La Policía Nacional detiene a otras nueve personas en el marco de la Operación Oikos

Nuevo golpe contra los amaños en el fútbol español. La Policía Nacional ha detenido a otras nueve personas dentro del marco de la Operación Oikos, que en verano se saldó con el arresto y puesta en libertad con cargos del presidente de la SD Huesca y al menos cinco futbolistas. En una segunda fase de la investigación, las autoridades también han arrestado a Pichu Atienza, que actualmente milita en el Real Zaragoza, y al exjugador del Deportivo de La Coruña Iñigo López.

Por el momento se desconoce la identidad del resto de personas que han sido detenidas, aunque fuentes cercanas a la investigación han confirmado a El País que podría haber más jugadores en activo. En el caso de López, que ya fue detenido en la primera fase de la operación, fue puesto en libertad con cargos, al igual que el resto de encausados.

Entre ellos también se encontraban Carlos Aranda y Raúl bravo, considerados los presuntos líderes de la trama de amaños. Según los informes policiales, “ambos estarían encargados de captar jugadores, normalmente profesionales, a los que encomendarían la labor de buscar los mejores tratos para predeterminar resultados de partidos”.

Bravo, Aranda y Borja Fernández, exjugador del Real Valladolid, coincidieron en las categorías inferiores del Real Madrid, mientras que Samu Saiz, ex del Getafe FC y López, lo hicieron en la SD Huesca, cuyo expresidente, Agustín Lasaosa y el entonces jefe de servicios médicos del club, Juan Carlos Galindo, también fueron detenidos y puestos en libertad en esta operación.

La Policía explicó entonces que “la investigación ha permitido corroborar que los investigados alcanzaron acuerdos con diferentes jugadores para amañar al menos tres partidos correspondientes a la Primera, Segunda y Tercera División”. “El amaño relativo a la Tercera División resultó infructuoso, comprometiéndose los jugadores implicados en compensar las pérdidas realizando otro en el futuro”, añadió.

La red de amaños se destapó a raíz de una denuncia de LaLiga, que inició esta investigación el 29 de mayo de 2018, debido a las irregularidades que detectó en el encuentro que disputaron la SD Huesca y Gimnástic de Tarragona (0-1).

Aún se desconoce el alcance total de la causa, pues el comunicado publicado por LaLiga en primera instancia aseguraba que había interpuesto otras nueve denuncias adicionales ante la Comisaría General de Policía Judicial “por presuntos hechos relacionados con apuestas ilegales en el fútbol no profesional español”. También se remitieron alarmas a la Dirección General de Ordenación del Juego sobre otros 18 partidos de fútbol no profesional para la posible identificación y sanción administrativa de jugadores que podrían haber apostado en su competición.