Entorno

Las estaciones de esquí de la Generalitat generan 223 millones en el Pirineo catalán

Las cinco instalaciones de deportes de invierno gestionadas por Ferrocarrils generan un valor agregado bruto de 121 millones de euros.

G.G.R.

31 ene 2018 - 04:56

La facturación de las cinco estaciones controladas por FGC en 2015 fue de 10,6 millones, un 8,2% más que en el año anterior

 

 

El esquí como principal motor económico de varias regiones catalanas. El Pirineo catalán es una de las zonas más ricas en esta actividad y la Generalitat de Cataluña es consciente de la labor pública que hace con la gestión de cinco estaciones a través de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC). En total, la actividad de sus instalaciones tiene un impacto económico de 222,9 millones de euros entre explotación, inversión y visitantes.

 

A esta cifra hay que sumar también el valor agregado bruto, que tiene en cuenta las rentas de producción como el trabajo y el capital, y que un informe del Centre d’Estudis UPF Sports Lab encargado por FGC valora en 121,25 millones de euros. Entre todas las estaciones, FGC genera 2.194 puestos de trabajo, de los cuales 1.173 son directos, 383 empleos indirectos y 638 lugares de trabajo inducidos.

 

El pasado fin de semana fue uno de los mejores de la temporada, y de ahí la importancia de que el pasado viernes se desconvocaran los paros parciales que había anunciado UGT. El paro afectaba a las estaciones de Espot y Port Ainé, donde se para reclama la equiparación de salarios respecto a los trabajadores de la parte ferroviaria. En algunos casos, las anulaciones por la incertidumbre alcanzaron al 80% de las reservas, según la Federación de Hostelería de Lleida.

 

 

 

 

El estudio, elaborado en base a datos de FGC y 1.537 encuestas durante febrero y marzo de 2016 y 2017, revela que La Molina es la principal estación por impacto económico en el territorio, con 80 millones de euros. Vall de Núria genera 68,7 millones, mientras que Espot y Port Ainé generan 64,5 millones, y Vallter 2000 produce 9,8 millones de euros.

 

El impacto de las estaciones de montaña del grupo FGC sobre la economía comarcal es del 8% en el caso de La Molina sobre la Cerdanya, el 6,7% de las estaciones Espot y Port Ainé en el Pallars Sobirà y el 5,1% de la Vall de Núria y Valler 2000 sobre el Ripollès.

 

Cada euro invertido genera un impacto económico de dos euros en cada una de las estaciones, mientras que cada millón de euros gastado equivale a 20 empleos. También es relevante el impacto fiscal de estas estaciones de esquí, ya que se trata de 31,7 millones de euros en impuestos que van directamente a las arcas de la Administración.

 

 

 

 

En los últimos años, la inversión de FGC en poner a punto y renovar maquinaria para cada temporada oscila entre tres y cinco millones de euros. La facturación de estas estaciones en 2015, según sus últimas cuentas disponibles, fue de 10,6 millones.

 

Más allá de las estaciones gestionadas por la Generalitat, en Cataluña también se ubican otras importantes instalaciones de esquí. Es el caso de Masella y Baquiera-Beret, la estación con el mayor dominio esquiable de España, que se encuentra en la Val d’Aran.

 

Esta estación, propiedad de la familia Serra (Catalana Occidente), facturó 37,54 millones de euros en la temporada 2016-2017 (de noviembre a abril), un 8% menos que en la anterior campaña debido a la escasez de nieve. La instalación cerró su último curso con 808.120 esquiadores, un 9% menos, y se anotó un beneficio neto de 4,52 millones, un 32,5% más.