de las cinco grandes categorías de producto que ha perdido cifra de negocio en 2019. Las otras cuatro, esquí, fitness, outdoor y calzado, siguieron creciendo, aunque a ritmos dispares. El motor de las ventas ha sido, sin oposición, el material para la cultura física, que mantuvo un avance superior al 18% y obtuvo unos ingresos por valor de 158,9 millones de euros.

 

De cerrar el año con una cifra de negocio similar a la de noviembre, se situaría como la segunda industria más importante en la balanza comercial deportiva de España, sólo por detrás del calzado, que aumentó un 3%, hasta 171,9 millones de euros. De hecho, el fitness este año ya ha superado al ciclismo en el peso de las exportaciones y, de mantener esta línea, lo hará con las zapatillas deportivas en 2020, donde se incluyen tanto sneakers, botas de montaña y otros deportes.

 

 

 

 

Por detrás se sitúa el material para las actividades al aire libre, un sector que facturó 125 millones de euros entre enero y noviembre, un 12,4% más que en el mismo período del año anterior. El esquí, por su parte, registró un alza interanual del 4,7%, y alcanzó 48,9 millones de euros en los once primeros meses de 2019.

 

Respecto a las importaciones, que en 2018 también frenaron en seco su ritmo de crecimiento, se mantendrá una tendencia continuista. Un año más, se superará el techo histórico del sector, ya que durante los once primeros meses esta actividad generó 1.526,7 millones de euros, un 5,3% más.

 

Sin embargo, el año pasado se puso fin a una racha de más de una década de crecimiento a doble dígito y apenas habrá una mejoría de un punto porcentual en 2019. Y ahí estará otra de las claves: ¿cómo de atractivo será el mercado español para las marcas en el futuro?